martes, 25 de septiembre de 2012

COMO ENFRENTAR LA TENTACIÓN


COMO ENFRENTAR LA TENTACIÓN
25 de septiembre

"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas." Sant. 1: 2. 

Si esto [soportar diversas pruebas] es nuestro privilegio -y no podemos pensar que el apóstol nos ha guiado por mal camino-, apropiémonos por fe de las promesas de Dios para nosotros. 

"Para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna". La Palabra no dice: "tened por sumo gozo cuando os halléis bajo prueba", sino "cuando os halléis en pruebas". Por el hecho de que se hallen en pruebas, no es necesario que deban estar bajo ellas. Pero es reconfortante saber cuando estén en pruebas que son hijos e hijas de Dios, y que la prueba de su fe, ¿obra mala voluntad, murmuración y mal genio? No; ¡paciencia! La evidencia de que somos hijos e hijas de Dios es que la prueba de nuestra fe origina paciencia. Pero Jesús nos ayudará porque recurrimos a Dios en busca de apoyo y fortaleza en toda emergencia. Aprendemos una lección en estas pruebas. . . "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado" (Rom. 5: 1-5). 

Pero muchos se inclinan a pensar, a medida que nos sobrevienen estas pruebas, que debemos rendirnos al desánimo, que no tenemos poder para vencer. Esto es incredulidad. Nos volvemos débiles porque caemos en la prueba y pecamos contra Dios con nuestros labios al hablar de desánimo y dudas, y no cesamos de hablar del lado opuesto y no del lado de la esperanza y la fe. Ustedes saben que Cristo sufrió todas estas pruebas. Fue tentado en todo como nosotros. Jesús dice: "Porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí" (Juan 14: 30). . . 

Como pueblo estamos esperando que nuestro Señor venga en las nubes de los cielos con poder y gran gloria. Con qué cuidado deberíamos examinarnos a nosotros mismos para ver si estamos en la fe. Pareciera que hubiese neblina delante de los ojos de muchos que no pueden realmente discernir las cosas espirituales y las obras de Satanás, que amenazan atraparnos y destruirnos. Los cristianos no serán esclavos de las pasiones; serán controlados por el Espíritu de Cristo. Cuando estén perplejos no perderán la paciencia, la fe y la esperanza. Hasta ahora el Señor Jesús nos ayudó a superar los peligros, las dificultades abrumadoras y las perplejidades, y El puede ayudarnos en nuestras aflicciones presentes (Manuscrito 20, del 25 de septiembre de 1887, conferencia dada en una asamblea de obreros en Grand Rapids, Michigan). 

viernes, 21 de septiembre de 2012

EL DIOS DE LA CIENCIA Y LA REVELACIÓN


EL DIOS DE LA CIENCIA Y LA REVELACIÓN
21 de septiembre


"Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo." 1 Cor. 1: 17. 

Los que leen y escuchan las sofisterías que predominan en esta época, no conocen a Dios tal como es. Contradicen la Palabra del Señor, exaltan y adoran a la naturaleza en lugar del Creador. Aunque podemos discernir la obra de Dios en las cosas que creó, éstas no son Dios. La voz de la naturaleza se oye por la influencia que tiene sobre los sentidos. Su voz, declara la Palabra, se escucha hasta el fin del mundo. La creación física da testimonio de Dios y de Jesucristo como excelso Creador de todas las cosas. "Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres" (Juan 1: 3, 4). El salmista testifica: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz" (Sal. 19: 1-3). 

El pagano inculto aprende sus lecciones a través de la naturaleza y de sus propias necesidades, e insatisfecho con las tinieblas se esfuerza por alcanzar la luz, buscando a Dios en la Primera Gran Causa. En el libro de Génesis se registran varias maneras en las que el Señor habla. Pero es sorprendente el contraste entre la revelación del Altísimo en dicho libro y las ideas de los gentiles. Muchos filósofos paganos tuvieron un conocimiento de Dios que era puro, pero la degeneración, el culto a las cosas creadas, comenzó a oscurecer ese conocimiento. Las obras de las manos de Dios en el mundo natural: el sol, la luna y las estrellas, fueron veneradas. 

En la actualidad, los hombres aseveran que las enseñanzas de Cristo con respecto a Dios no pueden verificarse por medio de las maravillas del mundo natural, porque la naturaleza no se halla en armonía con el Antiguo y Nuevo Testamento. Esta supuesta falta de conformidad entre aquélla y la ciencia no existe. La Palabra del Dios de los cielos no concuerda con la ciencia humana, pero está en perfecto acuerdo con su propia ciencia creada. 

