viernes, 31 de agosto de 2012

CRISTO MANTIENE ELEVADA LA NORMA


CRISTO MANTIENE ELEVADA LA NORMA
31 de agosto

"Como le has dado potestad sobre toda carne, para que, dé vida eterna a todos los que le diste." Juan 17: 2. 

Dios quiere que cada hombre estime a Cristo, que es el Autor y Consumador de nuestra fe. Como cristianos debemos ejercitar en palabras y en acciones los nobles rasgos de carácter que moran en Jesucristo, como el más excelso don que pueda otorgarse al alma humana. ¿Se apartará de la iniquidad todo el que mencione el nombre de Cristo? El término empleado aquí no siempre significa las formas groseras de pecado. Significa cada acción que no nos gustaría encontrar en el cielo. De esas acciones hemos de alejarnos. No debemos practicarlas en esta vida, ni en la familia ni en la iglesia. Todos los que entren en el cielo donde está Jesús tendrán en esta vida las características que constituyen un cielo aquí abajo. Benditos y benéficos son los rayos de luz del Sol de Justicia que están ahora derramándose -luminosos y curativos- sobre todo el que abre las ventanas del alma hacia el Cielo. 

Hay muchos que, aunque profesan ser cristianos, estropearían el cielo si fueran trasladados con el espíritu y el carácter que ahora poseen. Sus vidas están llenas de mundanalidad; sus temperamentos no están santificados; albergan prejuicios que nunca deberían existir; son totalmente humanos. Una atmósfera tan diferente del carácter de Cristo ha rodeado al alma, que no podrían disfrutar el cambio de la tierra al cielo. 

Este mundo es nuestra escuela, donde hemos de ser probados y examinados para ver si nos convertimos en mayordomos de la gracia de Jesús. El poder de ésta ha de obrar en los hijos de desobediencia hasta que Cristo mismo, la esperanza de gloria, se forme dentro. Antes que podamos ver el cielo deberemos revelar que estamos convertidos, que hemos nacido de nuevo. ¿Comenzaremos ahora a esforzarnos como humildes aprendices de Jesucristo? ¡Oh, cuán infinitos son su amor y gracia! ¡Cuán superior a todo precio es el amor que El mostró por el hombre caído! Cristo, porque nos ama, mantiene elevada la norma, y tomará nuestras inclinaciones y las hará semejantes a las suyas. . .  

Por medio de la fe todos pueden recibir mucho si abren hacia lo alto las ventanas del alma para dejar que el Sol de Justicia brille en ella, y cierran sus ventanas a la tierra, a las nieblas y miasmas de la atmósfera terrenal. . . Hemos de aceptar los métodos y las obras de Dios, no importa por medio de quién los envíe. Hemos de seguir humildemente en la senda del Señor. 

La manera de testificar al mundo que somos seguidores de Cristo es manifestar amor desinteresado los unos por los otros, no procurando la supremacía. . . 

Oh, que el Señor impresione a su pueblo de tal manera que pueda contemplar su gloria y exclamar: ¡He visto al Rey, al Señor de los Ejércitos! (Manuscrito 31, 1903, "Acerca de la firma de contratos"). 

jueves, 30 de agosto de 2012

CRISTO, LA ESCALERA


CRISTO, LA ESCALERA
30 de agosto


"Se juntan contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente. Mas Jehová me ha sido por refugio, y mi Dios por roca de mi confianza." Sal. 94: 21, 22. 

Firmemente clavada en la tierra, y extendiéndose hacia el cielo, hasta el trono de Dios, hay una escalera de refulgente esplendor. El Señor está en el extremo de ésta y su luz brilla en toda su longitud. Esta escalera es Cristo. Con cada peldaño que suben, se están aproximando paso a paso al compañerismo con los sufrimientos de Cristo y se están moldeando a la semejanza divina. Los ángeles de Dios están constantemente ascendiendo y descendiendo por esta gloriosa escalera. Ellos no les permitirán caer si mantienen su vista fija en la gloria de Dios, que está en el extremo de la misma. Algunos están tratando de asirse del último peldaño, sin comenzar por el primero. . . 

Satanás está procurando arrojar su sombra infernal a lo largo del sendero para obstaculizar su viaje rumbo al cielo. Actúen como si tuvieran dentro de ustedes el poder de lo alto, de modo que en el nombre de Jesucristo de Nazaret puedan resistir el poder que está trabajando intensamente desde abajo. Tener en el corazón el espíritu dulce y tierno de Jesucristo es más importante que cualquier monto de autosuficiencia y ensalzamiento propio, que los separan de Cristo. 

El enseña a la humanidad a no ser nunca autosuficiente. Dice: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas" (Mat. 11: 29). Aprendan del que fue manso y humilde de corazón; del que prometió: "Hallaréis descanso para vuestras almas". Esta maravillosa experiencia será realidad, y podrán decir "¡Lo conozco a El! ¡Lo conozco! Lo he probado; lo he probado, y nunca me ha fallado". . . 

Si elevan sus peticiones a Dios, El asegura que los oye. ¿Qué evidencias tienen? ¿Se sienten mejor que antes? ¿Piensan y examinan sus sentimientos para ver si ha ocurrido un gran cambio interior? Deben avanzar apoyados en la Palabra de Dios y seguir derecho hacia adelante, sabiendo que El responde sus oraciones porque ha prometido dar, si ustedes lo piden. Ejercitando así la fe logran respuestas a sus peticiones. A medida que trabajen para contestar sus propias oraciones, descubrirán que el Señor se les revela como no lo hace con el mundo. . . 

Comiencen ahora a ascender más y más arriba. Valoren las cosas celestiales por encima de las atracciones y los móviles terrenales. . . Aprendan a orar; aprendan a dar un testimonio claro e inteligente, y Dios será glorificado en ustedes. Si confían en El, si le encomiendan el cuidado de sus almas como a un fiel Creador, tendrán la dulce seguridad de su amor (Manuscrito 85, del 30 de agosto de 1901, "Los maestros tienen un Cristo permanente", tema presentado en una convención de maestros de escuela primaria en Healdsburg, California). 

miércoles, 29 de agosto de 2012

EL CIELO DIO SU MAS PRECIADO TESORO


EL CIELO DIO SU MAS PRECIADO TESORO
29 de agosto


"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3: 16. 

Después que el Salvador ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches, "tuvo hambre". Entonces fue cuando Satanás se le apareció. Vino aparentando ser un hermoso ángel del cielo, declarando que Dios lo había comisionado para poner fin al ayuno del Salvador. "Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan" (Mat. 4: 3). Pero en la insinuación de desconfianza de Satanás, Cristo reconoció al enemigo cuyo poder había venido a resistir en la tierra. No aceptaría el desafío, ni sería conmovido por la tentación. Se mantuvo firme en lo afirmativo. "No sólo de pan vivirá el hombre"," dijo, "sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (vers. 4). 

Cristo se sostuvo por toda palabra de Dios, y prevaleció. Si nosotros asumiéramos la misma actitud cuando somos tentados, negándonos a acariciar la tentación o a discutir con el enemigo, la misma experiencia sería nuestra. Cuando nos detenemos a razonar con el diablo es cuando somos vencidos. Es tiempo de que individualmente tomemos conciencia de que estamos en plena contienda, optemos por la afirmativa a los ojos del Señor, y allí permanezcamos. Así obtendremos el poder divino prometido. "Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia" (2 Ped. 1: 3). 

