miércoles, 31 de diciembre de 2014

MAYORDOMOS DE LA GRACIA DE DIOS

31 de diciembre 
MAYORDOMOS DE LA GRACIA DE DIOS

"Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia." Mat. 10: 8.

Los que transitan por el sendero angosto deben obedecer la orientación del Libro guía. Solamente así podrán llegar a las puertas de la ciudad de Dios.

Dios ha dado a hombres y mujeres dones preciosos. A diferentes personas ha dado dones diferentes. No todos tienen la misma fortaleza de carácter o la misma profundidad de conocimiento, pero cada uno debe usar sus dones en el servicio del Maestro, no importa cuán pequeño pueda parecer este don. El fiel mayordomo negocia sabiamente con los bienes que le han sido confiados.

Las facultades de la mente y el cuerpo deben ser cuidadosamente guardadas. Nuestros dones no deben ser debilitados por la autoindulgencia. Cada facultad debe ser preservada, a fin de que siempre pueda estar lista para su uso inmediato. Ninguna parte del organismo físico debe ser debilitada por el abuso. Cada arte, no importa cuán pequeña sea, influye en el todo. El abuso de un nervio o músculo disminuye la utilidad de todo el cuerpo. Aquellos por quienes Cristo dio su vida debieran conformar sus hábitos y prácticas a la voluntad de Dios.

La Palabra declara: "El alma que pecare, esa morirá" (Eze. 18: 20). Pero Dios no quiere la muerte de nadie. A un costo infinito proporcionó al hombre una segunda oportunidad. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3: 16).

¿No debieran quienes recibieron la luz de la verdad para este tiempo colocarse en estrecha conexión con Dios, usando sus capacidades para hacer avanzar la obra de salvar almas? ¿No debiera quien comprende las Escrituras, impartir el conocimiento que le fue dado, a los que no conocen la verdad?

Sobre cada creyente en la verdad presente descansa la responsabilidad de trabajar por los pecadores. Dios les señala su obra especial: proclamar el mensaje del tercer ángel. Deben mostrar su aprecio por el gran Don de Dios, consagrándose a la obra por la cual Cristo dio su vida. Deben ser mayordomos de la gracia de Dios, ministrando a otros las bendiciones que les fueron otorgadas.

Quién ha encontrado consuelo en la Palabra de Dios debe compartirlo con otros. Solamente así podrá continuar recibiendo consuelo (Manuscrito 147, del 31 de diciembre de 1903, "El sendero angosto").

lunes, 29 de diciembre de 2014

SOMOS OBJETO DEL AMOR INFINITO

29 de diciembre 
SOMOS OBJETO DEL AMOR INFINITO

"Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo." Efe. 2: 4, 5.

El corazón que se rinda a la sabia disciplina de Dios. habrá de confiar en cada manifestación de su providencia. . . La tentación procurará desalentamos, pero, ¿qué se logra al ceder a la tentación? ¿Obtendrá, acaso, el alma algo mejor murmurando y quejándose de aquello que es la única fuente de poder? ¿Está el ancla echada dentro del velo? ¿Soportaremos la enfermedad? ¿Cuál será nuestro testimonio en los instantes finales de la vida, cuando los labios estén temblorosos por la muerte? ¡El ancla está firme! Yo sé que mi Redentor vive. . .

Oh Jesús precioso, amoroso, longánime, benigno ¡cuánto te adora mi alma! ¡Que un alma pobre, indigna, contaminada por el pecado pueda estar de pie delante del Dios santo, perfecta en justicia, sólo lo debemos a quien es nuestro Sustituto y Garantía! Maravíllense los cielos y asómbrese la tierra, que la raza caída sea objeto de su infinito amor y gozo. El Creador se regocija por ellos con cánticos celestiales, mientras el hombre que fuera contaminado por el pecado, ha venido a ser limpio por la justicia de Cristo, para presentarse ante el Padre libre de mácula pecaminosa; sin "mancha ni arruga ni cosa semejante" (Efe. 5: 27). "¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica" " (Rom. 8: 33).

Que toda alma débil y sacudida por la tempestad de las pruebas pueda anclarse en Jesucristo, y no centrarse tanto en sí misma como para pensar sólo en sus pequeños fracasos y en la interrupción de sus planes y esperanzas. ¿Acaso el plan de salvación no lo abarca todo? Si es el Dios infinito que me justifica, "¿quién es el que condenará? Cristo es el que murió" (Rom. 8: 34). ¡El es quien, al morir por el hombre, demostró que lo ama tanto como para morir por él! La ley condena al pecador y nos lleva hasta Cristo. Dios es quien justifica y perdona.

Satanás nos acusará y pedirá destruirnos, pero es Dios quien abrirá una puerta al refugio. Y es Dios el que justifica a quien traspasa el umbral de esa puerta. Entonces, si Dios es por nosotros, ¿quién podrá estar contra nosotros? ¡Oh qué verdad gloriosa, brillante! ¿Por qué los hombres no pueden discernirla? ¿Por qué no caminan en sus brillantes rayos de luz? ¿Por qué no hablan del amor maravilloso de Cristo los creyentes?. . .

Dios vive y reina. Todos los salvados deben luchar virilmente como soldados de Jesucristo; entonces sus nombres serán registrados en los libros del cielo como fieles y verdaderos. Ellos realizarán las obras de Jesucristo, pelearán la buena batalla de la fe (Carta 2, del 29 de diciembre de 1889, dirigida a Mary White, la primera esposa de W. C. White, quien estaba muriendo de tuberculosis).

domingo, 28 de diciembre de 2014

EDÚQUESE PARA CREER

28 de diciembre 
EDÚQUESE PARA CREER

"Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados." Prov. 16: 3.

Hermano A, Ud. debe alejar de sí sus temores. Deje las consecuencias con el Señor y siga adelante. Está tratando demasiado arduamente de salvarse a sí mismo, de hacer alguna gran cosa que lo recomiende delante de Dios. Todo lo que El requiere de Ud., querido hermano, es una sumisión completa, con todas las consecuencias de su aceptación de la verdad. Satanás dice: "¿Qué pasará después de todo si al hacerlo te equivocas? ¿Puedes permitirte correr el riesgo?" Jesús lo ama y si Ud. se consagra a El con todo lo que tiene, lo aceptará y llevará sus cargas; su amigo nunca le fallará.

Ud. contempla la cruz de Cristo con alarma. El yugo le parece molesto. Es Satanás quien lo hace parecer así. Jesús lo invita: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros. . . porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga" (Mat. 11: 28-30).

El yugo que teme llevar por miedo de que lo lastime, Jesús lo califica como fácil. La carga que no se atreve a tocar, es liviana. Todo lo que se requiere es que se aferre de El, y cuando lo haga, encontrará que es más un sostén que penosa carga. Esa cruz, que le parece tan incómoda, tan pesada para llevar, lo elevará y será una fuente de fortaleza para Ud. . . .

Debe educarse para creer, para ocupar su posición en la plataforma de la verdad eterna, y dar la bienvenida a las tribulaciones por Cristo. Jesús lo ayudará, los ángeles lo ayudarán a resistir al diablo y él huirá. Acérquese a Dios y él se acercará a Ud. . . .

Crea que Jesús lo ama y, en sus esfuerzos por obedecer, si se equivoca no sienta que debe preocuparse al punto de abandonar su confianza en Dios y pensar que es su enemigo. Somos mortales falibles. Si pecamos, "abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo" " (1 Juan 2: 1). Ud. no puede limpiarse de las impurezas. Lleve su carga a Jesús; El le ayudará. No siga demorando, con la esperanza de que sus buenas obras serán la expiación por el pecado. Confíe en los méritos de la sangre del Salvador crucificado y resucitado (Carta 20, del 28 de diciembre de 1867, dirigida a un miembro de iglesia desanimado).

viernes, 26 de diciembre de 2014

RESOLUCIONES PARA EL AÑO NUEVO


26 de diciembre 
RESOLUCIONES PARA EL AÑO NUEVO


Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Fil. 3: 13-15.

Ayer fue Navidad. ¿Hicieron como los sabios que ofrecieron sus dones a Jesús? ¿O cambió el enemigo el orden de las cosas, haciendo que la adoración se dirigiera hacia él? Los regalos se otorgan ahora a los amigos en vez de ofrendarlos a quien hizo un sacrificio tan grande por nosotros. Todos los regalos debieran fluir hacia otro canal, donde puedan ser usados en la salvación de los hombres.