El Dios vivo merece nuestro pensamiento, nuestra alabanza, nuestra adoración como Creador del mundo, como Creador del hombre. Debemos alabar a Dios porque fuimos maravillosamente hechos. El no ignoró nuestra esencia cuando fuimos formados en secreto. Sus ojos vieron nuestro ser, aún siendo imperfectos, y en su libro fueron escritos todos nuestros miembros cuando, sin embargo, no existía ninguno de ellos. El sopló en nuestra nariz el aliento de vida. La inspiración de Dios nos ha dado entendimiento. Las facultades del hombre fueron puestas en actividad por el Señor y pueden mantenerse sanas e íntegras si se las utiliza inteligente y proporcionalmente (Manuscrito 117, del 21 de septiembre de 1898, "Un Dios personal"). 

jueves, 20 de septiembre de 2012

UN MENSAJE PARA EL MUNDO


UN MENSAJE PARA EL MUNDO
20 de septiembre


"Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. " Apoc. 1: 19. 

Cada aspecto del mensaje del tercer ángel ha de ser proclamado en todas partes del mundo. Esta obra es mucho más importante de lo que muchos creen. Nuestros proyectos misioneros constituyen el único gran motivo que exige nuestra atención indivisa en este tiempo. "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura". Para realizar esta obra hemos de ejercitarnos en la sencillez. 

Este es un mensaje de prueba. Admitido en corazones honestos, resultará ser un antídoto para todos los pecados y pesares del mundo. Ninguna condición de clima, de pobreza, de ignorancia o de prejuicio puede impedir su eficiencia, o disminuir su adaptabilidad a las necesidades de la humanidad. 

La proclamación del gran mensaje evangélico es tarea de los discípulos de Cristo. Algunos trabajarán por esto de una manera, y otros llevarán a cabo otro aspecto de la obra, según el Señor los llame y dirija individualmente. No todos tienen el mismo lineamiento de trabajo, pero todos pueden unirse en sus esfuerzos. 

La Palabra del Dios vivo debe proclamarse en toda la tierra. El Evangelio ha de exponerse con gran poder, señalado por manifestaciones prácticas del Espíritu de Dios. Nuestros obreros han de ser medios vivientes para revelar el propósito de Dios al llamarlos a su obra. La palabra del Evangelio glorioso ha de ser predicada en su alcance divino. De viva voz y por hechos amables y compasivos hemos de ejemplificar los principios del Evangelio. . . 

La verdad puede progresar por medio de las obras de caridad, ayudando a los indoctos, a los enfermos, a los hambrientos y a los desvalidos. Pero nuestra labor no debe limitarse a los extraños. Debe penetrar completamente en los caminos principales y secundarios. . .Que las iglesias sean purificadas de su egoísmo y de su orgullo, y obtengan una experiencia al unirse unos con otros para alentar el corazón de quienes vacilan y recobrar a los que están en la neblina y bruma de la incredulidad. 

Todos han de oír el último mensaje de amonestación. Las profecías que se encuentran en el libro de Apocalipsis, en los capítulos 12 y 18, se están cumpliendo. En el capítulo 18 se registra el último llamado a las iglesias. Este ha de ser dado ahora. En el capítulo 19 se describe el tiempo cuando la bestia y el falso profeta son tomados y arrojados en el lago de fuego. El dragón, que fue el instigador de la gran rebelión contra el cielo, es atado, y lanzado en el profundo abismo durante mil años. Luego sigue la resurrección de los impíos y la destrucción de Satanás junto con ellos, la victoria final y el reinado de Cristo en esta tierra (Manuscrito 75, del 20 de septiembre de 1906, "Una advertencia en relación con las grandes inversiones para la producción de alimentos"). 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

TENGA FE EN DIOS


TENGA FE EN DIOS
19 de septiembre


"Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre." Sal. 118: 6. 

Querido hermano:. . . Sé que Ud. a menudo se siente tentado y atribulado. Sé que el Señor no lo dejará solo en la lucha con las pruebas. Solamente crea que Jesús es su Ayudador en momentos de prueba. Por alguna razón, hoy me parece que debo verlo e invitarlo a que mire a lo alto; sí, eleve su vista a través de las nubes hacia el Sol de justicia. Ud. debe estar agobiado. Es el desánimo deprimente lo que está debilitando sus energías vitales. Debe mantener el buen ánimo aunque esté desilusionado de los hombres. Jesús comprende, El es fiel y su Salvador. Sólo un corto tiempo de prueba, un momento de aflicción, luego el eterno peso de gloria. 