Existe cosa semejante como ser partícipe de la naturaleza divina. Todos seremos tentados en diversas maneras, pero en tales circunstancias es necesario que recordemos que se hizo provisión por medio de la cual podemos vencer. . . El que verdaderamente cree en Cristo es hecho partícipe de la naturaleza divina, y tiene poder del que puede apropiarse frente a cada tentación. No caerá en ésta ni será abandonado a la derrota. En tiempo de prueba reclamará las promesas, y gracias a ellas escapará de las corrupciones que llenan el mundo por la concupiscencia. 

Pensamos que nos cuesta permanecer en esta posición ante el mundo; y así es. Pero, ¿cuánto costó nuestra salvación al universo celestial? Para hacernos partícipes de la naturaleza divina el Cielo dio su más preciado tesoro. El Hijo de Dios puso a un lado su manto real y su corona regia, y vino a nuestro mundo como un niño. Se prometió a sí mismo llevar desde la infancia hasta la adultez una vida perfecta. Se dedicó a mantenerse en un mundo caído como representante del Padre. Y moriría en favor de la raza perdida. ¡Qué obra fue ésta! Si fracasaba, si era vencido por la tentación, un mundo se perdería (Manuscrito 99a, del 29 de agosto de 1908, "Llamados por su gloria y excelencia", sermón predicado en Loma Linda, California). 

martes, 28 de agosto de 2012

EL MENSAJE DEL TERCER ÁNGEL ES SEGURO


EL MENSAJE DEL TERCER ÁNGEL ES SEGURO
28 de agosto


"Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero." Apoc. 14: 9, 10. 

El Señor desea que la obra del mensaje del tercer ángel se realice con creciente eficiencia. Así como obró en todas las edades para dar victorias a su pueblo, en este tiempo anhela alcanzar el cumplimiento triunfal de sus propósitos para su iglesia. Ordena a los santos que avancen unidos, marchando de fortaleza a una fortaleza mayor, de fe a una mayor seguridad y confianza en la verdad y la justicia de su causa. 

Tengamos siempre presente que nuestra obra ha de progresar. Hemos de continuar conociendo al Señor. El comprende los principios que impulsan cada mente. Ha sido testigo del rumbo persistente y rebelde de algunos a quienes amonestó y aconsejó reiteradamente. Su ojo que todo lo ve ha notado la desafiante continuación de los planes humanos. El camino del hombre está delante de Dios. El conoce los pensamientos. "Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos" (Prov. 15: 3). El mira hasta los confines de la tierra y ve lo que hay debajo de todos los cielos. El Señor escudriña los corazones. 

Hemos de permanecer firmes como una roca en los principios de la Palabra de Dios, recordando que El está con nosotros dándonos fuerzas para enfrentar cada experiencia nueva. Mantengamos siempre los principios de justicia en nuestras vidas, para que podamos avanzar de fortaleza en fortaleza en el nombre del Señor. Hemos de guardar como muy sagrada la fe que ha sido verificada por la instrucción y aprobación del Espíritu de Dios desde nuestra temprana experiencia hasta el presente. . . 

Cuando el poder de la verdad se sienta en el alma, sus principios dirigirán la vida diaria y aparecerá la piedad genuina. Use sus capacidades para lograr decididos movimientos de reforma en las iglesias. Reúna a su alrededor a quienes son fieles como el acero a estos principios, y el Señor será glorificado en la labor que se lleve a cabo. Resuelva cada obrero que no fracasará ni se desanimará. 

Despierte a la gente a la importancia de los tiempos en que vivimos, de modo que pueda ponerse bajo la disciplina de Cristo. En su vida humana Cristo reveló una naturaleza divina: ningún defecto se manifestó en su carácter. Contemplando su vida de renunciamiento y sacrificio para ministrar la verdad al mundo, las vidas pueden ser transformadas, y pueden aprender a reflejar su imagen. . . 

No seamos indiferentes a nuestra responsabilidad de formar caracteres justos, sino pongámonos bajo la influencia modeladora del Espíritu Santo para desarrollar caracteres que reflejen la vida divina (Carta 66, del 28 de agosto de 1911, dirigida a S. N, Haskell, presidente de la Asociación de California). 

lunes, 27 de agosto de 2012

ATRÉVANSE A SER COMO DANIEL


ATRÉVANSE A SER COMO DANIEL
27 de agosto


"Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse." Dan. 1: 8. 

El primer capítulo de Daniel enseña que lo que comemos y bebemos ejerce influencia sobre las facultades de la mente, y que si queremos tener cuerpos sanos y mentes despejadas debemos ser cuidadosos en nuestra dieta. Si somos negligentes en este aspecto y comemos simplemente para agradar el paladar, los órganos del aparato digestivo se dañan, la mente se perturba, y ninguno de ellos puede funcionar tan plenamente como Dios se propuso que lo hicieran. . . 

Daniel y sus compañeros decidieron excluir de su alimentación todo lo que los contaminara, y un poder de lo alto obraba en armonía con sus esfuerzos. Como resultado tuvieron el privilegio de poder seguir su propio rumbo en el logro de su educación. Y la que obtuvieron fue mejor que la alcanzada por cualquiera de los hechiceros, astrólogos o sabios en todo el reino. 

Los que deseen tener una relación correcta con Dios necesitan estudiar el plan de Daniel. Este quedó claramente demostrado. Ustedes también pueden comprobarlo. Muchos piensan que quienes adoptan la reforma pro salud sufren la pérdida de fortaleza física, pero si lo intentaran, cambiarían de parecer. . . 

Daniel ocupó una posición de mucha responsabilidad en Babilonia. Siempre existirán los que ocupan puestos de menor responsabilidad; pero cualquiera sea la tarea, nuestro ejemplo debe ser tal que conduzca a otros por la senda correcta. Debemos humillarnos delante de Dios, orar y confiar en El. No oramos ni la mitad de lo que deberíamos orar con nuestras familias y a solas con el Señor. Hay un mundo que salvar, y cada talento debería ser empleado en su servicio. Puede ser que no estén en condiciones de alejarse de sus familias, pero aun así pueden hacer una obra para Dios, y por su personal manera de obrar pueden alentar a los que tienen que realizar obra misionera. 

No podemos desperdiciar ninguna oportunidad para perfeccionar un carácter cristiano. No importa qué experiencias puedan tener los demás, recuerden que ustedes, en su posición y lugar serán probados individualmente. Vendrán tiempos cuando enfrentarán situaciones desfavorables, pero en tales momentos imploren a Dios, confíen en El y anden en sencillez de fe ante el Señor. Los ángeles del cielo impresionarán sus mentes. No dejen que éstas se llenen del yo y de los intereses propios. 

Hoy el Señor nos observa con misericordia y amor. ¿Quiénes seguirán su voluntad? ¿Quiénes se ejercitarán para vencer el temperamento impaciente, recordando que las palabras que pronuncian las dicen a los oídos de los ángeles? Estos agentes santos están continuamente ministrando en nuestro favor (Manuscrito 73, del 27 de agosto de 1909, "Lecciones del primer capítulo de Daniel", sermón predicado en el congreso anual de Council Grove). 252 

domingo, 26 de agosto de 2012

CRISTO PURIFICA CON UN PROPÓSITO


CRISTO PURIFICA CON UN PROPÓSITO
26 de agosto


"Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto." Juan 15: 1, 2. 

Cuando nos sobrecojan las pruebas, no meditemos en la magnitud de ellas, ni pensemos que no podemos gozarnos en el Señor. Es cierto que tendremos sentimientos cambiantes. Pasaremos por momentos de desánimo y depresión. ¿Pero viviremos por sentimiento o por fe? Cuando nuestros hermanos y amigos hablen imprudentemente, no nos descorazonemos. Recordemos que nos hallamos en un mundo de pruebas y dolor, de penas y desilusiones. Estas experiencias deberían conducimos a Cristo. Si no lo hacen, sufriremos una pérdida. 