El nuevo año está delante de nosotros. ¿No debieran los regalos ser colocados en una cuenta mejor que en la que los depositaron ahora? ¿No debiéramos confesar y apropiarnos de la sangre de Cristo, quien está dispuesto a limpiarnos de todo pecado? Fue por nosotros que Cristo se hizo pobre.

En el gran día final seremos juzgados por lo que hicimos. Cristo dirá: "Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos les responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?" (Mat. 25: 42-44). Cristo dirá entonces: "En cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeñitos, tampoco a mí lo hicisteis" (vers. 45). Y añadirá: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" (vers. 41).

Cristo vino y dejó un ejemplo de sacrificio y, si somos de Cristo, haremos sus obras. En vez de agradarnos a nosotros mismos, buscaremos hacer el bien a otros e impartir beneficios a la humanidad sufriente. A menos que lo hagamos, no podemos esperar tener parte con Cristo.

Hay almas que salvar en todo nuestro derredor. Cada uno debe hacer una obra de reconciliación con Cristo. Esta es la obra que debemos emprender en el nuevo año. Estamos viviendo para el tiempo y la eternidad. Deseamos que la luz brille sobre nuestro sendero, y deseamos extender sus bendiciones a otros. La única forma de ser representantes de Cristo es amándonos los unos a otros. Si reflejamos su imagen, cuando entremos por las puertas en la ciudad, se nos dirá: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor" (Mat. 25: 21).

Esforcémonos por tener un registro mejor en el año venidero, y por vivir tan cerca de Dios que podamos estar rodeados con la atmósfera del cielo, y ser así representantes de Cristo (Manuscrito 60, del 26 de diciembre de 1886, sermón predicado en el salón Municipal de Tramelan, Suiza, en el que Juan Vuilleumier actuó como traductor).373

jueves, 25 de diciembre de 2014

PIEDRAS VIVAS PARA UN TEMPLO CELESTIAL


25 de diciembre 
PIEDRAS VIVAS PARA UN TEMPLO CELESTIAL


"En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu." Efe. 2: 21, 22.

Si no respondemos a la luz que recibimos, rindiendo obediencia, manteniendo nuestras almas en el amor de Dios, permaneciendo en Cristo, lo que habría sido una bendición, llega a ser una maldición. Es el engañador, no el Espíritu de verdad el que nos hace creer que no podemos llegar a ser puros y santos, un pueblo poderoso, separado del mundo, unidos por el amor mutuo a través de Cristo. No podemos esperar un trato distinto del que recibió nuestro Señor. La enemistad de Satanás contra los seguidores de Jesús será proporcional al servicio de corazón que se brinde a Dios. Los hijos de Dios son más sabios y poderosos cuando la sabiduría y la influencia del mundo se despliega contra ellos, que cuando buscan el favor y compañerismo del mundo.

Hermano, si yo no hubiera recibido vituperios, tendría razones para preguntarme si era o no una hija de Dios, ocupada en su obra. Pero los he recibido en abundancia. El templo judío se construyó con piedras labradas a un gran costo de tiempo, dinero y trabajo. Fueron extraídas de las montañas y trabajadas para ocupar su lugar en el templo, de tal manera que cuando el edificio se completó no hubo sonido de hacha ni de martillo. Las piedras que están en el sagrado templo de Dios no fueron cortadas de los montes de Judea, sino reunidas de entre las naciones. No constituyen un material inerte que necesita martillo y cincel, sino son piedras vivientes que emiten luz. El gran Cortador de la verdad las tomó, de la cantera del mundo y las colocó bajo la mano del gran Maestro Constructor, y El las está puliendo en su taller, en este mundo, a fin de que todos los bordes ásperos sean eliminados, y que, mediante los golpes del martillo y del cincel, y escuadradas por la verdad de Dios, pulidas y refinadas, estén listas para ocupar el lugar en el templo espiritual de Dios.

Estamos ahora en el taller del Señor, y el proceso está avanzando en estas horas de prueba, a fin de hacernos idóneos para el templo glorioso. No podemos ser indiferentes y descuidados, y rehusar separamos del pecado, sino que debemos morir a nuestros defectos de carácter con el anhelo de llegar a ser puros, santos y labrados como piedras de un palacio. Cuando Cristo venga, será demasiado tarde para corregir lo erróneo, para que el carácter cambie, para obtener un carácter santo. Ahora es el día de preparación; ahora es cuando podemos eliminar nuestros defectos. Nuestros pecados serán escudriñados en el juicio, y deben confesados y abandonados, a fin de que el perdón sea escrito frente a nuestros nombres. Que el Señor nos ayude para que los que enseñamos la verdad seamos modelos de piedad (Carta 60, del 25 de diciembre de 1886, dirigida a Juan Corliss y esposa, pioneros en Australia).

miércoles, 24 de diciembre de 2014

RESPLANDECER CON BRILLO VIVIENTE

24 de diciembre 
RESPLANDECER CON BRILLO VIVIENTE

"Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve." Mal. 3: 17.

Los cristianos son las gemas de Cristo, compradas a un precio infinito. Deben resplandecer brillantemente para El, reflejando la luz de su hermosura. Y han de recordar siempre que todo el lustre que posee el carácter cristiano proviene del Sol de Justicia. El lustre de las joyas de Cristo depende del pulido que reciban. Dios no nos obliga a ser pulidos. Se nos deja en libertad de elegir ser pulidos o permanecer sin pulir. Pero todo el que sea declarado digno de un lugar en el templo de Dios debe someterse al proceso del pulimiento. Debe dar su consentimiento para que se corten los bordes ásperos de su carácter, a fin de que pueda ser simétrico y hermoso, idóneo para representar la perfección del carácter de Cristo.

Se deshonra al Señor cuando su pueblo no vive en la luz del Sol de Justicia ni refleja más luz que la de los guijarros comunes. Se lo deshonra cuando el servicio que se le presta está empañado con la lepra del egoísmo.

El divino Artífice dedica poco tiempo a material sin valor. Solamente pule las joyas preciosas para que sean dignas de un palacio. Con el martillo y el cincel elimina los bordes ásperos, preparándonos para ocupar un lugar en el templo de Dios. El proceso es severo y doloroso. Lastima el orgullo humano. Cristo corta profundamente en la experiencia que el hombre, en su autosuficiencia, considera como completa, y elimina el enaltecimiento propio del carácter. Quita las superficies excedentes, y aplicando la piedra a la rueda esmeril, la presiona a fin de que toda aspereza sea desgastada. Entonces, sosteniendo la joya ante la luz, el Maestro contempla en ella un reflejo de su propia imagen y la declara digna de un lugar en su templo.

¡Bienaventurada sea la experiencia, aunque severa, que da nuevo valor a la piedra, capacitándola para brillar con un resplandor viviente!

[El Señor] tiene obreros a los cuales llama de la pobreza y la oscuridad. Ocupados en los deberes cotidianos de la vida, y vestidos con ropas comunes, son considerados como de poco valor por los hombres. Pero Cristo ve en ellos posibilidades infinitas, y en sus manos llegarán a ser joyas preciosas, que resplandecerán brillantemente en el reino de Dios. "Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe" (Mal. 3: 17).

El perfecto conocimiento que Cristo tiene del carácter humano lo capacita para tratar con la mente. Dios sabe exactamente cómo tratar a cada alma. El no juzga como lo hacen los hombres. Conoce el valor real del material sobre el cual trabaja para capacitar a hombres y mujeres a fin que ocupen posiciones de confianza (Manuscrito 168, del 24 de diciembre de 1902, "El pecado de la maledicencia").

martes, 23 de diciembre de 2014

MIREN SOLAMENTE DIOS


23 de diciembre 
MIREN SOLAMENTE DIOS


"Sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor." 2 Tim. 2: 22.

Sean todos enseñados a escudriñar las escrituras, para contemplar siempre a Jesús y no a los instrumentos humanos. La Palabra debe ser nuestra consejera. Es infinita. Si la obedecemos, nos guiará por senderos seguros. Pero la Palabra diluida con ideas humanas no es una guía segura. . .

Estudien la Palabra de Dios individualmente. Podemos enfrentar a Satanás con el arma del "escrito está: al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (Mat. 4: 10). La Biblia es la gran mina de la verdad, y debiéramos trabajar como quienes buscan el tesoro escondido. En ningún caso se debe apartar la atención de esa Palabra. . .