Le escribo como lo haría a mis propios hijos. Ud. está donde Dios quiere que esté. Le digo, hermano mío, no hay ningún error en esto. Sé de qué hablo. Sea fiel a Dios y realice con lealtad la obra que El le ha dado. Dios vive y reina. Tenemos un Salvador vivo y sublime. El cuida de Ud. El poderoso y excelso Salvador que guió los ejércitos de la hueste hebrea es su Dios. Ud. sólo tiene que confiar en El como un niño confía en sus padres. Obedezca sólo a El, y aunque su confianza en los hombres y las mujeres haya sido defraudada, su confianza en Dios puede ser firme y constante. El nunca ha fallado ni lo ha engañado. Será su guía y libertador en las circunstancias más difíciles. Estará a su diestra. Estamos en todo momento rodeados por su poder y su presencia tan ciertamente como lo estuvieron los israelitas en medio del mar partido en dos. 

La más profunda y genuina filosofía de la vida es que estemos en la más íntima relación con Dios. El le está dando una experiencia, y si Ud. no se lamenta en exceso y no se siente tan apenado, obtendrá fortaleza física. Pero el dolor, la disensión y la falsedad son para Ud. una muerte en vida. Pero debe, con fe, encomendar su caso a Dios. La verdad triunfará y Ud. triunfará con ella. 

Manténgase firmemente aferrado a Jesús. Eleve su mirada al refugio de sosiego y al hogar de los bienaventurados. Guarde su alma en el amor de Dios, suceda lo que suceda, y crecerá espiritualmente en fortaleza. Cristo es su amoroso Amigo, El tomará su mano y lo ayudará en todo lugar duro y difícil. Un agradecido, confiado y habitual reconocimiento a Dios fundamenta toda conducta correcta, todo carácter genuino. Nunca debe perder su confianza en el Señor. Sería menos pecaminoso, menos irracional olvidarse de todo amigo humano que olvidarse de Dios. Sé que ama al Señor, y sé que tratará de servirlo con toda sinceridad, con toda fidelidad, y nunca nadie podrá hacerle sentir miedo o vergüenza por ser conocido como siervo del Dios Altísimo. Que el Señor lo bendiga, es la oración de [firmado] Elena G. de White (Carta, 22, del 19 de septiembre de 1886, dirigida al Dr. J. S. Gibbs, médico en el Retiro Rural de Salud, en Santa Elena, California). 

martes, 18 de septiembre de 2012

EL MIEMBRO QUE TRABAJA


EL MIEMBRO QUE TRABAJA
18 de septiembre


"Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria." 2 Cor. 4: 17. 

Es el más solemne privilegio representar ante el mundo el carácter de Cristo. Dondequiera que esto se haga, y quienquiera lo realice, se siembra la semilla para vida eterna. Cualquier cosa que vean que otros hacen y que el juicio de ustedes condena como impropio de un cristiano, asegúrense de no hacer nunca ustedes las mismas cosas. No aflijan el corazón de Jesús, que cargó sus pecados y llevó sus penas. Sirvan a Dios con mansedumbre y humildad de corazón. 

El Señor los ama, y en tanto sigan en las huellas de Jesús, andarán seguros. Es fundamental que toda alma que profesa el nombre de Cristo haga senderos rectos para sus pies. ¿Por qué? No sea que el cojo se desvíe del camino. Es terrible, muy terrible dar a un alma un mal ejemplo y conducirla por el rumbo equivocado a causa de la forma en que ustedes andan. Pronto estaremos delante del trono de juicio de Cristo, no para que nuestros casos sean decididos, pues esto ya se habrá hecho antes. El Juez se sienta, los libros se abren, y se revela lo que cada hombre recibe de acuerdo con lo que haya hecho, ya sea bueno o malo. Colmen sus vidas de toda buena obra posible. . . 

Jesús es rico en gracia. Obtengan, obtengan constantemente de El, pues pueden tener valiosas provisiones. El demonio de la herejía ha trazado un plan para el mundo, y ha resuelto poseerlo para su reino. Muchos son los que se hallan en su ejército. Están disfrazados, son sutiles y perseverantes. Rechazan toda influencia divina y emplean todo medio con el fin de maquinar la ruina de aun una sola alma. Poseen un ahínco, tacto y habilidad que es maravilloso, y se abren camino en toda brecha nueva donde el estandarte de la verdad es ensalzado. 

¿Qué harán los obreros que trabajan unidos a Dios? ¿En qué radica su aptitud y eficiencia? Los que son obreros junto con Dios trabajarán en las filas de Cristo. Imbuidos del Espíritu Santo de Cristo, se elevarán a su verdadera dignidad y responsabilidad. La iglesia no ha de cruzarse de brazos como muestra de seguridad, y decir: "Soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad". Los seguidores de Cristo no deben confiar en las experiencias pasadas, y dejar de crecer hacia la perfección. Si así lo hicieren, la iglesia enfrentará la derrota y la ruina. ¿De quién dependerá ella? Total y plenamente de Dios (Carta 89, del 18 de septiembre de 1894, dirigida a Edson y Emma White). 

lunes, 17 de septiembre de 2012

LAS CIUDADES HAN DE SER AMONESTADAS


LAS CIUDADES HAN DE SER AMONESTADAS
17 de septiembre


"Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación." Apoc. 14: 8. 