Cuando estemos tentados a abandonarnos al desaliento estudiemos la vida y las experiencias de Cristo. Tuvo que contender con los poderes de las tinieblas para que no lo vencieran. Nosotros tenemos las mismas batallas que pelear, las mismas victorias que ganar. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3: 16). Es nuestro privilegio aferrarnos de la fortaleza del que puede salvar hasta lo sumo a todos los que acuden a Dios por medio de El. El los invita a que presenten su caso ante el trono de la gracia y le entreguen su alma indefensa. 

La purificación no es agradable, pero recordemos que Cristo vino al mundo y se humano para poder cargar las aflicciones que debemos soportar, y ser un ejemplo de fiel tolerancia bajo toda forma de prueba. Dios quiere que nos demos cuenta de que somos parte de la gran familia humana, y que debemos soportar las pruebas. . . 

Aférrense de la divinidad. Vayan a los pies del Señor y díganle: "Señor, te confío mi alma desvalida. Ayúdame a controlar mi conversación. Enséñame a vencer". Cristo le dará un espíritu triunfante. "Y ellos le han vencido", leemos, "por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos" (Apoc. 12: 11). 

Pueden dar un testimonio opuesto al que Satanás haría que ustedes den. Pueden preservar la mente y el corazón santificados por la obediencia a la verdad. Mantengan el corazón y la mente unidos a Cristo. Este es su privilegio. Los sufrimientos y la muerte de Jesús pagaron el precio de la redención, y por medio de la fe en El pueden vencer. . . 

Que el amor de Cristo more en sus corazones. No pueden ser santificados en la verdad mientras las palabras y los caracteres no estén en armonía con el Espíritu de Dios. Si el temperamento precipitado y el habla imprudente no logran vencerse en esta vida, nunca podrán ser transferidos a las cortes divinas y a la presencia de Jesucristo. Debemos graduarnos cabalmente en esta vida si hemos de ser trasladados a la escuela superior de las cortes celestiales (Manuscrito 79, del 26 de agosto de 1909, "Para que pueda llevar más fruto", sermón predicado en Council Grove, Kansas, en un congreso anual). 

sábado, 25 de agosto de 2012

APÁRTENSE DE LA NIEBLA DEL ESCEPTICISMO


APÁRTENSE DE LA NIEBLA DEL ESCEPTICISMO
25 de agosto


"Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes." Efe. 6: 13. 

Satanás se está esforzando al máximo para introducir sofisterías espiritistas, y para engañar las mentes. Cada seguidor de Cristo debe vestirse ahora con toda la armadura de Dios y pelear valientemente contra las intromisiones del poder de las tinieblas. No sean nuestros soldados sorprendidos durmiendo en sus puestos. El mundo ha de ser amonestado. . . 

Hay hombres fuertes, preciosos a los ojos de Dios, que están fascinados. No se dan cuenta de que están representados por las vírgenes insensatas. La filosofía espiritista científica ha apartado sus mentes del mensaje que debe proclamarse en este tiempo. Algunos viven sólo para criticar, pues se relacionaron con los que aprendieron del gran engañador. Sus corazones portan el veneno de la serpiente y están preparados para emprender una campaña de incredulidad. 

Los que se durmieron en sus puestos han de despertar ahora y aderezar sus lámparas. No deben alimentar ni un solo vestigio de duda con respecto a la verdad para estos tiempos. El hipnotismo de Satanás debe ser expuesto en su verdadera dimensión. No hemos de caminar hacia Egipto, sino hacia Canaán. 

El Señor me dice: "Te he fortalecido para que des el mensaje para este tiempo. Despierta a los hombres que han estado aceptando sofisterías. Son indiferentes a la gran importancia de la hora presente y a los peligros del futuro". Algunos que en el pasado tuvieron una experiencia genuina despertarán, porque sus vidas no han sido una continua contradicción a la verdad. Poseen aceite en las vasijas con sus lámparas. Ni uno de ellos debería estar dormido. . . 

Nuestros pensamientos, motivos y deseos han de ser colocados en obediencia a la voluntad de Dios. Han de ser inspirados y guiados por El. Hemos de preguntarnos: "¿Estoy usando todas mis facultades para mantener mi lámpara llena de aceite y dispuesta, de modo que la luz de la verdad presente brille clara e intensamente? ¿Estoy despertando al mundo a este peligro? ¿Estoy guiando a las almas moribundas a Cristo? ¿Estoy exhortando a los hombres para que vean que el fin de todas las cosas está cerca?". . . 

Los representados por las vírgenes prudentes, que en el pasado vivieron una preciosa experiencia en la verdad, han de levantarse ahora y aderezar sus lámparas. Los que oyeron los sofismas extirpen de sus vidas todo indicio de estos. No usen tiempo para discutirlos. No permanezcan en la niebla del escepticismo hasta que sea demasiado tarde para encontrar el rumbo. La consagración total a Dios pone fin a todas las imaginaciones e impostoras vanas y absurdas (Manuscrito 80, del 24 de agosto de 1904, "¡Levántense y aderecen sus lámparas!"). 

viernes, 24 de agosto de 2012

FIDELIDAD EN LAS COSAS PEQUEÑAS


FIDELIDAD EN LAS COSAS PEQUEÑAS
24 de agosto


"Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades." Luc. 19:17. 

Si nuestro temperamento activo nos lleva a acumular una gran cantidad de trabajo que no tenemos la fortaleza ni la gracia de Cristo para realizar inteligentemente, con orden y exactitud, todo lo que emprendemos revela imperfección, y el trabajo está estropeado constantemente. Dios no es glorificado por buena que sea la motivación. . . 

El Señor nos manda que prestemos atención a sus palabras. El servicio cuidadosamente realizado es de valor a la vista de Dios aunque sea fácilmente pasado por alto por los ojos humanos; sin embargo, es indispensable en este mundo. Dios desea obreros inteligentes, que realicen su tarea no apresurada sino cuidadosa y concienzudamente, conservando siempre la humildad de Jesús. Los que cumplen con solicitud y esmero las obligaciones mayores, deberían también dedicar atención y preocupación por las más pequeñas, manifestando precisión y diligencia. 

Oh, cuánto trabajo se hace con descuido, cuántos asuntos pendientes quedan sin resolver por el constante afán de emprender obras mayores. Hacen caso omiso de la labor que se relaciona con el servicio de Dios porque aceptan tanto trabajo que nada se lleva a cabo minuciosamente. Pero cada tarea pasa por el escrutinio del Juez de toda la tierra. Los deberes menores relacionados con el servicio del Maestro cobran importancia porque es el servicio de Cristo. Deberían tomar precauciones contra el egoísmo y la autoestima, pues son sus enemigos más acérrimos. Pero cuán fácilmente encuentra el yo oportunidades de mostrarse, cómo se regocija Satanás con esas exhibiciones y qué apenados y avergonzados están los ángeles de Dios por la insensatez del hombre. Cuán diferente de Cristo; qué contraste con el ejemplo que El nos dio en su propia vida. Cuán lejos de sus requerimientos de crucificar el yo con sus pasiones y concupiscencias. . . No sólo hemos de ser partícipes con Cristo en sus sufrimientos y sacrificios, sino que hemos de imitarlo en las pequeñas crucifixiones diarias del yo, y en la negación de las inclinaciones personales. 