Es ahora cuando cada alma necesita ungir sus ojos con colirio, para ver. Dios no da a nadie la misión de desmerecer y empequeñecer su obra. Nos llama a levantar su verdad, a ennoblecerla, honrarla y hacerla avanzar, revelando su sabiduría como suprema. Presenten la verdad bíblica, y extraigan del tesoro cosas nuevas y antiguas. Hablen de los principios de nuestra fe firme y constantemente, dando el "así dice la Escritura".

Vivan la verdad, practiquen las lecciones de Cristo que refinan, ennoblecen y santifican el alma. Mi carga es elevar a los hombres y las mujeres, magnificando a Jesús delante de ellos. Cuando Dios es el tema de todo pensamiento, el objeto del amor, de la reverencia y de la adoración, cuando el Señor Jesús ocupa el primer lugar en la mente, el corazón es purificado de toda contaminación moral. Entonces el alma se transforma en juez certero; cada actitud es sazonada con gracia.

La responsabilidad ante un Dios personal y que todo lo ve, coloca a cada ser humano sobre un terreno elevado. Habrá entonces pensamientos profundos y genuina abnegación, porque Dios obra en los corazones de los hijos de su amor, que son su herencia.

El amor de Dios siempre lleva al temor de Dios, el temor de ofenderle. Los que están verdaderamente convertidos cuidarán de no estar sobre los límites de lo malo, no sea que entristezcan al Espíritu de Dios y sean abandonados a su propio camino y llenados con sus propios quehaceres. La Palabra de Dios es el Libro Guía; no se aparten de él para depender de instrumentos humanos. Contiene las advertencias, las amonestaciones, la reprensión, la definición clara del pecado como la transgresión de la ley, la gran norma de virtud y santidad. La Palabra está llena de advertencias, de invitaciones misericordiosas y de condenación del mal. Nadie que la estudie y aplique sus enseñanzas errará el camino (Carta 4, del 23 de diciembre de 1893, dirigida a los "Queridos hermanos y hermanas").

lunes, 22 de diciembre de 2014

CONSTRUYAN SOBRE LA ROCA SÓLIDA


22 de diciembre 
CONSTRUYAN SOBRE LA ROCA SÓLIDA


"Edificados sobre el Fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo." Efe. 2: 20.

Nadie necesita sentir que es demasiado humillante. . . presentarse ante el trono de la gracia en busca de más provisiones. Las puertas del templo deben abrirse. El templo del alma debe ser purificado de toda contaminación moral, los altares del sacrificio deben aprestarse, el egoísmo debe ser extirpado del alma, los ídolos sacrificados. . .

Dios está dando constantemente y, a medida que recibamos, debemos dar. Debemos colocamos en actitud suplicante. Todo el universo reconoce el anhelo de recibir bendiciones mayores. La fe de muchos es estimulada a creer que Dios escucha y los acepta. . .

Se nos ha llamado frecuentemente la atención a casos de jóvenes que han sido confundidos por los maestros y los ministros de la Palabra en las iglesias, porque hay quienes hacen como hizo la nación judía: "enseñando como doctrina mandamientos de hombre". Toman la Biblia globalmente como la Palabra de Dios, pero no creen que todo en ella es inspirado. Un sabio cuestiona algunas porciones de ella y algún otro, supuestamente bueno, cuestiona otro libro, y así la incredulidad se introduce furtivamente en las mentes de los jóvenes. Muy pronto se debilita el conocimiento de la verdad y su fe se confunde. No saben qué creer. . .

Cuando colocamos los pies sobre la Roca sólida, Cristo Jesús, recibimos poder de la Fuente de todo poder, sabiduría y eficiencia espiritual, de modo que todos pueden saber a quién pertenecemos: a los guardadores de los mandamientos, o a los que los quebrantan. El estandarte del Príncipe Emanuel que ondea sobre nuestra cabeza, no dejará de disipar toda incertidumbre respecto de los que guardamos los mandamientos de Dios y tenemos el testimonio de Jesucristo. Su amor posee un poder que constriñe. . .

Vivir de acuerdo con la verdad bíblica proporciona una tendencia directa y poderosa a la expansión y el crecimiento. Cada virtud se vigoriza en la medida en que se la ejercita. Es la prueba dolorosa la que nos aparta de las engañosas influencias mundanas A cada paso vemos obstáculos que presenta Satanás, y tenemos que luchar contra dificultades, pero se gana en experiencia al tener que presionar contra estas barreras. Entonces se abre el camino, y desde el cielo se presentan motivaciones frescas; la fe se confirma al contemplar a Cristo.

Los atractivos de Cristo satisfacen plenamente, y mediante El obtenemos nuestro título de propiedad a una herencia incorruptible e incontaminado. Su gracia es suficiente. La simpatía y el amor de Jesús suplican, instándonos a seguir en sus pasos, para conocer al Señor hasta que conozcamos su salida, preparada como la aurora (Carta 128, del 22 de diciembre de 1895, dirigida a Edson y Emma White).

viernes, 19 de diciembre de 2014

EL DON QUE CRISTO DESEA


19 de diciembre 
EL DON QUE CRISTO DESEA


"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional." Rom 12: 1.

Antes que concluya el año, ¿no quisiera cada uno despojarse del viejo hombre con sus hechos, y revestirse del nuevo hombre, Cristo Jesús? Que no haya una preocupación ambiciosa y desmedida por comprar regalos para Navidad y Año Nuevo. Los pequeños regalos para los niños pueden no estar fuera de lugar, pero el pueblo del Señor no debiera gastar su dinero en comprar regalos costosos.

Cristo demanda el más grande de todos los dones: el don del corazón, de la mente, del alma, de las fuerzas. . . Dios requiere el servicio de un corazón indiviso. Los que se coloquen en una relación correcta con Dios soportarán la prueba del juicio. Si se considera que el corazón, la mente, el alma y las fuerzas son herencia comprada con la sangre del Señor, El los usará en su servicio. Los que obtienen la vida eterna deben dar evidencia al mundo de que aman al Señor con todas las capacidades que El les ha dado. Deben obedecer los dos mandamientos supremos que abarcan la totalidad de la ley, demostrando por su conducta que son hacedores de ella. . .

El alma aparentemente débil, que con espíritu contrito y confiado acepta lo que Dios dice, y sintiendo su indignidad pide ayuda, recibirá gracia para ganar victoria tras victoria y obtener el eterno peso de gloria en la vida futura. El Señor Jesucristo, el unigénito Hijo del Padre, es verdaderamente Dios en infinitud, aunque no en personalidad. El forjó la justicia que capacita a los seres humanos para vencer cada asalto de Satanás. Imputará su justicia, al creyente santo que camine como lo hizo El cuando estuvo sobre la tierra.

El Príncipe del cielo, Cristo, se hizo siervo y aceptó que los seres humanos fueran obreros conjuntamente con El. Declara :"He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mat 28: 20). Nadie que camine con toda humildad dejará de aprender de Cristo las lecciones que El dio para que todos las aprendamos. Estamos seguros mientras, nos esforzamos por obtener la victoria, luchando como vencedores con un amor profundo y ferviente por Dios y por los demás. . .

El Señor hará que toda alma que cree en Jesús forme un carácter idóneo para las mansiones que Cristo ha ido a preparar para aquellos que en esta vida guardan los mandamientos de Dios. Se está preparando un reino mejor para todos los que son fieles, probados y santificados, los que viven constantemente sobre la base del plan de la adición, añadiendo virtud a la virtud y gracia a la gracia (Manuscrito 116, del 19 de diciembre de 1905, "Una consagración total").


jueves, 18 de diciembre de 2014

EXTIRPEN LAS MALEZAS DEL JARDÍN


18 de diciembre 
EXTIRPEN LAS MALEZAS DEL JARDÍN


"Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?" 2 Cor. 13: 5.

Los cristianos son comisionados por Dios para velar por las almas que tendrán que dar cuenta de sus actos. Deben reprobar, reprender y exhortar con toda longanimidad. . .

Comunicar la Palabra de Dios con fidelidad es una obra de la mayor importancia. Pero esta obra es totalmente diferente de la de censurar, pensar el mal y distanciar las relaciones. Juzgar y reprobar con dos cosas diferentes. Dios colocó sobre sus siervos la obra de reprobar con amor a los que yerran, pero prohibe y denuncia el juicio apresurado, tan común entre los profesos creyentes en la verdad. . .