Tanto individualmente como también como pueblo tenemos ante nosotros la más solemne obra. Debemos preparar diariamente el corazón y la mente de modo que podamos estar capacitados para alcanzar los propósitos de Dios para con nosotros. Los peligros de los últimos días se ciernen sobre nosotros, y ahora estamos determinando cuál será nuestro destino eterno. Individualmente debemos forjar caracteres que soporten el juicio, y ofrecer en la iglesia a la que asistimos, un ejemplo de fidelidad y consagración. 

El ministerio de la Palabra debe preparar a un pueblo para que se mantenga firme en los tiempos de tentación en que vivimos; y los miembros de la iglesia han de colaborar con la obra del ministerio, revelando en sus vidas los principios de la verdad, para que no se pronuncie ninguna palabra, ni se realice acción alguna que conduzca a falsos senderos o cree un estado de cosas que Dios no pueda aprobar. 

Me han sido revelados los serios riesgos que enfrentaremos en estos últimos días. Nuestra única luz y guía en la que podemos confiar en este tiempo se halla en la Palabra de Dios. Debemos considerarla nuestra consejera, y seguir sus instrucciones fielmente, o descubriremos que nos gobiernan nuestros rasgos de carácter, y nuestra vida pondrá de manifiesto una obra egoísta que será un obstáculo y no una bendición para nuestros semejantes. Recurramos a la Palabra de Dios en busca de consejos a cada paso, puesto que el yo está siempre dispuesto a luchar por la supremacía. . . 

Los que son guías y maestros del pueblo deben instruir a los miembros de iglesia en cuanto a cómo trabajar en actividades misioneras, y luego ver cómo avanza la importante obra de proclamar este mensaje que debe despertar a toda ciudad que no ha recibido la advertencia, antes que venga la crisis cuando, por medio de las artimañas de los agentes satánicos, las puertas ahora abiertas al mensaje del tercer ángel sean cerradas. . . 

Los justos juicios del Señor y su decisión final están descendiendo a la tierra. No revoloteen sobre las iglesias para repetir las mismas verdades al pueblo, mientras se abandonan las ciudades en la ignorancia y el pecado, sin que se realice obra en ellas. Pronto el camino será cerrado y estas poblaciones no tendrán ya acceso al mensaje evangélico para que puedan unirse en la realización de una obra definida y abnegada. . . 

El mundo se está preparando para la obra final del mensaje del tercer ángel. La verdad se ha de manifestar ahora con un poder que no se ha conocido durante años. El mensaje de la verdad presente ha de proclamarse en todas partes (Manuscrito 61, del 17 de septiembre de 1909, "Palabras de instrucción"). 

domingo, 16 de septiembre de 2012

A CADA HOMBRE SU TAREA


A CADA HOMBRE SU TAREA
16 de septiembre


"Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. " Mat. 25: 14. 

Puede ser que el hombre no vea lugar alguno para la acción de ciertos dones, porque no son sus dones, pero dejemos que cada uno piense de sí mismo como Dios quiere que lo haga. Recuerde cada uno que sus capacidades sólo le han sido prestadas, y que el Señor lo está probando para ver si utiliza esos talentos con el fin de glorificar a Dios y obrar para el bien de sus prójimos. 

La santidad, que significa entrega íntegra a Dios, le es totalmente aceptable. Pablo puede plantar, Apolos regar, pero es el Altísimo quien da el crecimiento. "Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna" (Gál. 6: 8). . . En el mundo natural los agentes invisibles obran constantemente para producir resultados esenciales, pero la cosecha depende de la semilla que fue sembrada. Después que el hombre prepara fielmente la tierra y planta la semilla, Dios debe obrar continuamente para hacer que ésta germine. 

Lo mismo ocurre en la vida espiritual. La Palabra del Dios vivo es la semilla. Cristo es el sembrador, y a menos que obre permanentemente en la tierra del corazón, no habrá cosecha alguna. "Vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios" (1 Cor. 3: 9). Dios entregó a su Hijo a la muerte, el justo por los injustos, de modo que pudiera haber una gloriosa cosecha de almas. El corazón humano es la parcela donde Dios siembra, y la justicia de Cristo debe encontrar albergue allí. Ningún hombre confíe en el brazo de carne sino en Dios. Cada uno muestre que tiene fe, que no es un pigmeo religioso, sino que crece con el rocío y la lluvia de la gracia de Cristo, que su vida de justicia no es de factura humana, sino que la gracia de Dios ha alimentado su corazón. 