¿Qué sentiremos cuando estemos en pie sobre el mar de vidrio? ¿Recordaremos nuestra impaciencia aquí? Estaremos en las colinas eternas del paraíso y entenderemos los acontecimientos de nuestra vida pasada y veremos cuántas pruebas innecesarias tuvimos que sobrellevar porque pensábamos que Dios dependía de nosotros para hacer todo. Dios nos ayude a ver nuestra pequeñez y su grandeza. El prohibe que tengamos ideas exaltadas de nuestra propia grandeza y que ensalcemos el yo. Magnitud de experiencia no es medida de valía. Dios tiene normas muy diferentes a las humanas. Si entendiéramos cuánto valemos para Dios, veríamos valía donde suponíamos que había insignificancia, e insignificancia donde suponíamos que había grandeza (Carta 48, del 24 de agosto de 1886, dirigida "A los estimados hermanos dedicados a la obra en Nimes, [Francia]"). 

jueves, 23 de agosto de 2012

TENGAN EN VISTA LA GLORIA DE DIOS


TENGAN EN VISTA LA GLORIA DE DIOS
23 de agosto


"Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor." Efe. 6: 4. 

El Señor nos manda cultivar la religión en el hogar, haciendo que el temor de Dios se propague en la familia. Cuando los padres descuidan sus obligaciones para con sus hijos y no los dirigen de acuerdo con los principios correctos, le dan oportunidad al enemigo de obtener control sobre sus vidas. Los hijos a los que se les permite hacer caso omiso de la autoridad paterna nunca son felices. En los primeros años de su vida todos han de prepararse para llegar a ser miembros de la familia real. Padres y jóvenes deberían agradecer al Señor en oración y alabarlo por el privilegio de ser hechos hijos de Dios y ciudadanos de su reino. 

Abrahán es un noble ejemplo de un fiel padre de familia. El nos dejó un modelo de la obediencia incondicional que todos deberíamos rendir. El que bendice a los justos dijo de Abrahán: "Yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí" (Gén. 18: 19). Guardarán el camino del Señor para hacer justicia y juicio. No hablará palabras de hipocresía o engaño. No habrá traición a las obligaciones sagradas. Abrahán guardará la ley de Dios como uno que es responsable ante el Legislador. 

Cuando trabajemos juntos del modo en que lo hizo Abrahán, con seguridad recibiremos el encomio del Cielo. El fue, de manera notoria, escogido para andar en el camino del Señor, y gobernó su casa con las influencias combinadas de autoridad y afecto. El Santo nos ha dado normas que debemos obedecer, y de las cuales no podemos desviamos sin pecar. Fuimos comprados por precio. La fe y las obras han de hacemos completos en Cristo. Así nos mantendremos en el camino del Señor. Cuando el corazón es manso y humilde, Dios puede impresionar el alma. Su Palabra es nuestra consejera. Obedezcamos sus enseñanzas. 

En todo nuestro accionar necesitamos mantener en vista la gloria de Dios. Su Palabra es nuestra guía. Difúndase este testimonio como el poder de Dios para salvación a todos los que creen. Hablemos de la fe y andemos por fe. Oh, qué obra la nuestra, qué privilegio, hablar y actuar para fijar la convicción en los corazones y en las conciencias de los hombres. El Espíritu Santo nos guía en esta tarea y logramos éxito cuando tenemos una estricta consideración por el temor de Dios. El es el que escudriña los corazones, y nos alienta a saber que, si rendimos a Dios un servicio inteligente y andamos humildemente en la luz que nos ha otorgado por gracia, no seremos abandonados a trabajar apoyados en la fuerza humana. 

Cristo vino a este mundo, varón de dolores experimentado en quebranto, para soportar la prueba y familiarizarse con los chascos, de modo que pudiera enseñar a los hombres y las mujeres a ser como Dios (Carta 242, del 23 de agosto de 1908, dirigida a S. N. Haskell, presidente de la Asociación de California). 

miércoles, 22 de agosto de 2012

FAMILIARÍCENSE CON DIOS


FAMILIARÍCENSE CON DIOS
22 de agosto


"Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien." Job. 22: 21. 

El amor por Dios debería guiarnos a encontrar verdadero placer en conocer y hacer su voluntad. Así estaremos diariamente mejor preparados para ser vencedores, para ser ejemplos del poder que tiene la gracia celestial para elevar y ennoblecer a los seres humanos. Cristo fue tentado en todo punto como nosotros, no obstante El venció. Y hoy espera oír y responder los fervientes pedidos de sus hijos en favor de la gracia que los capacitará para triunfar. 

Sean amables con quienes se relacionen; así lo serán también con Dios. Alábenlo por su bondad; así se constituyen en sus testigos, y se preparan para asociarse con los ángeles. Están aprendiendo en este mundo a cómo conducirse en la familia de Cristo en los cielos. 

No demoren en familiarizarse con los principios que los hijos de Dios deben seguir. Estamos aquí para imitar el carácter de Cristo y familiarizarnos con su bondad, su humildad. Esto nos colocará donde nuestra foja de servicios indique: "Estáis completos en él" (Col. 2: 10). Por la paciencia, la amabilidad, el dominio propio, hemos de mostrar que no somos del mundo, que día tras día estamos aprendiendo las lecciones que nos harán idóneos para entrar en la escuela superior. 

Cuando los redimidos de Dios sean llamados al cielo, no dejarán tras ellos el progreso que lograron en esta vida al contemplar a Cristo. Continuarán aprendiendo más y aun más acerca de Dios. Llevará sus logros espirituales a las cortes celestiales, sin dejar en este mundo nada de origen divino. Cuando los libros del cielo sean abiertos, se le asignará a cada vencedor su parte y su lugar allí, según el perfeccionamiento que haya alcanzado en esta vida. 

Los hijos y las hijas de Dios se sienten impulsados a perseverar en la tarea de vencer cuando cada día comprenden que necesitan aprender del Espíritu Santo la senda del bien y la justicia. Ninguna obra falsa tiene lugar en su servicio. Todos los días se dan cuenta de que deben mantener firme su confianza desde el comienzo hasta el final. Cuando alguien se desvía del sendero recto, el Espíritu Santo, obrando en su mente, lo lleva a confesar su error de modo que pueda servir de advertencia para que otros no hagan lo mismo. Nadie debe creer que su posición es tan exaltada que no necesita reconocer sus faltas, no sea que los demás lo tengan en poca estima. . . 

Nunca debería un hombre ser tan orgulloso como para no poder admitir: "Me he equivocado". Lo menos que puede hacer después de haber pecado es dar evidencias de su tristeza y arrepentimiento. Quienes así procedan serán honrados por Dios, aunque cometan errores (Manuscrito 31, del 22 de agosto de 1903, "Enseñanzas del tercer capítulo de primera de Juan"). 

martes, 21 de agosto de 2012

EDIFIQUEN SOBRE LA ROCA


EDIFIQUEN SOBRE LA ROCA
21 de agosto


"Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo." 1 Cor. 3: 11. 

Muchos profesos seguidores de Cristo no tienen los ojos puestos únicamente en la gloria de Dios. Tienen sus propias ideas y normas, y mantienen éstas ante ellos en vez de la norma de la Palabra de Dios. Necesitamos una religión pura y sin mancha. Es menester que imploremos por la justicia que llega al alma verdaderamente convertida, que acepta la vida del Redentor como su ejemplo. 

No pensemos que podemos pasar por este mundo haciendo lo que nos place, y no obstante ser aceptados por Dios como seguidores de su Hijo. Las puertas de la ciudad de Dios no se abrirán para los que no han levantado la cruz y seguido a Cristo en renunciamiento y abnegación. Si alguna vez hemos de tomar posesión del reino de gloria, debemos aceptar por fe los méritos de Jesucristo: debemos ser partícipes de su naturaleza, y vencer por medio de su gracia. . . 