Los que están trabajando para Dios debieran dejar a un lado toda crítica despiadada, y acercarse para estar unidos. Necesitan estudiar las enseñanzas del Señor acerca de esto. Cristo desea que sus soldados permanezcan hombro a hombro, unidos en la obra de pelear las batallas de la cruz. Desea que la unión entre los que trabajan para El sea tan estrecha como la unión que existe entre El y su Padre. Los que sientan el poder santificador del Espíritu Santo prestarán oído a las lecciones del Instructor divino, y mostrarán su sinceridad haciendo todo lo que esté en sus manos para trabajar en armonía con sus hermanos. . .

Los que tienen toda la razón para desconfiar de sus propios principios son los que están alertas para encontrar faltas en los demás. Si no hubiera alguna falencia en nuestra propia experiencia no seríamos tan suspicaces con nuestros hermanos. Es el individuo condenado por su conciencia el que está listo para juzgar. Tiemble cada uno y tema por sí mismo. Trate de ver si su propio corazón está en una correcta relación con Dios. Quite las malezas de su propio jardín. Encontrará suficiente como para mantenerlo activamente ocupado. Si realiza fielmente esta obra, no tendrá tiempo para encontrar faltas en el jardín de los demás. En vez de juzgarlos, juzguémonos a nosotros mismos. Asegurémonos de que estamos entre los que serán contados como "elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo" (1 Ped. 1: 2). "Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros, entrañablemente, de corazón puro" (vers. 22).

Dios nos ha colocado en este mundo en mutuo compañerismo. Caminemos unidos en amor, dedicando nuestras energías a la obra de salvar almas. Al servir así a Dios en santa camaradería, comprobaremos que somos obreros juntamente con El (Manuscrito 75a, del 18 de diciembre de 1900, "No juzguéis").

martes, 16 de diciembre de 2014

EL CUIDADO DE DIOS POR SU PUEBLO

16 de diciembre 
EL CUIDADO DE DIOS POR SU PUEBLO


"Porque no abandonará Jehová a su pueblo, ni desamparará su heredad." Sal. 94: 14.

El Dios del cielo está en comunicación con los habitantes caídos de este planeta. No se despreocupa de nuestro mundo ni de la variedad de asuntos que lo afectan. En su Palabra se lo representa como inclinado hacia la tierra y sus habitantes, los cuales son engañados y molestados por los instrumentos satánicos. Dios escucha cada palabra que se pronuncia.

Cuando Moisés se sintió atraído por el espectáculo de la zarza que ardía y no se consumía, el Señor lo llamó: "¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: "No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios" (Exo. 3: 4-6).

Destaquemos las palabras del Señor: "Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios" (vers. 7, 8). . .

El Señor no se despreocupa de su pueblo, y castigará y reprenderá a cualquiera que lo oprima. Escucha cada gemido; oye cada oración; observa los movimientos de cada uno; aprueba o condena cada acción. Al Señor del cielo se lo representa como levantando al caído. Es el Amigo de todo el que lo ama y honra, y castigará a cuantos se atrevan a apartarlos de los senderos seguros, colocándolos en situaciones angustiosas cuando ellos tratan conscientemente de guardar el camino del Señor y de alcanzar las moradas de los justos. Ni un gorrión cae al suelo sin que lo advierta nuestro Padre celestial. Por lo tanto los hombres deben ser cuidadosos de no causar tristeza o pena a uno de los pequeños de Dios por medio de sus palabras o acciones. Si el pequeño gorrión. . . no cae al suelo sin que lo advierta nuestro Padre celestial, seguramente son preciosas las almas de aquellos por quienes Cristo murió. ¿Y no juzgará El a quienes causan dolor o chascos a aquellos por quienes Cristo dio su vida?. . .

¿Quién puede medir o anticipar el don de Dios? Por las edades, el pecado. . . interrumpió el flujo divino de la benevolencia hacia el hombre, pero la misericordia y el gran amor manifestados a la raza caída no han cesado de acumularse; no han perdido su dirección hacia la tierra. . . Dios vive y reina, y en Cristo ha derramado sobre el mundo un diluvio sanador. Nuestro Salvador hizo plena provisión para los hombres (Manuscrito 142, del 16 de diciembre de 1897, "El cuidado de Dios por sus obreros").

lunes, 15 de diciembre de 2014

OBEDIENTE A LA VISIÓN CELESTIAL

15 de diciembre
 OBEDIENTE A LA VISIÓN CELESTIAL

"Yo Ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret." Hech. 26: 9.

Muchos se colocan en posiciones donde resulta difícil mantener la integridad y preservar la pureza. Dios les advierte que huyan de Sodoma. Pero se aferran a sus propias ideas y piensan que saben qué es lo mejor, y la obra que podrían hacer fuera de las ciudades, la hacen en ellas, en nombre de la conveniencia. Agrupan en su derredor a obreros que debieran estar fuera de las ciudades. Puede ser que algunos de estos obreros sean incrédulos, pero podrían convertirse si los intereses religiosos fueran puestos en primer lugar.

El Señor llama a los que están en posiciones de confianza en su causa, a constituir centros para su obra fuera de las ciudades, a fin de que puedan agrupar en torno de ellos tanto a creyentes como a incrédulos, y hacer entonces toda provisión para darles ventajas religiosas.

Los cristianos serán examinados y probados. Pero, si tratan sinceramente de servir a Dios, se les dará fortaleza para cada conflicto. No deben prestar oído a los informes falsos que llegan a sus oídos, sino que han de avanzar, sin desviarse, por el sendero del deber. Deben aprender a pensar por sí mismos, y sus acciones deben estar siempre en armonía con la Palabra de Dios.

No se aparten del caminó para exigir, explicaciones del enemigo. Sus palabras de censura y de malicia son chispas que, si no se sopla sobre ellas ni se las alimenta, se apagarán solas. Desentiéndanse de los malos informes de aquellos cuyas lenguas están encendidas con el fuego del infierno. Si se detienen para discutir, prepararán el camino para nuevos ultrajes.

A menudo las dificultades pueden subsanarse por medio del silencio. Dejen solo al que habla mal. Realicen su obra como quien tiene un cometido sagrado que cumplir. Cuando sean criticados, avancen como si no oyeran. Sus corazones pueden sentirse heridos, sin embargo, no permitan ser apartados de su obra. Brinden su tiempo y atención a los asuntos de interés eterno.

Cristo es el ejemplo de ustedes. Vino a este mundo, y en su humanidad vivió la vida que desea que ustedes vivan. Mírenlo a El. Estudien sus planes, propósitos y medios.. Su vida es nuestro libro de texto Como Salvador divino-humano, se coloca delante de nosotros con la invitación: "Venid a mí. . . y yo os haré descansar. . . porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga" Mat. 11: 28, 30).

La vida de Cristo es una perfecta revelación del carácter de Dios. ¿Cuál es, entonces, nuestro deber? Pablo nos lo dice. Cristo se le reveló cuando estaba persiguiendo a los santos, y él declaró: "No fui rebelde a la visión celestial" (Hech. 26: 19) (Manuscrito 159, del 15 de diciembre de 1902, "Fragmentos").

domingo, 14 de diciembre de 2014

AVANCEN

14 de diciembre 
 AVANCEN

"Bastante habéis rodeado este monte; volveos al norte." Deut. 2: 3.

Vayan a trabajar, es la palabra de Señor para ustedes. No pueden ver el fin desde el principio y, sin embargo, oren, crean y avancen. "Di. . . que marchen" fue la palabra del Señor a Israel cuando estaban frente al Mar Rojo y tenían detrás al ejército de Faraón que los perseguía. Obedecieron, y al herir Moisés las aguas con su vara, he aquí que éstas se dividieron y se amontonaron a ambos lados, como muros, abriendo un sendero por el cual el pueblo pudo pasar con seguridad. Con fe y confianza avancemos en el cumplimiento de la palabra que el Señor nos ha dado, con la seguridad de que El será nuestro Ayudador y Protector.

Avancen, no con autosuficiencia y orgullo, sino llenos de fe, esperanza y valor. Los ángeles de Dios están protegiendo a los fieles. Si guardan el camino del Señor, recibirán toda la ayuda necesaria. La mayor parte de la obra del Señor fue pequeña en sus comienzos, desestimada por quienes desearon verla avanzar con fortaleza y relevancia desde el principio. Pero el Señor debe probar a sus obreros, muchos de los cuales no están capacitados para soportar el éxito, que si viniera a ellos, exaltarían al yo.