Algunos mensajes llegan como martillo del Señor, para destruir las obras de Satanás y volver a los hombres hacia el Dios vivo. Pero, entremezclado con esta resuelta tarea de levantarse en defensa de la verdad, se halla el consuelo de Cristo, que desciende cuando el arrepentimiento revela cómo es realmente el pecado. Y mientras algunos son llamados para luchar desesperadamente contra una obra inicua, hay un mensaje para los que, aunque sufren el mal, soportan la tentación de albergar sentimientos de injusticia y acariciarlos en su mente. 

Por otra parte, algunos tienen el don divino de la organización. Otros realizan su labor en sitios apartados,. sintiéndose pequeños e ignorados, donde sólo algunos reconocen su obra, y nadie se apiada de sus errores ni alaba sus victorias. Pero el Señor utiliza todos estos elementos. Nadie puede cubrirlo todo, y la gran obra de Dios debe avanzar (Manuscrito 116, del 16 de septiembre de 1898, "Los dos grandes principios de la Ley"). 

jueves, 13 de septiembre de 2012

EVITEN LAS DISCUSIONES


EVITEN LAS DISCUSIONES
13 de septiembre


"Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho." Tito 3: 9. 

El Espíritu Santo no obra por medio de hombres que gozan siendo incisivos y criticones. Este espíritu se adquiere como consecuencia de relacionarse con polemistas, y algunos tomaron el hábito de alistarse para el combate. No se honra a Dios de este modo. Refrene los impulsos hirientes; no aprenda en la escuela de Satanás sus métodos de guerra. El Espíritu Santo no inspira palabras de censura. Nos hallamos ante un tiempo de prueba, y toda alma honesta que no ha recibido la luz de la verdad se pronunciará entonces por Cristo. Los que creen en ella han de convertirse nuevamente cada día. Entonces serán vasijas de gloria. 

No repita las palabras de sus adversarios ni discuta con ellos. No sólo enfrenta a los hombres sino a Satanás y sus ángeles. Cristo no acusó al enemigo en lo que respecta al cuerpo de Moisés. Si el Redentor del mundo, que comprendió las estratagemas capciosas y malignas de Satanás, no osó formular tal acusación contra éste, sino que dijo en humildad y santidad: "El Señor te reprenda, oh Satanás", ¿no sería prudente que sus siervos siguieran su ejemplo? ¿Tomarán los seres humanos finitos el rumbo que Cristo rehuyó, ya que éste daría al diablo ocasión de pervertir, desfigurar y falsificar la verdad? 

A esta altura de la historia del mundo tenemos una obra demasiado importante como para comenzar un nuevo tipo de contienda al enfrentar el poder sobrenatural de los agentes satánicos. Debemos dejar de lado las personalidades, no importa cuán tentados podamos sentimos a sacar ventaja de palabras y acciones. Debemos dominar nuestras almas ejercitándolas en la paciencia. Hermano, ponga de manifiesto que está del lado del Señor. Que la verdad de la Santa Palabra de Dios revele la transgresión, y refleje su poder santificador en los corazones. El espíritu arrogante no debe introducirse para perjudicar la obra de Dios. En cada momento que tenemos el privilegio de comunicarnos con el Eterno, tenemos motivos para agradecerle. . . 

Es necesario contristar el alma todos los días. El Altísimo declara el gran provecho que obtiene todo el que humilla su corazón y se oculta en Jesús: "Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados" (Isa. 57: 15). . . 

Deje que los que odian la ley del Señor se enfurezcan y derramen sus anatemas contra quienes tienen el valor moral para recibir y vivir la verdad. El Señor es nuestra fortaleza (Carta 21, del 13 de septiembre de 1895, dirigida a un evangelista en Australia). 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

EL YO DEBE MORIR


EL YO DEBE MORIR
12 de septiembre


"Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos." 2 Tes. 2: 10. 

Las verdades de la Palabra de Dios poseen un poder transformador y santificador. Si se las acoge en el corazón y se las pone en práctica en la vida resultarán ser un sabor de vida para vida. . . 

Hay una sola obra que realizar en favor de algunos que no sienten ninguna necesidad especial de ayuda. Puesto que no advierten su condición de necesidad, no se reforman. Siguen adelante con el molde de un carácter viciado. A menos que esas almas experimenten el nuevo nacimiento, nunca verán el reino de los cielos. A menos que la iniquidad sea erradicada de la vida, no se les dará la bienvenida a la presencia de los santos ángeles. Dios nunca más permitirá que entre en las cortes celestiales nada que dañe y destruya. 

Satanás nos acosa a cada paso. Permanentemente está procurando deteriorar la fe de los que están relacionados con la obra de Dios. Pero nuestra preciosa fe no ha de ser corrompida por agentes inconversos que el diablo puede emplear para envenenar la mente y engañar el alma. Es menester que oremos más y hablemos menos. Necesitamos aprender de Cristo y ser semejantes a El en mansedumbre y humildad de corazón. 