Algunos que sufren privaciones y desánimo pueden sentir que la suya es una triste suerte. Los tales recuerden que Cristo gustó experiencias similares. El sabía que existían la pobreza y las penurias. El los invita a creer en su amor y a seguir en sus pisadas. Obrará por medio de los que tienen medios, para que provean a quienes necesitan. . . 

Hay un mundo que salvar. ¿Qué están haciendo ustedes para colaborar con Cristo? ¿Están procurando llegar a los que están afligidos, los que sufren y necesitan ayuda? ¿Están aprovechando sus oportunidades, ventajas y recursos para ganar almas para Cristo? Pueden decir: "Yo no soy ministro, y por consiguiente no puedo predicar la verdad". Puede ser que no lo sean en el sentido generalmente aceptado de la palabra; puede ser que nunca se los llame para estar en el púlpito, sin embargo, pueden ser ministros de Cristo si tienen sus ojos abiertos a las oportunidades que se presentan para decir una palabra a esta y aquella alma. Dios hablará por medio de ustedes para guiarlas a Cristo. . . 

Muchos hemos descuidado el estudio de las Escrituras. Hemos fracasado en desarrollar el tipo de caracteres que Jesús puede usar. El Hijo de Dios abandonó las cortes de gloria y descendió a este mundo para participar de sus tentaciones y privaciones, para poder levantarnos y hacernos hijos e hijas de Dios. El nos llama individualmente para que comencemos la obra que se nos ha designado dondequiera nos hallemos. Hemos de velar por las almas, pues hemos de rendir cuentas. Debemos hacer todo lo posible para ministrar a las necesidades espirituales de la humanidad. . . 

Todos los días estamos edificando el carácter. Edifiquemos sobre la Roca, Cristo Jesús. Este fundamento seguro permanecerá para cada uno de nosotros (Manuscrito 85, del 21 de agosto de 1909, sermón predicado en Nevada, Iowa). 

lunes, 20 de agosto de 2012

SIGAN AL GRAN MAESTRO


SIGAN AL GRAN MAESTRO
20 de agosto


"No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero." Apoc. 21: 27. 

Esta mañana mi esperanza está en Cristo, mi Salvador. Oro pidiendo su Santo Espíritu todos los días, para que pueda glorificarlo con el corazón, la mente y las fuerzas en esta vida. Hemos de realizar la obra de Dios, no según nuestros propios planes, sino según el ejemplo que nos ha dado Jesús. Vino a nuestro mundo para realizar la tarea que su Padre le había asignado, de modo que pudiéramos instruimos en la ciencia superior de un servicio genuino para el Maestro. 

Si practicamos las enseñanzas que nos dejó en su Palabra, estos principios se hacen carne en nuestra vida. Esto es lo que significa comer la carne de Cristo y beber su sangre. Diariamente hemos de prepararnos para la vida gloriosa, y cuando nos unamos con la familia de lo alto, no se nos darán lecciones nuevas, sino la continuación de las que Cristo dio a sus discípulos cuando estuvo aquí. . . 

Nunca hemos de olvidar que somos espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. Hemos de trabajar con un sentido constante de nuestra obligación hacia Aquel que entregó su vida por nosotros. . . Así glorificaremos a nuestro Padre celestial; y cuando llegue el momento de deponer nuestra armadura, podremos decir con sinceridad que hemos concluido la obra que se nos había encomendado. . . 

Cada talento y toda energía que poseemos han de ser considerados encargos sagrados, para revelar el poder de la gracia salvadora. Hagamos día tras día una obra buena para Dios. Así nos prepararemos para las mansiones que Cristo fue a preparar para los que le aman. . . Estas mansiones son para quienes acepten la invitación: "Venid a mí. . . y yo os haré descansar" (Mat. 11: 28). Posiblemente éste sea el más alto conocimiento que podamos obtener, pero los que rechazan a Cristo nunca lo entenderán. La Palabra de Dios, estudiada y obedecida, capacita a los hombres y las mujeres para su admisión al cielo. Los que están luchando para ser verdaderos cristianos poseen la constante protección de los ángeles, puesto que son obreros juntamente con Dios, y trabajan para glorificarlo en el mundo. 

Permanentemente debemos manifestar los atributos de Dios que Cristo reveló cuando estuvo en el mundo. . . Cada día hemos de asemejarnos más a Jesús, y aprender de la mansedumbre y humildad de Aquel que, aunque era el unigénito Hijo de Dios, descendió a este mundo como nuestro Redentor y ofreció su vida para pagar la pena del pecado. Aunque ocultó su divinidad bajo el manto de la humanidad, era el poderoso Abogado, el Príncipe de Paz. Su vida estaba llena de compasión y amor, bondad, amabilidad y benevolencia. Reveló la ciencia de la vida eterna; la ciencia que debemos incluir en todos nuestros esfuerzos (Manuscrito 83, del 20 de agosto de 1904, "Revelemos a Cristo ante el mundo"). 

domingo, 19 de agosto de 2012

SEAMOS VENCEDORES AQUÍ


SEAMOS VENCEDORES AQUÍ
19 de agosto


"El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. "Apoc. 21: 7. 

Si quitamos la vista del yo y mantenemos una correcta relación con Dios, manifestaremos una paciencia y una amabilidad que nos convertirán en una bendición para todos aquellos con quienes nos relacionemos. Necesitamos mantener una buena comunicación con el Señor, pues no estamos seguros a menos que nos coloquemos bajo el amplio escudo de la Omnipotencia. Sólo allí puede realizar el Señor, por medio de nosotros, el querer y el hacer su buena voluntad, en tanto obramos nuestra salvación con temor y temblor. . . 

Muchos necesitamos una comprensión más clara de lo que significa ser vencedor por la sangre del Cordero y por la palabra de nuestro testimonio. Es menester que aprendamos, a medida que progresemos en el conocimiento del Señor, que su salida está preparada como la mañana. Ustedes han observado la salida del sol y su gradual amanecer sobre la tierra. Poco a poco la claridad aumenta, hasta que el sol aparece. Luego, creciendo constantemente, haciéndose cada vez más fuerte, se intensifica hasta que tenemos la gloria plena del día. Esta preparación de la mañana constituye una hermosa ilustración de lo que Dios desea hacer por nosotros en cuanto al perfeccionamiento de nuestra experiencia cristiana. No podemos realizar una obra casual en este mundo. Estamos procurando una vida que se mida con la vida de Dios. Y no podemos cometer errores que darán a otros un mal ejemplo. 

Es necesario que mantengamos siempre ante nosotros el rumbo que Cristo siguió. Fue un camino victorioso. Cuando el diablo vino a El en el desierto pidiéndole que ordenara a las piedras que se hicieran pan para poder saciar su hambre, el Salvador, aunque desfalleciente por la falta de alimentos, se negó a llevar a cabo su sugerencia. . . Era disposición de Dios que El pasara por esa experiencia, para que pudiera conmoverse ante los sentimientos del hambriento y supiera compadecerse de los que estaban sufriendo y padeciendo necesidades. . . 

Así como el enemigo trabajó para derrotar al Salvador, trabajará hoy con la familia humana. Pero en todo momento de tribulación y dificultad recuerden que Cristo gustó experiencias similares y salió de cada prueba sin mancha de pecado en su carácter. Vino a demostrar lo que cada miembro de la humanidad puede llegar a ser por medio de su gracia. El comprende cada contrariedad que debemos enfrentar y está listo para fortalecer a los que luchan junto a El contra los poderes del mal. Quiere oír y responder sus oraciones. 