Sea el Señor alabado y magnificado. Caminen los hombres en humildad ante El, dándole la gloria y no atribuyéndola a sí mismos. Los que trabajan más exitosamente para Dios son los que pasan mucho tiempo en oración, los que dependen enteramente de El.

En muchos casos la escasez de medios que se siente está en armonía con el plan de Dios, para que su obra progrese en la misma forma como la Majestad del cielo la hizo avanzar. Deben manifestarse siempre la economía, la abnegación y un espíritu de sacrificio. Hasta el fin del tiempo la iglesia tendrá que luchar con dificultades a fin de que la obra de Dios pueda mantenerse pura y limpia, libre de la mancha del fraude o de la intriga. Dios limpiará cada una de las instituciones expulsando a los compradores y vendedores.

Crean en Dios y caminen en su consejo. Puede ser que deban luchar con dificultades, y que entonces el Señor revele su poder y sabiduría en respuesta a la oración humilde. Tengan confianza en El, un Dios que escucha y responde las oraciones. Acérquense a El y El se acercará a ustedes. Se les revelará como un Dios que puede ayudar en toda emergencia. . .

El ministerio de la Palabra no descansa solamente sobre los que predican la Palabra, sino sobre todo el que la lee y escucha. Los corazones de los componentes del pueblo de Dios pueden estar tan llenos del amor de Cristo que sus palabras de gratitud y alabanza entibien otros corazones que están en necesidad de ayuda. Este es un servicio que todos pueden realizar y que el Señor acepta como si le fuera ofrecido a El mismo. Hace eficaz al obrero ferviente, impartiéndole la gracia que reconcilia al hombre con Dios (Manuscrito 158, del 14 de diciembre de 1902, "Fragmentos").

viernes, 12 de diciembre de 2014

TRAIGAN GANANCIAS A DIOS

12 de diciembre 
TRAIGAN GANANCIAS A DIOS


"Tuyos son los cielos tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste." Sal. 89: 11.

[Muchos en este mundo] están demostrando ser deshonestos al tratar con la propiedad de Dios. No aman la verdad. Se apartan de la justicia de Cristo y cumplen sólo la letra de la ley de Dios, especialmente en relación con el mandamiento del sábado. El corazón del Salvador se apena por su conducta. Anhela salvar a toda alma que ha comprado. ¡Oh, si los hombres pudieran comprender esto y se pusieran en conexión con el gran Artífice Maestro!

Pronto el Señor vendrá a la tierra con poder y grande gloria, y la obra que debemos hacer ahora esta bosquejada en el capítulo 58 de Isaías. ¿Quién está haciendo esta obra? ¿Quién está edificando los altares del Señor? ¿Quién está preparando a la gente para el gran día de Dios? Ahora, precisamente ahora, todo el que pretende ser hijo de Dios debiera traer de sus medios a la tesorería del Señor, a fin de que haya una provisión de la cual extraer medios para proveer a los obreros de lo necesario para entrar en nuevos lugares a fin de presentar la verdad a los que nunca la han oído. No debe haber escasez en la tesorería del Señor. Es de su tesoro de donde Dios suple todas nuestras necesidades. ¿Seremos solamente consumidores? ¿No debiéramos ser productores, dando de nuestros medios a fin de que la verdad pueda ser presentada a mucha gente que reconocerá el mensaje y devolverá, a su vez, a Dios lo que le pertenece, constituyéndose así en productores?. . .

No debemos recibir solamente los dones de Dios. Con un sentido pleno de nuestra responsabilidad debemos devolverle lo que es suyo, a fin de que haya abundancia de medios en su tesorería para el avance de su obra, una abundancia de la cual sus obreros pueden extraer lo necesario para llevar el mensaje de ciudad en ciudad, y de país en país. Debiera proveerse a los abnegados obreros de Dios con los medios suficientes para hacer de su obra un éxito. . .

"De Jehová es la tierra y su plenitud" (Sal. 24: l). Este mundo es el almacén del Señor, del cual estamos extrayendo constantemente. El ha provisto frutas, cereales y vegetales para nuestro mantenimiento. Por nosotros hace que el sol brille y que caiga la lluvia. . . Toda la familia humana, tanto los buenos como los malos, están extrayendo constantemente del almacén de Dios. Muy diferente es la forma como aquellos que son tan altamente favorecidos reciben los dones del Señor y cumplen el pacto que Dios hizo con ellos. Los hizo sus administradores, indicándoles que extrajeran de su almacén para producir, y que luego le devolvieran en dones y ofrendas, para que "haya alimento en mi casa" (Mal. 3: 10) (Manuscrito 73, del 12 de diciembre de 1900, "Traed una ofrenda al Señor").

miércoles, 10 de diciembre de 2014

UNIDOS EN AMOR

10 de diciembre 
UNIDOS EN AMOR

"Amados, si Dios nos ha amado tanto, debemos también nosotros amarnos unos a otros." 1 Juan 4: 11.

El mundo contempla con alegría la desunión que se ve entre los cristianos. Los infieles se complacen. Dios pide un cambio en su pueblo. La unión con Cristo y la mutua es nuestra única seguridad en estos últimos días. No demos a Satanás la ocasión de señalar a nuestros miembros de iglesia, y decir: "Miren como se odia la gente que está bajo la bandera de Cristo. . . No tenemos nada que temer de ellos mientras empleen sus fuerzas en luchar entre sí".

Después del descenso del Espíritu Santo, los discípulos salieron a proclamar al Salvador resucitado, con un deseo único: salvar almas. Se regocijaban en la comunión con los santos. Eran tiernos, considerados, abnegados, dispuestos a realizar cualquier sacrificio en favor de la verdad. En su asociación diaria mostraban el amor que Cristo les había mandado revelar. Mediante palabras y hechos desinteresados se esforzaban por encender este amor en otros corazones. . .

Pero los cristianos primitivos comenzaron a buscar defectos. Ocupándose de los errores, estimulando la sospecha y la duda, y dando lugar a una crítica despiadada, perdieron de vista al Salvador y su gran amor por los pecadores. Se volvieron más estrictos en relación a las ceremonias exteriores, más exigentes con la teoría de la fe, más severos en sus críticas. En su celo por condenar a otros, ellos mismos erraron. Olvidaron la lección del amor fraternal que Cristo había enseñado. Y, lo que es aun más triste, no fueron conscientes de su pérdida. No se dieron cuenta de que la felicidad y el gozo estaban desapareciendo de sus vidas, y de que pronto caminaban en las tinieblas por haber excluido el amor de Dios de su corazones.

El apóstol Juan percibió que el amor fraternal se estaba desvaneciendo de la iglesia, y se ocupó particularmente de este asunto. Hasta el día de su muerte, instruyó a los creyentes al ejercicio constante del amor mutuo. . .

En la iglesia actual de Dios, el amor fraternal está faltando en gran medida. Muchos de los que profesan amar al Salvador descuidan amar a los que están unidos con ellos en el compañerismo cristiano. . .

La armonía y la unidad que existen entre los hombres de temperamentos diferentes es el testimonio más poderoso que puede darse de que Dios envió a su Hijo al mundo para salvar a los pecadores. Es nuestro privilegio dar este testimonio. Pero, para hacerlo, debemos colocarnos a las órdenes de Cristo. Nuestros caracteres deben ser moldeados en armonía con el carácter de Cristo; nuestra voluntad debe someterse a la de El (Manuscrito 143, del 10 de diciembre de 1903, "Unidad").

martes, 9 de diciembre de 2014

EL PRECIO DE NUESTRA REDENCIÓN

9 de diciembre 
EL PRECIO DE NUESTRA REDENCIÓN


"Más vuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo." Fil. 3: 20.

Mientras Cristo ascendía, con sus manos extendidas para bendecir a sus discípulos, una nube de ángeles lo recibió y lo ocultó de su vista. Mientras los discípulos esforzaban la vista para captar el último destello de su Señor que ascendía, dos ángeles de la gozosa multitud se pararon junto a ellos y les dijeron: "Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo" (Hech. 1: 11)

Los discípulos se llenaron de gran gozo. Vez tras vez repitieron las palabras que Cristo les había dicho en sus últimas lecciones, tal como están registradas en los capítulos 14, 15, 16 y 17 de Juan; y cada uno de ellos tenía alguna cosa que decir acerca de la instrucción recibida, especialmente con relación a las palabras de Juan [se citan los versículos 1-3].