Es vital que comprendamos cuán imprescindible es morir al yo. La crucifixión de éste colocará a las almas en una posición ventajosa. Insto a todos los que profesan ser cristianos a que mueran al yo de modo que puedan atizar una nueva vida por el poder del Espíritu Santo. El archienemigo, está trabajando con todo engaño de injusticia en los que se pierden. Diariamente necesitamos el poder de Dios que convierte, o no podremos seguir en las huellas de Cristo. En tanto la mente se ilumine en lo que respecta a la pureza y santificación y el corazón responda a los esfuerzos del Espíritu Santo, el resultado será una conversión diaria. 

En el día del fallo final habrá dos grupos delante del Juez de toda la tierra. A los que no hayan andado en las pisadas de Cristo se dirigirán las siguientes palabras: "Apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mat. 7: 23). Los que hayan aplicado en la vida práctica las verdades puras y genuinas de la Palabra de Dios, oirán la bendición: "Bien, buen siervo y fiel. . . entra en el gozo de tu Señor" (Mat. 25: 21). No podremos entrar en la ciudad de Dios hasta que no hayamos aprendido a morir al yo y en su lugar more dentro del alma el espíritu de Cristo (Manuscrito 69, del 12 de septiembre de 1909, "Los asistentes en nuestros sanatorios"). 

martes, 11 de septiembre de 2012

MANTENGAN LA MIRADA EN ALTO


MANTENGAN LA MIRADA EN ALTO
11 de septiembre

"Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante." Heb. 12: 1. 

Los embajadores de Dios deben ser un ejemplo para el mundo incrédulo y para el rebaño del Señor, en palabras, espíritu y carácter. Deben ser uno en corazón. Cristo oró a su Padre para que esto fuera así, y ellos han de responder esa oración haciendo la voluntad de Dios, amándose unos a otros, valorándose mutuamente; no deteniéndose en los desprecios ni fijándose para encontrar algo que desaprobar. 

Si están mirando a Cristo que es el Autor y Consumador de la fe, no se considerarán a sí mismos con tanta solicitud. Estarán esperando y atendiendo diligentemente para recibir las órdenes del Capitán de su salvación, y no dirán como Pedro: "Señor, y ¿qué de éste?" (Juan 21: 21). No debemos apartar nuestros ojos de Jesús. Debemos recibir constantemente el don de su gracia, el bautismo del Espíritu Santo, o no podremos resistir la tentación ni afirmar las cosas que aún permanecen, que están para morir. . . 

Dios ha asignado a cada hombre su tarea. Cuando El da a su siervo una obra especial que realizar, es una lástima que lleve tantas cargas que Dios no le ha encomendado a él sino a otros, y continúe quejándose y lamentándose. 

¿Qué lengua puede expresar, que pluma trazar y revelar los extraordinarios resultados de mirar con corazones fervientes y confiados a Jesús, nuestro Ayudador? "Nosotros todos, mirando a cara descubierta como por un espejo la gloria del Señor, somos transformado de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor"." (2 Cor. 3: 18). ¡Qué magnífica victoria! Mirándole nos transformamos en un ser distinto. Consideremos lo siguiente: nosotros contemplamos y captamos los rayos luminosos en el rostro de Jesucristo. Recibimos tanto como podemos soportar. No nos detengamos para argüir acerca de las circunstancias que nos rodean, pero mantengamos la mirada en Cristo. Por medio del poder transformador del Espíritu Santo llegaremos a ser asimilados a la imagen del Objeto bendito que contemplamos. 

Nunca murmuren ni critiquen. Contemplen a Jesús. Su imagen se graba en el alma y se refleja en el espíritu en las palabras y en el verdadero servicio en favor de nuestros semejantes. El gozo de Cristo colma nuestros corazones y así nuestro gozo es completo. Esta es la verdadera religión. Asegurémonos de obtenerla y de ser amables, corteses, de tener amor en nuestra alma. Esa clase de amor es el que fluye con fuerza y se expresa en buenas obras. Es la luz que ha de alumbrar al mundo y hacer que nuestro gozo sea pleno (Manuscrito 26, del 11 de septiembre de 1889, "Un llamado a la unidad y la armonía"). 

lunes, 10 de septiembre de 2012

LA VIDA DE CONTINUA VICTORIA


LA VIDA DE CONTINUA VICTORIA
10 de septiembre 

"Porque de esta manera será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo." 2 Ped. 1: 11. 

Necesitamos una imaginación santificada y una lengua también santificada. Nuestra obra consiste en que nos vistamos con la mansedumbre de Cristo para ser amables, tiernos y corteses. El Señor no aceptará la obra de ningún hombre a menos que la realice con ternura, amor y amabilidad. El no nos ha puesto como soberanos para que dominemos despóticamente su patrimonio. Que otros sean inspirados por Cristo, del mismo modo como deseamos serlo nosotros. 