Cuando hayamos ganado el cielo y atravesemos las puertas de la ciudad de Dios para escuchar las palabras: "Bien, buen siervo y fiel, entra en el gozo de tu Señor", cuán insignificantes nos parecerán las pruebas y dificultades que estorbaron nuestro sendero aquí ( Manuscrito 17, del 19 de agosto de 1911, sermón predicado en Long Beach, California). 

sábado, 18 de agosto de 2012

LA FE QUE DISTINGUE


LA FE QUE DISTINGUE
18 de agosto


"Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve." Mal. 3: 18. 

Ahora debe ejercitarse constantemente una fe poderosa. Un poder que despierte debe revelarse en cada creyente. No debemos actuar más como pecadores, sino que como cristianos deberíamos estar revelando una fe viva y salvadora. Esta fe viva en Cristo Jesús producirá frutos. Habrá una santa y firme entrega a Dios. Obrando con la vista puesta únicamente en su gloria seremos guardados en medio de los peligros de los últimos días. 

¿Qué ha sostenido a los cristianos de todos los tiempos, en medio de los reproches, las tentaciones y los sufrimientos? Una fe pura y confiada, ejercitada permanentemente para comprender cuál es la verdad que santifica al receptor, y encargar la custodia del alma a Dios bajo cualquiera y toda circunstancia, como a Alguien que ellos sabían no traicionaría su confianza. Nuestro Creador guardará aquel día a quien se someta a El. 

Cristo, por medio de su sacrificio para salvar a los pecadores, dio evidencias de su gran amor por el alma humana. Entregó su vida para asegurar nuestra salvación. Cómo insultan muchos al Salvador, engañados por las tentaciones de Satanás, al abusar de sus privilegios, al negarse a reconocer su amoroso interés en ellos. No obstante, El, su Creador y Redentor, tolera con paciencia el persistente menosprecio de sus misericordias. Como este asunto se presenta cada día con insistencia a mi mente, estoy tan asombrada que no puedo conservar mi paz. Anhelo llegar a los pecadores y clamar: "Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?" (Eze. 33: 11). 

Cristo con su propia sangre compró a toda la familia humana. Somos su posesión adquirida por precio. Desea que los que declaran creer en El reciban su poder, para que en esta generación maligna y perversa puedan ser hijos de Dios, y para que puedan revelar -a un mundo fascinado y corrompido por Satanás- que Dios es amor y que existe una diferencia clara y notoria entre el que sirve a Dios y el que [no] le sirve. El Señor conoce a los suyos. . . 

La línea divisoria entre el que sirve a Dios y el que no le sirve se está haciendo más y más marcada. Así es como el Señor se propone que sea. Una fe enérgica y viviente distingue al pueblo de Dios de los pecadores, quienes por rechazar a Cristo dan continuamente al mundo un testimonio palpable: "No permitiré que ese hombre Cristo Jesús me gobierne. No comeré ni beberé para la gloria de Dios, sino que seguiré mis inclinaciones, comiendo y bebiendo como me plazca. No llevaré el yugo de Cristo; no aprenderé sus enseñanzas de mansedumbre y humildad de corazón; haré mi voluntad y viviré en este mundo una vida de placeres" ( Carta 131, del 18 de agosto de 1902, dirigida a Emma White). 

viernes, 17 de agosto de 2012

USE EL TALENTO DE LA INFLUENCIA


USE EL TALENTO DE LA INFLUENCIA
17 de agosto


"Porque ninguno de vosotros vive para sí, y ninguno muere para sí." Rom. 14: 7. 

Los seres humanos están constantemente tentados a considerar que cualquier influencia que hayan obtenido es el resultado de algo valioso que hay en ellos mismos. El Señor no obra con ellos, puesto que no dará a ningún ser humano la gloria que pertenece a su nombre. Dios pondrá a cada uno bajo su supervisión para que reconozca que al Señor pertenece toda la gloria de su éxito. Si hacen esto, crecerán en conocimiento y sabiduría. . . 

Si el obrero humano anda en total humildad de pensamiento, mirando a Dios, confiando en El, obrando su propia salvación con temor y temblor, el Señor cooperará con él. Concederá su sabiduría, su poder divino a cada uno que esté empeñado en su servicio. Hace de su siervo humilde y confiado su representante; el que no se ensalzará a sí mismo ni se tendrá en más elevado concepto del que deba. La vida del tal estará dedicada a Dios como un sacrificio vivo, y El aceptará esa vida, la usará y la sostendrá. . . 

Nuestra vida no nos pertenece. Es de Cristo. Todo es suyo, y nosotros hemos de emplear nuestras facultades en hacer la voluntad de Dios. Vele y ore, use y sea usado en hacer la voluntad de Dios de todo corazón. Lleve cada talento que le ha sido encomendado, como un tesoro sagrado, para ser empleado en impartir a otros el conocimiento y la gracia recibidos. Así satisfará el propósito por el cual Dios se lo dio. . . 

Nehemías, después de ganar una influencia tan grande sobre el monarca [persa] en cuya corte vivió, y sobre su pueblo en Jerusalén, en vez de adjudicar la alabanza a sus propios y excelentes rasgos de carácter y a su notable aptitud y energía, presentó el asunto simplemente como era. Declaró que su éxito se debía a que la competente mano de Dios descansaba sobre él. Tenía en estima la verdad de que Dios era su salvaguarda en toda posición de influencia. Por cada rasgo de su carácter, gracias al cual obtenía favor, alababa el poder activo de Dios. . . y El le daba sabiduría porque no se exaltaba a sí mismo. El Señor le enseñó a usar los dones que le habían sido confiados para que de ellos obtuviera el mejor provecho y, bajo la supervisión divina, estos talentos ganaron otros. 

Cada pizca de influencia ha de ser apreciada como un don de Dios. El ojo de la mente ha de estar fijo sólo en la gloria del Señor. Entonces el sentido de la responsabilidad aumentará. Nuestros talentos serán dados a los banqueros para que sean incrementados y se dupliquen. Hay cientos de hombres y mujeres, quienes, si tuvieran una adecuada apreciación del encargo celestial, irían diligente y fervientemente a trabajar para utilizar lo que poseen ( Carta 83, del 17 de agosto de 1898, enviada a un ministro, dirigente en Australia). 

jueves, 16 de agosto de 2012

SOMOS REPRESENTANTES DE CRISTO


SOMOS REPRESENTANTES DE CRISTO
16 de agosto


"Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese." 1 Ped. 4: 12. 

Nuestra experiencia diaria con Cristo debería ser del más alto valor para nosotros. Tenemos que desempeñar un papel individual en su servicio. Nuestro bendito Salvador nos ha dado. . . preciosas promesas para nuestro aliento. El desea que sepamos que está vigilando sobre nosotros, y que nos hará saber qué espera que hagamos. Si el enemigo viene a nosotros en la mañana, o durante el día, y nos trae molestias, recordemos estas valiosas promesas y no permitamos que nos irriten. Recordemos que somos representantes de Cristo y que no debemos, ni en palabras ni en hechos, ofendemos unos a otros. 

¿Piensan ustedes que no surgirá ninguna tribulación? Ciertamente habrá pruebas. Si no las hubiera, podrían regocijarse de que no hay demonio alguno capaz de tentarlos. Pero tendrán tentaciones hasta el mismo fin del tiempo. Por consiguiente, es menester que se mantengan en estrecho compañerismo con Cristo. Sus ángeles están encargados de custodiarlos. Han sido designados como los guardianes de ustedes. Si alguien dice algo con la intención de provocarlos, recuerden que en ese momento el silencio es elocuencia. No respondan como para desquitarse. Es mejor no decir nada que hablar imprudentemente. Tendremos nuestras batallas que pelear, aunque el carácter de estas luchas podrá variar según nuestra disposición y experiencia. 