La promesa de que volvería, y también el pensamiento de que les dejaría su paz, llenaron sus corazones de gozo. . .

Satanás había hecho de los hombres y mujeres sus prisioneros y los reclamaba como sus súbditos. Cuando Cristo vio que no había ser humano capaz de ser el intercesor del hombre, El mismo entró en el fiero conflicto y guerreó contra Satanás. El unigénito Hijo de Dios era el único que podía librar a los que estaban sujetos a Satanás por el pecado de Adán.

El Hijo de Dios accedió a que Satanás ensayara todas sus estratagemas contra El. El enemigo había tentado a los ángeles en el cielo y después al primer Adán. Este cayó, y Satanás supuso que tendría éxito en entrampar a Cristo después que El asumiera la humanidad. Toda la hueste contempló esta lucha como la oportunidad de obtener la supremacía sobre Cristo. Habían anhelado tener la ocasión de mostrar su enemistad contra Dios. Cuando los labios del Maestro fueron sellados por la muerte, Satanás y sus ángeles imaginaron que habían obtenido la victoria. Fue el sentimiento de que pesaba sobre El la culpabilidad del mundo entero lo que produjo en Cristo una angustia indecible. En esta lucha mortal el Hijo de Dios podía depender únicamente de su Padre celestial; todo fue por la fe. El mismo era el rescate, el don dado para la liberación de los cautivos. Por su propio brazo había traído salvación a los hijos de los hombres, pero ¡a qué costo para sí mismo!. . .

¡Qué espectáculo fue este conflicto! Sirvió para mostrar al universo celestial la justicia de Dios (Manuscrito 125, del 9 de diciembre de 1901, "La invariable Ley de Dios").

lunes, 8 de diciembre de 2014

VUESTRA REDENCIÓN ESTA CERCA

8 de diciembre 
"VUESTRA REDENCIÓN ESTA CERCA"


"Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca." Luc. 21: 28.

Debemos estar más cerca de Dios. En nuestra vida diaria debiera manifestarse más de Cristo y de su gracia, y menos del yo. Vivimos en un período importante de la historia. El fin de todas las cosas está cerca; las arenas del tiempo se escurren rápidamente; pronto se oirá en el cielo: "Consumado es" "El que es santo, santifíquese todavía"; "y el que es inmundo, sea inmundo todavía"(Apoc. 21: 5; 22: 11). . .

"Como pueblo, limpiemos nuestras filas de la contaminación moral y de los pecados que agravian. Cuando el pecado hace avances sobre el pueblo que pretende elevar la norma moral de la justicia, ¿cómo podemos esperar que Dios manifieste su poder en nuestro favor y nos salve como si practicáramos la justicia?"

"Toda la sagacidad del mundo no podrá librarnos del terrible zarandeo, ni los esfuerzos que se hagan con altas autoridades quitarán de nosotros el castigo de Dios, precisamente porque hay pecados acariciados. Si como pueblo no nos mantenemos en la fe, si sólo abogamos con la pluma y con la voz en favor de los mandamientos de Dios pero no los guardamos, violando premeditadamente algunos de ellos, la debilidad y la ruina vendrán sobre nosotros. Esta es una obra que debemos realizar en todas nuestras iglesias. Cada hombre debe ser un cristiano. . ."

"Satanás realizará milagros para engañar; exhibirá su poder supremo. Podrá parecer que la iglesia está a punto de caer. Permanecerá, pero los pecadores que haya en Sión serán echados fuera al ser separada la paja del precioso trigo. Será una prueba terrible, pero debe ocurrir. Nadie, excepto los que hayan vencido mediante la sangre del Cordero y la Palabra de su testimonio, se encontrará entre los leales y veraces, sin mancha ni contaminación de pecado, sin engaño en su boca. Debemos despojarnos de nuestra justicia propia y ataviarnos con la de Cristo."

"El remanente que purifique sus almas por la obediencia a la verdad se fortalecerá mediante este proceso de prueba, y mostrará la belleza de la santidad en medio de la apostasía. Cristo les dice: "En las palmas de las manos te tengo esculpida" "(Isa. 49: 16). Su memoria será eterna. Ahora necesitamos fe, una fe viviente. . .

Queridos hermanos, el Señor viene. Eleven sus pensamientos, levanten sus cabezas y regocíjense. Oh, pensaríamos que quienes escuchan las nuevas y pretenden amar a Jesús, estarían llenos de un gozo inexpresable, pleno de gloria. Esta es la buena y gozosa noticia que debiera inflamar cada alma, que debiera repetirse en nuestros hogares y contarse a aquellos con quienes nos encontramos (Carta 55, del 8 de diciembre de 1866, dirigida a G. l. Butler, presidente de la Asociación General, y a S. N. Haskell, un obrero destacado).

jueves, 4 de diciembre de 2014

LA PALABRA DE DIOS ES VERAZ

4 de diciembre 
LA PALABRA DE DIOS ES VERAZ

"Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová." Isa. 54: 17.

La gran apostasía, que se desarrolla e incrementa en forma creciente. . . continuará así hasta que el Señor descienda del cielo con aclamación. Debemos aferrarnos a los principios originales de nuestra fe denominacional y avanzar con fortaleza y fe crecientes. Debemos atesorar la fe sustentada por el Santo Espíritu de Dios desde los primeros acontecimientos de nuestra experiencia hasta el tiempo presente. Necesitamos ahora una fe que aliente, que sea más profunda, más ferviente e inconmovible en la conducción del Espíritu Santo. Si al comienzo necesitábamos la prueba manifiesta del poder del Espíritu Santo para confirmar la verdad, hoy, con el paso del tiempo, necesitarnos toda la evidencia en la confirmación de la verdad, más aun cuando vemos que las almas se apartan de la fe y prestan oído a espíritus seductores y a doctrinas de demonios. Las almas no deben languidecer ahora.

Si hubo alguna vez un tiempo cuando necesitábamos el poder del Espíritu Santo en nuestros sermones, en nuestras oraciones y en cada acción, ese tiempo es ahora. No debemos estancarnos en nuestra primera experiencia, sino que, mientras llevamos el mismo mensaje a la gente, éste debe fortalecerse y agrandarse. Debemos ver y captar la importancia del mensaje respaldado por su origen divino. Debemos avanzar en el conocimiento del Señor y saber que su salida está aparejada como el alba. Nuestras almas necesitan vivificarse en la Fuente de todo poder. Somos fortalecidos y confirmados por la experiencia pasada que nos mantiene aferrados a los puntos esenciales de la verdad que nos han hecho lo que somos.

Los últimos cincuenta años, [esto fue escrito en 1905] no han empañado ni una jota ni un principio de nuestra fe tal como la recibimos, con las grandes y maravillosas evidencias que nos dieron seguridad en 1844, después de transcurrida la fecha. Las almas que languidecen deben ser afianzadas y vivificadas por la Palabra de Dios. . . Ni una sola palabra ha sido cambiada o anulada. Lo que el Espíritu Santo testificó que era la verdad después de transcurrida la fecha del gran chasco, es el fundamento sólido de la verdad. Fueron revelados los pilares de la verdad y aceptamos los principios fundamentales que han hecho de nosotros lo que somos: adventistas del séptimo día, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús.

¿No ardían los corazones de los discípulos cuando Jesús les hablaba por el camino y les abría las Escrituras? ¿No nos ha abierto el Señor Jesús las Escrituras y nos ha presentado cosas que habían sido mantenidas en secreto desde la fundación del mundo? (Carta 326, del 4 de diciembre de 1905, dirigida a W. C. White).

miércoles, 3 de diciembre de 2014

SEAN PRIMEROS EN BUENAS OBRAS

3 de diciembre 
SEAN PRIMEROS EN BUENAS OBRAS

"Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?" Sant. 2: 14.

Oculto en la columna de nube, Cristo era el conductor de su pueblo. Les dio estatutos y leyes a fin de que mediante la obediencia a sus requerimientos pudieran ser llamados su pueblo. Les otorgó las gracias del cielo, pero esperaba que ellos, a su vez, compartieran sus bendiciones con otros menos favorecidos. Así es como El trata con un pueblo escogido de hoy. . .