Noche tras noche se me han presentado escenas de pequeños grupos suplicando a Dios. El les mostraba algunos ídolos que habían estado acariciando. Algunos los abandonaban, y otros no. Pero la luz del Cielo resplandecía en los rostros de los que se apartaban de sus ídolos. Entonces se les mostraba otros ídolos, y nuevamente algunos renunciaban a ellos. Pero la luz del Cielo brillaba en los que lo abandonaban todo por Cristo. 

Deseamos recibir la plenitud de lo que el Señor tiene para nosotros en estos días cuando la iniquidad se acrecienta tan rápidamente. ¿Estamos aprendiendo la lección, a medida que vemos el aumento de la maldad, de que del mismo modo debemos verdaderamente crecer en la justicia? ¿Entendemos que debemos crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, que ya debemos estar viviendo en el plan de adición?: "Añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 

"Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (2 Ped. 1: 5-11). 

Aquí se presenta cuál es la póliza de seguro de nuestra vida eterna. Haremos bien en asegurarnos de que estamos viviendo de este plan de adición, y Dios obrará por nosotros el plan de multiplicación. El multiplicará en nosotros la gracia y la paz. Fijemos nuestros ojos en la cruz del Calvario, y observemos el sacrificio de Cristo para asegurarnos esta póliza de seguro de vida, "porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (vers. 10, 11) (Manuscrito 73, del 10 de septiembre de 1906, "La obra en Mountain View"). 

viernes, 7 de septiembre de 2012

TESTIFICAR A OTROS


TESTIFICAR A OTROS
7 de septiembre

"¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa?" Isa. 58: 6, 7. 

Estamos viviendo en los últimos días de la historia de esta tierra, y es tiempo de que comprendamos lo que debemos hacer para ser salvos. El Señor obrará inteligentemente en favor de quienes trabajan inteligentemente para El. Mis hermanos y hermanas, deben hacer algo más que sentarse en sus iglesias sábado tras sábado y escuchar la predicación de la Palabra. Tienen una obra que realizar por [sus] amigos y vecinos. Dios requiere. . . que visiten a estas familias y procuren crear interés en la verdad para este tiempo. No están trabajando junto con Dios si descuidan la labor de ayudar a otros a asirse de las realidades eternas. 

No se ha de alentar a nuestros ministros a revolotear sobre las iglesias para repetir a los creyentes, semana tras semana, las mismas verdades. Poseemos una verdad que es preciosa y salvadora. La Palabra de Dios debe ser implantada en muchos corazones, el Pan de Vida debe ser impartido a muchas almas hambrientas. Si estudiamos cuidadosamente el capítulo 58 de Isaías con estas palabras que les he leído de los capítulos 55 y 54, verán que el pueblo de Dios tiene una obra valiosa y extensa que hacer; es una labor bienaventurada elevar a Cristo ante el mundo. 

Cuando el juicio haya concluido y las decisiones hayan sido tomadas para la eternidad, se verá que los que se entregaron de todo corazón al servicio del Señor son los que estarán en pie ante el Cielo. Algunos acaso no pudieron alejarse de sus familiares para ir al campo misionero, pero fueron misioneros en su propio vecindario. Sus corazones se colmaron de tal manera del amor de Dios que su mayor ansiedad fue ganar almas para El. Para ellos esto significa más que el oro y la plata, y que las cosas preciosas de este mundo. Y como se esforzaron con sencillez para ministrar la Palabra de verdad, el Espíritu de Dios la puso en los corazones de la gente. 

Mis hermanos y hermanas, conozcamos la sencillez que hay en la Palabra de Dios. Veamos qué podemos hacer para adelantar la causa de Cristo en la tierra. El estuvo en este mundo como varón de dolores, experimentado en quebranto. Muchos se opusieron a su obra. Muchos se opondrán a ustedes. Pero su tarea es predicar a Cristo y a éste crucificado; y cuando lo hagan, la salvación de Dios se revelará en la conversión de las almas... 

Que la luz brille donde ustedes estén. Aférrense al poder que hay en Cristo, y aprendan a vencer por los méritos de su sangre y la palabra de su testimonio (Manuscrito 93, del 7 de septiembre de 1909, dirigida a la Iglesia de Salt Lake, Utah, EE. UU.). 

jueves, 6 de septiembre de 2012

LA HISTORIA DE LA PASCUA


LA HISTORIA DE LA PASCUA
6 de septiembre


"Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido." Mat. 28: 11. 

