¿Por Qué
Mientras Más Buscamos A Dios, Las Cosas Nos Resultan Peor?
Debemos tratar un problema muy común que
nos hace muchas veces abandonar nuestra devoción personal, y es que cuando
comenzamos a buscar una relación con Dios, nos empiezan a suceder muchas cosas
malas a la vez. No siempre es así, pero la mayoría de las veces sucede. Por
supuesto, si usted fuera el demonio y supiera que ¡a relación con Jesús es la
base de la vida y el crecimiento cristiano, usted haría todo lo que estuviera a
su alcance para desanimara la persona que busca a Dios. Pero lo que más me sorprendió
cuando lo experimenté por primera vez fue este pensamiento: “¿Es Dios tan
poderoso que pueda evitar que sucedan estas cosas?” La respuesta es fascinante
y se encuentra en los dos primeros capítulos del libro de Job. Veamos lo que
dice, empezando con el capítulo 1, versículos 6 al 8: “Un día vinieron a
presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también
Satanás. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? “Respondiendo Satanás a
Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. “Y Jehová dijo a
Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la
tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” El
argumento de Satanás era: “Vengo de la tierra. Soy el encargado de ella”. El
argumento de Dios era: “Tú no eres el encargado de nada. ¿Has visto a mi siervo
Job?” “Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo
de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la
tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no
blasfema contra ti en tu misma presencia. “Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo
lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió
Satanás de delante de Jehová” (Vers. 9-12). ¿De qué se trataba? La acusación de
Satanás era que el único motivo por el cual Job servía a Dios era porque había
recibido riquezas y bendiciones de Dios, ¿no es así? Esta era su acusación. Y
por lo menos en el caso de Job, Dios vio bien en su sabiduría, deja que Satanás
tratara de probar su punto. De modo que le dio permiso. Y Satanás se acerco a
Job con todo su armamento, por así decirlo, y arrasó con todas sus posesiones
materiales, y hasta con sus propios hijos. Ahora bien, Job no lo comprendió. El
pensaba que era Dios quien le habla quitado todo lo que tenia (Ver. 11).
Siempre ha existido una enorme incomprensión de Dios, ¿no es cierto'? Pero a
pesar de que Job no comprendía el carácter de Dios, no se convirtió en un
insensato más. Mantuvo su confianza en Dios. Job debe haber conocido a Dios lo
suficiente como para demostrar una confianza capaz de persistir aun ante
cualquier malentendido. Vayamos al capítulo 2. “Aconteció que otro día vinieron
los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también
entre ellos presentándose delante de Jehová. “Y dijo Jehová a Satanás: ¿De
dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de
andar por ella. “Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job,
que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios
y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me
incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
“Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel
por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
“Pero extiende ahora tu mano, y toca su
hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. “Y
Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
“Entonces Satanás salió de la presencia de Jehová e hirió a Job con una sarna
maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza” (Vers. 1-7). Y
Job siguió manteniendo su integridad. La esposa de Job, sin embargo, no la
siguió manteniendo. Job había perdido todo lo que tenía, excepto a su esposa.
Pero el diablo sabía que ella sería un instrumento útil en sus manos. Tan
pronto como se posesionó de la señora de Job, debe haberse sentado y sonreído y
quizás hasta felicitó a sus secuaces recordándoles que si seguían insistiendo,
también vencerían a Job.
Satanás sabe que todo lo que necesita hacer
para mantenernos en sus filas es lograr que nos apartemos del
Compañerismo
personal con Dios. A él no le interesa mucho lo que nos induce a hacer o no
hacer. Muchas veces se goza tanto en lo que hacemos mal como en lo que hacemos
bien si nos mantenemos alejados del mal mediante nuestro propio esfuerzo.
Evidentemente, Satanás elige en forma arbitraria dejar a algunos en el trono,
mientras empuja a otros al abismo. La persona puede perderse no sólo por
gloriarse en sus éxitos
Si los ha
logrado apartado de Jesús, sino también, y con mayor razón, por hundirse en sus
fracasos.
De modo que a Satanás probablemente poco le
importa lo que nos cause hacer o no hacer en lo que a malos actos se refiere.
Lo que de veras le preocupa es cuando una persona empieza una relación más
estrecha con Dios. Se desespera cuando ve que alguien se interesa por la salvación
por la fe, porque sabe que al final será derrotado. De modo que cuando
empezamos a interesarnos en conocer a Dios, el enemigo reúne
Su comisión
de medios y recursos para evitar que esto suceda en nuestra vida.
¿Cuál era el secreto de Job? Cuando Job
probó ante el universo y ante las fuerzas opositoras de la gran controversia
entre Cristo y Satanás que él amaba, fue entonces como Dios pudo llegar con sus
bendiciones y hacer huir al diablo. Y al final, las bendiciones de Job se
duplicaron.
Cuando el enemigo nos acusa diciendo
Que nuestros motivos al buscar a Dios son
egoístas, Dios permite que el diablo intente probar su punto hasta que nuestros
verdaderos motivos se nos revelan a nosotros mismos, al enemigo y al universo
entero. Dios siempre ha sido justo, hasta en sus tratos con el enemigo. Y,
llegará el tiempo, por cierto no muy lejano, cuando toda rodilla se doblará y
toda lengua confesará que Dios ha sido justo e imparcial (Filipenses 2:10,11).
Y el mismo Satanás doblará sus rodillas y admitirá que Dios nunca ha sido
injusto.
Por: http://foroadventista.org/forum/showthread.php?46243-%BFpor-qu%E9-mientras-m%E1s-buscamos-a-Dios-las-cosas-nos-resultan-peor
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