Nada alegra más al enemigo que ver a los componentes del pueblo de Dios luchando entre sí. Todos necesitamos diariamente el poder convertidor de la gracia divina, porque muchas de nuestras iglesias están apostatando. Sus integrantes no revelan la vida cristiana genuina y el espíritu del Maestro. Se podría hacer cien veces más de lo que se está haciendo para difundir el mensaje del Evangelio en lugares cercanos y distantes. . .

Tengo un mensaje para nuestras iglesias. . . Debe haber una consagración aun más profunda que la que se ha visto, o muchos no estarán preparados para entrar en la santa ciudad. Existe en algunos un deseo de ser los primeros, de gobernar. Es correcto desear ser primeros en buenas obras, en el logro de las gracias cristianas, pero a muchos se pueden aplicar hoy las palabras de Cristo, registradas en Mateo 7. Lean y estudien cuidadosamente este capítulo. Son palabras de Cristo, y es deber de cada individuo obrar diligentemente para la salvación de su propia alma. . .

Debemos desarrollar la obra del Señor en forma unida. Firme y decididamente hemos de proclamar las palabras de Dios. Pero debemos ser cuidadosos para no crear prejuicios innecesarios. Nadie se permita, ya sea en conversaciones o en discursos, lanzar estocadas agudas, porque por este medio se han cerrado puertas y se han perdido oportunidades.

Si nuestras iglesias estuvieran bien despiertas no veríamos influencias ponzoñosas como las que ahora están obrando, ni caer en las trampas de los sofismas del maligno a muchos que debieran comprender la verdad. Satanás está trabajando entre el pueblo de Dios en la misma forma como lo hizo entre los ángeles de las cortes celestiales, y muchos están cayendo en sus trampas.

Los juicios de Dios están [cayendo] en la tierra y nuestro testimonio debe darse bajo la influencia del Espíritu Santo. Ahora, precisamente ahora es el tiempo en que debemos trabajar bajo la Influencia santificadora del Espíritu Santo. Debemos dar el mensaje apresuradamente, línea sobre línea. Los hombres se verán forzados a tomar una decisión, y es nuestra responsabilidad hacer que tengan la oportunidad de comprender la verdad a fin de que, inteligentemente, puedan tomar posiciones en el bando correcto (Manuscrito 101, del 3 de diciembre de 1906, "El Señor ama al dador alegre").

martes, 2 de diciembre de 2014

ORACIÓN DURANTE LA NOCHE

2 de diciembre
 ORACIÓN DURANTE LA NOCHE

"Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba y nada inicuo hallaste; he resuelto que mi boca no haga transgresión". Sal. 17: 3.

Anoche [1º de diciembre] pasé por una gran experiencia. Me pareció estar en una reunión en la que había numerosas personas; muchos eran creyentes y algunos, incrédulos. En cierto momento los presentes se dividieron en varios grupos pequeños. Yo sentía una carga especial y había dirigido mis comentarios a unos pocos que estaban siendo tentados por el enemigo. Albergaban ideas que no eran correctas, y que los conducían a negar la verdad. El tiempo en el cual vivimos es un periodo de gran tentación, en el cual existe el peligro de dar oído a sugerencias y sentimientos erróneos procedentes de espíritus seductores, de vincularnos con ángeles malos, y de presentar tales ideas como la verdad presente. Se manifestaba un profundo interés en el escudriñamiento de las Escrituras.

Sentí una necesidad especial de orar; el peligro en que se hallaban estas almas representaba un peso demasiado grande para mí. Derramé la carga de mi alma delante del Señor, intercediendo fervientemente para que Dios quebrantara el poder del enemigo y nos liberara, a fin de que las mentes de los amados que estaban siendo tentados fueran libradas y la verdad preciosa brillara en medio de las tinieblas morales. Presenté mi ruego al Señor para que viniera en ayuda de su pueblo y magnificara la verdad, a fin de que los desaprensivos no fueran engañados durante este periodo de gran peligro. Presenté delante del Señor nuestra gran necesidad; que fuera otorgada a su pueblo una ayuda especial, en armonía con la estabilidad de sus atributos [de Dios], para que obrara en nuestro favor y contestara nuestras oraciones para gloria de su propio nombre.

Me sentía como que me elevaba cada vez a mayores alturas. Intercedí ante Dios para que accediera a nuestras fervientes súplicas y permitiera que su verdad para este tiempo apareciera en toda su dignidad, su belleza y su gracia salvadora; que así como a menudo había dado a conocer su amor y su poder especiales, y había hecho que la verdad apareciera en toda su fuerza y autoridad, hiciera conocer otra vez su verdad clara y sagrada, sin mezcla de paja. . . Seguí intercediendo, y sentí que el Señor se había comprometido consigo mismo. Se produjo la victoria y desperté pregonando audiblemente, con gozo, que el Señor nos había manifestado su gracia, su verdad y su salvación. Por lo que comentaron los miembros de mi familia supe que mi oración había sido pronunciada en voz alta mientras dormía.

La preciosa bondad y el amor de Dios para conmigo me dieron consuelo, fortaleza y gozo. Sentí que se renovaban en mí la esperanza y el ánimo porque llegaría la liberación para las almas. La Palabra de Dios permanecerá eternamente y para siempre (Manuscrito 177, del 2 de diciembre de 1903").

lunes, 1 de diciembre de 2014

EL CONFLICTO INVISIBLE

1 de diciembre 
EL CONFLICTO INVISIBLE

"Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia." Efe. 6: 14.

El enemigo va tras las huellas de cada uno, y si hemos de resistir las tentaciones que nos asaltan desde afuera y desde adentro, necesitamos estar seguros de que estamos del lado del Señor, que su verdad está en nuestros corazones, manteniendo alertas nuestras almas, listas para hacer sonar la alarma y llamar a la acción contra todo enemigo. Sin esta defensa, en medio de enemigos invisibles seremos semejantes al mimbre que se dobla ante el viento, sacudido y agitado por sus ráfagas. Pero si Cristo mora en el alma podemos ser fuertes en el Señor y en el poder de su fortaleza. . .

La mente puede expandirse y ennoblecerse, y debiera concentrarse en las cosas celestiales. Debemos cultivar nuestras facultades hasta lo sumo, o fracasaremos en alcanzar la norma de Dios. A menos que... [la mente] esté orientada hacia el cielo, llegará a ser fácil presa de las tentaciones de Satanás y se ocupará en proyectos y empresas mundanales que no tienen una conexión especial con Dios. . . Todo el cielo, la devoción, la energía inquieta y un deseo febril se volcarán en esta obra, y el diablo que está cerca se reirá al ver el esfuerzo humano tan perseverantemente empeñado detrás de un propósito que nunca se alcanzará...

Ser independientes en algunos aspectos es un deber que nos debemos a nosotros mismos. Pero es aquí donde el enemigo se introduce con sus trampas engañosas. El orgullo toma el lugar de la humildad. Y cuando Ud. o yo confiamos en nuestros propios recursos, en nuestra propia sabiduría, y buscamos el consejo de nuestro propio corazón, nuestra porción final será el chasco, la vergüenza y la confusión. Estamos en el buen camino del triunfo solamente cuando nos mantenemos estrechamente conectados con Dios y nos ceñimos toda la armadura de la justicia. . .

No es suficiente que crea en la verdad; es esencial que sienta el poder de ella. Esta debiera tener una influencia constante y perdurable sobre la mente. Pero se favorecen proyectos de ensueño que obstruyen el camino hacia los principios de origen celestial, profundos y cabales. Las cosas de esta vida tienen preferencia en relación con los intereses que pertenecen a la vida futura e inmortal. Lo común y lo terrenal apagan el sentido de lo eterno.

Hay una salvaguardia contra los engaños y trampas de Satanás: la verdad tal cual es en Jesús. La verdad implantada en el corazón, nutrida por la vigilancia y la oración, alimentada por la gracia de Cristo, nos dará discernimiento. La verdad debe permanecer en el corazón, debe experimentarse su poder a pesar de los atractivos y encantos de Satanás; y tanto su experiencia como la mía deben demostrar que la verdad purifica y bendice el alma (Carta 17, del 10 de diciembre de 1886, dirigida a un destinatario desconocido).

domingo, 30 de noviembre de 2014

BUSQUE AYUDA EN DIOS

30 de noviembre 
BUSQUE AYUDA EN DIOS

Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. Sal. 16: 11.