Regocijémonos de que Jesucristo haya hecho posible que nos aferremos de la Divinidad. Cuando nos sintamos excesivamente afligidos, recordemos que hay un ángel celestial a nuestro lado. Este pensamiento nos ayudará a honrar a Cristo, el que posibilitó que seamos hijos e hijas de Dios. A menos que estemos constantemente en guardia seremos tomados desprevenidos, y hablaremos precipitadamente. Puede entonces resultar imposible para nosotros quitar la impresión de las mentes de aquellos a quienes hemos hablado, pues algunos no desean deshacerse de tales impresiones. Parece que se deleitaran en albergar lo malo. No les demos ocasión alguna para ofenderse, cuidando nuestras palabras para que estén en armonía con las instrucciones que el Salvador nos ha proporcionado. 

A medida que entremos en contacto con temperamentos variados, encontraremos indudablemente grandes motivos para expresarnos con dureza. Pero recuerden en esos momentos que el silencio es elocuencia. Si se abstienen de tomar represalias cuando otros los provoquen, los sorprenderán. Y, si reiteradamente conservan la dignidad ante la provocación, comprenderán que están relacionados con el poder que viene de lo alto. Este proceder honra a Dios, quien dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El crea no se pierda, mas tenga vida eterna ( Manuscrito 55, del 16 de agosto de 1909, "Enseñanzas del Sermón del Monte", discurso dado en un culto matutino en el Sanatorio de Madison, Wisconsin). 

miércoles, 15 de agosto de 2012

PROMESA DE AYUDA DIVINA


PROMESA DE AYUDA DIVINA
15 de agosto


"Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad." Isa. 58: 9. 

Anoche tuve una experiencia maravillosa. Estaba [en las visiones de la noche] en una reunión donde se formulaban preguntas y se las respondía. Me desperté a la una y me levanté. Por un momento caminé por la habitación, orando fervientemente por claridad mental, por fortaleza para mi vista y para poder escribir las cosas que debían escribirse. Supliqué al Señor que me ayudara a dar un testimonio que despertara a su pueblo antes que fuese demasiado tarde. Me alegraba de que no hubiera nadie en la habitación debajo de la mía. Sara [McEnterfer] y Maggie [Hare] generalmente ocupan esa habitación, pero durante el verano duermen en una carpa armada debajo de un gran roble que crece cerca de la casa. . . 

Nos estamos aproximando al final de la historia de la tierra, y los diferentes lineamientos de la obra de Dios han de llevarse a cabo con mucho más sacrificio propio que el que se ha hecho hasta ahora. La obra para estos últimos días es una obra misionera. La verdad presente, desde la primera letra del abecedario hasta la última, significa esfuerzo misionero. La tarea que debe realizarse demanda renunciamiento en cada paso que se dé hacia adelante. Los obreros han de salir de la tribulación purificados y refinados, como el oro probado en el fuego. . . 

No puedo escribir ahora todas las instrucciones que se me dieron. Se pronunciaron estas palabras: "Algunos son imprudentes, insensibles a los resultados del pecado, indiferentes a las advertencias. Pronto se leerá la escritura en la pared, ahora ininteligible para ellos. Pero, al igual que Belsasar, parecen incapaces de ver su peligro. Un testimonio directo debe dirigirse a nuestras iglesias e instituciones para despertar a los que duermen". 

Cuando se busca la palabra del Señor y se la sigue, se logra un progreso constante. Veamos ahora nuestra gran necesidad. El Señor no puede usarnos hasta que insufle vida en nuestros huesos secos. . . 

La experiencia que tuve anoche me impresionó profundamente. Parecía tener a Cristo muy cerca, a mi lado. Estaba henchida de esperanza, valor, fe y amor por las almas. Le rogué a Dios que me sostuviera, y me levantó y me hizo triunfar en El. Sé que el Señor obrará en favor de su pueblo cuando éste santifique sus almas por medio de la obediencia a la verdad. Entonces el ser entero, cuerpo, mente y alma estarán en armonía con Dios. Amando a Dios por sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos poseeremos una libertad coronada de gloria. 

"Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" (1 Cor. 2: 9) (Carta 130, del 15 de agosto de 1902, dirigida a Edson White). 

martes, 14 de agosto de 2012

NECESIDAD DE REFORMA

NECESIDAD DE REFORMA
14 de agosto


"Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar." Zac. 3: 7. 

El futuro de la iglesia depende de los esfuerzos que realicen sus miembros para comprender la pecaminosidad del egoísmo, y de su buena voluntad para tomar el remedio que los curará de la enfermedad que están padeciendo. Que tenga lugar una reforma, para que los que acepten la verdad en el futuro no se contaminen con la influencia corruptora de Satanás. . . 

Muchos de los que son condenados por los hombres son vindicados por Dios. Muchos a quienes el juicio humano ensalza, Dios los declara desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos. La opinión humana a menudo se equivoca. Frecuentemente el hombre reprueba a su hermano porque su discernimiento es defectuoso. Dios mira el corazón. Lee los motivos que llevan a actuar. 

Dios insinúa esta pregunta: "¿Debo hacer esto?" Satanás incita al hombre a decir: "Puedo". La rectitud es un súbdito leal. El poder es un tirano altanero que instiga a la contienda, el flagelo del mundo. La rectitud es la representación del hombre perfecto en Cristo Jesús. Es el fundamento de toda justicia y paz; el aceite que llena los recipientes divinos. . . 

Hay una obra que efectuar entre las iglesias adventistas que aún no se ha realizado. Los ángeles ministradores están esperando para ver quién iniciará la tarea con espíritu recto. . . Humíllense todos ante Dios, pidiendo gracia y sabiduría para poder ver en qué han violado su santa ley. A menos que su Espíritu los ilumine, nunca lo sabrán, aunque sus hermanos se lo muestren. Los que se niegan a tener una relación correcta con Dios, los que no obedecen las normas de su gobierno, no poseen su señal. . . 

El Señor es misericordioso. No castiga a su pueblo porque lo odia, sino porque odia los pecados que está cometiendo. Debe corregirlos para que puedan volver a su lealtad. Su plan es que el castigo sea una advertencia para ellos y para los demás. Nadie necesita andar en tinieblas. Nadie tiene necesidad de decir: "Especifícame las ofensas precisas de las cuales soy culpable". A los que dicen así, les doy la palabra del Señor: "Inquiere en oración y lo sabrás". 

Si las amonestaciones y los reproches que se presentan en la Palabra de Dios y en los testimonios de su Espíritu no son lo suficientemente claros, ¿qué palabras lo serán, como para producir un reavivamiento y una reforma? (Diario, Manuscrito 108, del 14 de agosto de 1901). 

lunes, 13 de agosto de 2012

QUITEN LA BASURA DE LA CRÍTICA


QUITEN LA BASURA DE LA CRÍTICA
13 de agosto



"Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado." 1 Cor. 2: 2. 

No critiquen a los demás. Este espíritu está consumiendo los órganos vitales del pueblo de Dios. No podemos permitirnos acumular desechos. El Cielo ve lo que ocurre como resultado de acumular las inmundicias de las palabras. ¿Qué sucedería si decidiéramos no agregar nada a ese cúmulo de expresiones descuidadas, vanas y tontas? Tenemos que realizar la obra más sagrada y solemne. . . 

Es necesario que erradiquemos el montón de basura que se ha amontonado. ¿Cómo? "Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios" (2 Cor. 7: 1). Cultiven la piedad personal. Dios nos preguntará: "¿Quién ha conocido la mente del Señor?", para poder instruirnos, y para que podamos decir: "Tenemos la mente de Cristo". Entonces desaparecerá la inmundicia de las palabras perversas. Que el Señor nos llene de su espíritu y toque nuestros labios con un carbón encendido del altar. Fervientemente, velando, esperando y trabajando, hemos de ser "en lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor" (Rom. 12: 11). 