La Biblia debe ser la regia de las prácticas de su vida, porque todos los que siguen sus enseñanzas son hechos sabios para la salvación.

Ud. no puede depender de su propia justicia. Si hace del Señor su confianza constante, no se sentirá confundido. Para tener poder sustentador, confíe plenamente en Aquel que comprende todas sus necesidades espirituales. Dios es muy compasivo. Dependa solamente de El. La justicia de Cristo expía sus pecados. El está intercediendo en su favor. Busque agradarle guardando todos sus mandamientos.

Cuanto más estemos relacionados individualmente con la Biblia, y cuanto más sincera y celosamente nos critiquemos a nosotros mismos, comparando nuestros corazones y vidas con la norma de los requerimientos divinos, tanto más completamente confiaremos en la sabiduría que no puede errar. Por medio de la fe aceptaremos la promesa dada a los que reciben a Cristo como su Salvador personal, la promesa de que les dará poder para llegar a ser hijos e hijas de Dios.

Mi hermano, mantenga siempre delante de Ud. la perfección del carácter de Cristo. No importa cuál sea el juicio humano pronunciado en su caso, recuerde que Dios no ha autorizado a ningún instrumento humano para que sea el juez de su prójimo. Confíe en Dios siempre, y encontrará que es todopoderoso para guardarlo. Será una defensa siempre presente, y totalmente suficiente contra la porfía de las lenguas que Satanás inspira para confundir, debilitar y desanimar. . .

El Amigo de los pecadores sabe cómo ayudar, fortalecer y bendecir a los que, habiendo pecado, vuelven a Dios. Los que busquen a Dios de todo su corazón, encontrarán en El una ayuda presente en todo tiempo de necesidad. Sanará a los descarriados en lugar de denunciarlos y quebrantarlos. Oirá las oraciones de arrepentimiento y perdonará a los arrepentidos, haciéndoles bien, de acuerdo con las riquezas de su gracia...

Eleve su corazón y su alma en alabanza a Dios porque lo ha reconocido como su hijo. El lo hará su mano ayudadora y lo bendecirá en la obra de ayudar a otras almas. El Espíritu Santo trabajará en cada corazón susceptible a su influencia santa. La justicia de Cristo irá delante de él, y la gloria del Señor será su retaguardia (Carta 192, del 30 de noviembre de 1902, dirigida a W. O. Palmer, uno de los ayudantes de J. E. White en el trabajo en favor de la gente de color en los estados del sur).347

sábado, 29 de noviembre de 2014

DIOS NO ES LA NATURALEZA, SINO EL DIOS DE LA NATURALEZA

29 de noviembre 
DIOS NO ES LA NATURALEZA, SINO EL DIOS DE LA NATURALEZA

"Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas y por tu voluntad existen y fueron creadas." Apoc. 4: 11.

El corazón es el lugar donde la verdad comienza su obra. La verdad será un poder en la vida y en el carácter. Si es recibida y apreciada en el corazón, actuará como la levadura de un principio dador de vida, cambiando todo el ser.

La verdad tiene poder para transformar las enseñanzas de Cristo en espíritu y vida. Si se la estima y respeta, desviará al hombre de sus malos caminos. La verdad y el error no pueden habitar en el mismo corazón. "El que no es conmigo, contra mí es"-declara Cristo-" y el que conmigo no recoge, desparrama" (Mat. 12: 30).

La sabiduría, el intelecto, el poder no son Dios. Pero Dios es el Autor de toda sabiduría, toda gracia y todo poder. El dio a Lucifer toda su sabiduría y poder, y sin embargo ese intelecto no era Dios mismo. Hemos de conocer a Dios por su revelación en sus obras maravillosas. ¿Quién puede encontrar a Dios por medio de la investigación? Esto no es parte de nuestra obra. El carácter de Dios está expresado en los Diez Mandamientos. La ciencia de toda bondad, verdad y justicia, es conocer a Dios como El es. Debemos obedecer toda expresión de su carácter como lo revela su Ley.

Dios requiere obediencia, no con el propósito de mostrar su autoridad, sino para que podamos ser uno con El en carácter. Encontraremos en Dios los atributos necesarios para formar caracteres a su semejanza. Debemos formar caracteres que estén en armonía con la Deidad. Así cada aptitud de nuestra naturaleza se espiritualizará.

No podemos representar correctamente, en palabras, la gloria y majestad de Dios. Está más allá de toda expresión. Pero podemos disfrutar de la contemplación de Dios y del sentido de su presencia. Podemos saber acerca de El todo lo que los seres humanos pueden sobrellevar. Podemos hablar con El en oración.

A veces, cuando nuestra fe se eleva a El completamente, conversamos con El, y por fe soportamos la vista del Invisible. La fe nos lo revela y podemos contemplar todo lo que nuestra humanidad permite. Cuando, en tiempos de problemas y perplejidades, confiamos en El completamente, tenemos la viva sensación de su presencia y poder regocijantes y envolventes. Comprendemos que el Señor es, ciertamente, nuestra fortaleza y nuestra doté por siempre. Podemos, ser uno con Cristo en Dios. Pero nunca intentemos definir a Dios como una esencia. Nunca, nunca aventuremos un paso en el camino de poner a Dios en el lugar de las cosas de su creación (Manuscrito 126, del 29 de noviembre de 1905, "Advertencia contra peligros del presente"). 346

viernes, 28 de noviembre de 2014

DEJEMOS EL YO EN LAS MANOS DE DIOS

28 de noviembre 
DEJEMOS EL YO EN LAS MANOS DE DIOS

"Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre." Juan 10: 29.

Debemos elevarnos a un grado más alto en el tema de la fe. Tenemos tan poca fe. La Palabra de Dios es nuestro respaldo. Debemos tomarla, creyendo sencillamente cada palabra. Con esta seguridad podemos pedir grandes cosas, y de acuerdo con nuestra fe nos serán concedidas. . . Si humillamos nuestros corazones delante de Dios; si buscamos morar en Cristo, tendremos una experiencia más santa y elevada. . .

La verdadera fe consiste en hacer precisamente las cosas que Dios ha ordenado, no las que no ha mandado. Los frutos de la fe son la justicia, la verdad y la misericordia. Necesitamos caminar a la luz de la Ley de Dios; y entonces las buenas obras serán el fruto de nuestra fe, los resultados de un corazón renovado cada día. . .

De ninguna manera debemos convertir el yo en nuestro dios. Dios se dio a sí mismo para morir por nosotros, a fin de purificamos de toda iniquidad. El Señor llevará a cabo esta obra de perfección en nosotros si le permitimos que nos controle. El lleva a cabo esta obra para nuestro bien y para la gloria de su nombre...

La obra de justificación no puede ser realizada a menos que ejercitemos una fe implícita. Actuemos cada día bajo el poder todopoderoso de Dios que obra en nosotros. El fruto de la justificación es serenidad y seguridad eternas. Si hubiéramos ejercitado más fe en Dios y confiado menos en nuestras propias ideas y sabiduría, Dios habría manifestado su poder sobre los corazones humanos de una manera señalada. Por medio de la unión con El, por medio de la fe viviente, tenemos el privilegio de gozar de la virtud y la eficacia de mediación. En consecuencia, somos crucificados, muertos y resucitados con Cristo, para caminar en novedad de vida con El.

No debemos sostenemos con nuestras propias manos. Debemos abandonar el yo en las manos de Dios. . . Nuestra falta de fe es la razón por la cual no hemos visto más del poder de Dios. Ejercitamos más fe en nuestras propias obras que en la obra de Dios por nosotros. Dios dispuso que se hiciera todo lo posible para que pudiéramos estar corazón con corazón, mente con mente, hombro con hombro. La falta de amor y confianza entre nosotros debilita nuestra fe en Dios.

Necesitamos orar como nunca hemos orado por el bautismo del Espíritu Santo, porque, si hubo alguna vez un tiempo cuando necesitamos ese bautismo, es ahora. No hay nada que el Señor nos haya dicho más frecuentemente que nos concedería, ni nada por lo que su nombre sería más glorificado al dárnoslo, que el Espíritu Santo. Cuando participemos de este Espíritu, los hombres y las mujeres nacerán de nuevo. . . Las almas que una vez estuvieron perdidas, serán encontradas y traídas de regreso (Carta 105, del 28 de noviembre de 1898, dirigida al pastor S. N. Haskell y su esposa).