La iglesia es el único objeto en este mundo en el cual se centra el intenso interés de Cristo, por el cual tiene incesante cuidado. Esta iglesia está comprometida en la tarea de obtener el conocimiento de Dios y Jesucristo, que es vida eterna para todos los que lo reciben. Dios busca en cada alma principios firmes que se revelen en palabras y acciones. Entonces sacarán del tesoro de su casa palabras cargadas con los principios de la verdad eterna. 

No tenemos tiempo de alabar al diablo, ni tiempo ni voz para criticar. Hemos de mostrar que la gracia de Cristo mora en nuestros corazones. Su influencia se manifestará, no importa con quienes estemos, por medio de palabras de la más profunda relevancia, que involucren consecuencias tan perdurables como la eternidad. 

En esta etapa de la historia terrenal no podemos debilitar nuestra mutua influencia. La lucha cristiana es reñida y difícil. Tenemos que enfrentarnos y combatir con enemigos invisibles, y debemos estar en armonía con los agentes celestiales que están procurando limpiarnos de la inclinación a criticar a nuestros hermanos, a emitir juicio sobre ellos. El Señor desea que permanezcamos bajo el yugo de Cristo. . . 

Hemos de creer y amar la verdad por causa de Cristo. Debemos elevarnos más y más en pureza [y] conocimiento. Somos testigos de Cristo. No hablemos entonces de las dificultades ni meditemos en nuestras pruebas, sino acerquémonos al Señor Jesucristo, autor y consumador de nuestra fe. Contemplándolo, estudiando y hablando de El, nos transformamos a su imagen (Carta 119, del 13 de agosto de 1899, dirigida a un matrimonio que trabajaba en los estados del sur de Estados Unidos). 

CRISTO TIENE PODER PARA NOSOTROS


CRISTO TIENE PODER PARA NOSOTROS
12 de agosto


"Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad." Col. 2: 10. 

Hemos de vivir bajo los rayos templados y suaves del Sol de Justicia. Nada sino su amorosa compasión, su gracia divina, su excelso poder, pueden capacitarnos para frustrar al implacable enemigo y dominar la oposición del corazón humano. ¿Cuál es nuestra fortaleza? El gozo del Señor. Dejemos que el amor enternecedor de Cristo colme el corazón y seamos suavizados y subyugados, preparados para recibir el poder que El tiene para nosotros. 

Agradezcamos a Dios todos los días por las bendiciones que nos da. Si el agente humano se humilla ante Dios, reconociendo cuán impropio es abrigar sentimientos de autosuficiencia, reconociendo su total incapacidad para hacer la obra que es necesario realizar a fin de que su alma sea purificada, desechando su propia justicia, Cristo grabará su propia imagen en su alma. Aplicará su mano a la tarea de crearlo de nuevo, y la continuará hasta que esté "completo en El". 

Cristo nunca descuidará la obra que se ha dejado en sus manos. Inspirará al discípulo resuelto con un sentido de la perversidad, de la condición mancillada por el pecado, de la depravación del corazón sobre el cual El está trabajando. El verdadero penitente ha aprendido la vacuidad de la autosuficiencia. Mirando a Jesús, comparando su carácter defectuoso con el carácter perfecto del Salvador, puede decir: 

"En mi mano nada traigo;" 

"Simplemente a tu cruz me aferro." 

"Con Isaías declara: ""Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. Jehová Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre" (Isa. 26: 12, 13). 

Contemplando a Cristo con el propósito de ser como El, el escudriñador de la verdad ve la perfección de los principios de la ley de Dios, y nada más que la perfección lo satisface. Ocultando su vida en la vida de Cristo, comprende que la santidad de la ley divina se revela en el carácter de Cristo, y cada vez se esfuerza más fervientemente por ser como El. En cualquier momento puede presentarse una guerra, puesto que el tentador ve que está perdiendo a uno de sus súbditos. Debe librarse una batalla con los atributos que Satanás ha estado fortaleciendo para su propio uso. 

El agente humano ve con qué tiene que luchar: un extraño poder que se opone a la idea de alcanzar la perfección que Cristo presenta. Pero con El hay poder salvador, que obtendrá la victoria por él en el conflicto. El Salvador lo fortalecerá y lo ayudará cuando se acerque suplicando gracia y eficiencia (Manuscrito 89, del 12 de agosto de 1903, "Primero reconcíliate con tu hermano"). 

sábado, 11 de agosto de 2012

CONSAGRACIÓN DIARIA


CONSAGRACIÓN DIARIA
11 de agosto


"Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes." Efe. 4: 29. 

Siento profundamente que debemos hacer todo lo que nos sea posible para educar a la gente a fin de que sean cristianos de la Biblia. No sólo debemos mostrar en nuestro carácter la mansedumbre y humildad de Cristo, sino instruir a la gente que profesa la verdad presente de modo que no esté satisfecha con el hecho de poseer una fe nominal en la verdad presente, sino introducir esa fe en su carácter como un poder santificador. . . 

La consagración es algo muy sencillo. Cuando por la práctica se la introduzca diariamente en nuestra vida individual, conoceremos mucho más por consagración que por confiar en una experiencia. Cada día, cada hora, dejen que el corazón se eleve hacia Dios: "Heme aquí Señor, soy tu propiedad; tómame y úsame hoy. Pongo todos mis planes a tus pies; no haré mi propia voluntad. Mi tiempo y mi vida entera son tuyos". Esté el corazón constantemente buscando a Dios por fortaleza y gracia. 

Ni una sola palabra perversa escape de nuestros labios porque ellos y nuestra voz pertenecen al Señor y deben ser consagrados a El y a su servicio, y no deben deshonrarlo. Los ha comprado y yo no debo decir nada que lo ofenda. Mis oídos deben estar cerrados a la maldad. Así, día a día, debemos consagramos a Dios. Los oídos no deben corromperse escuchando chismes que los murmuradores querrán hacernos oír. No sólo haría que ellos pequen al permitirles hablar de los defectos de otros, sino que yo también pecaría al escucharlos. Puedo evitar mucha habladuría maliciosa si mis oídos han sido consagrados al Señor. Antes que se haga daño puedo decir: "Oremos". Entonces pidamos a Dios que ilumine nuestras mentes para comprender, tanto nuestra verdadera relación mutua, como nuestra verdadera relación hacia Dios. 

Abramos nuestros corazones a Jesús con toda la sencillez con que un niño contaría a sus padres terrenales sus perplejidades y preocupaciones. Consagrémonos a Dios diariamente; entonces nuestra vida de servicio al Señor no correrá peligro. Queremos que la gratitud llene nuestra vida, palabras y obras. 

Cada palabra, cada pensamiento de queja al que nos entregamos, es un reproche a Dios, una deshonra a su nombre. Queremos que nuestros corazones armonicen con su alabanza, que rebosen de gratitud, que hablen de su amor, que sean enternecidos y subyugados por la gracia de Cristo, y estén pletóricos de dulzura, paz y fragancia. Seremos pacientes, amables, bondadosos, compasivos y corteses aun cuando tratemos con quienes son desagradables. Oh, cuántas bendiciones preciosas perdemos porque tenemos el yo en tan alta estima y valoramos tan poco a los demás. . . 

No debemos desmerecernos a nosotros mismos y subestimar las capacidades que Dios nos concede. Tampoco deberíamos sobreestimar nuestra propia importancia y confiar en nuestra capacidad humana (Carta 7a, del 11 de agosto de 1886, dirigida a un matrimonio que trabajaba en Inglaterra).