Los ángeles del Señor sobresalen en fortaleza. Un ángel apareció ante la guardia romana designada para vigilar la tumba de Cristo y los llenó de temor, y temblaron y quedaron sin fuerzas, como muertos. Sin embargo la escena entera se grabó en sus mentes. Un ángel poderoso, con extraordinaria gloria, descendió de los cielos al sepulcro terrenal, y tomando la piedra sellada la quitó como si hubiera sido un guijarro. Luego se escuchó que, con voz que hizo estremecer la tierra, dijo: "Jesús, Hijo de Dios, tu Padre te llama". Entonces Aquel que había ganado poder para vencer la muerte y el sepulcro salió y proclamó fuera de la agrietada tumba de José: "Yo soy la resurrección y la vida". 

Los soldados se apresuraron a ir hasta los sacerdotes, y con corazones temblorosos les narraron lo acontecido. Los rostros de los sacerdotes se tornaron como de muertos. Caifás trato de hablar. Sus labios se entreabrieron pero no emitieron sonido alguno. Los soldados estaban a punto de abandonar la sala del concejo cuando una voz los detuvo. Caifás finalmente pudo hablar. "Esperen, esperen", dijo. "No digan a nadie lo que han visto". Se dio a los soldados un informe mentiroso. "Digan", ordenaron los sacerdotes, "que sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos" (Mat. 28: 13). Los soldados vendieron su integridad por dinero. Entraron ante los sacerdotes cargados con el más sorprendente mensaje de verdad; salieron con una carga de dinero y un informe falso en sus lenguas, fraguado para ellos por los mismos rabinos. 

Este engaño se difundió lejos y cerca. Pero había testigos de la resurrección de Cristo a quienes los sacerdotes no pudieron acallar. Algunos de los muertos que se levantaron con Cristo aparecieron a muchos y declararon que El había resucitado. Y Cristo mismo permaneció con sus discípulos durante cuarenta días después de haberse levantado de los muertos, y antes de su ascensión [El] les indicó su misión, mandándolos que fueran a todo el mundo y predicaran el Evangelio a toda criatura. 

En esta era, tiempo de las maravillas satánicas, todo lo concebible se dirá y hará para engañar si fuere posible a los mismos escogidos. Que los creyentes no digan nada que exalte el poder de Satanás. El Señor distinguirá a su pueblo observador de sus mandamientos, con notables señales de su favor, si son formados y moldeados por su Espíritu, edificados en la más santa fe, prestando estricta atención a la voz de su Palabra (Carta 195, del 6 de septiembre de 1903, dirigida a W. C. White). 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA BATALLA SOBRE LA LEY DE DIOS


LA BATALLA SOBRE LA LEY DE DIOS
5 de septiembre 


"Las obras de sus manos son verdad y juicio; fieles son todos sus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud." Sal. 111: 7, 8. 

Satanás está trabajando desde las profundidades para estimular a los poderes diabólicos de su confederación de maldad en contra de los justos. Imbuye a los agentes humanos de sus propios atributos. Los ángeles malos unidos a los hombres impíos, realizarán el máximo esfuerzo para atormentar, perseguir y destruir. Pero el Señor Dios de Israel no abandonará a los que confíen en El. En medio de la intensificación de la infidelidad y la apostasía, en medio de una luz fingida que es la más ciega presunción y engaño, la luz del Santuario celestial brillará sobre el pueblo de Dios. Su verdad, triunfará. 

Los mandamientos del Señor serán pisoteados como lo fueron por Satanás en el cielo. A menos que Dios derrame sobre el alma su poder y su gracia que convierten, no habrá intento alguno de oposición al enemigo, sino que los hombres estarán bajo su control; serán cautivos voluntarios. La enemistad contra Satanás la pone Dios mismo en el hombre. El llama a su pueblo a ocupar una posición definida y distinta. El justo fervor con el cual Cristo denunció cada abominación en nuestro mundo, la pureza inmaculada que puso de manifiesto la corrupción de los que engañaban al pueblo con una apariencia de santidad, provocó amarga hostilidad contra El. 

En la actualidad, una actitud similar por parte de su pueblo dará origen al mismo trato. Cada persona estará en formación, dispuesta para la batalla, bajo una de las dos banderas. Los escogidos y fieles se colocarán bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel, y todos los demás bajo el de Satanás. Los que estén de su lado se unirán a él para honrar el falso día de reposo, rindiendo así homenaje al hombre de pecado, quien se ha exaltado a sí mismo por encima de todo lo que se denomina Dios y ha pensado en cambiar los tiempos y la ley. Hollaron la ley de Jehová y forjaron otras para obligar a todos a adorar el sábado espurio, el ídolo que ensalzaron. Pero el día de la liberación de los hijos de Dios no está muy lejos. 

Desearía que todos pudieran apreciar la maravillosa obra del Señor en favor del hombre. Para los ángeles caídos no se hizo ninguna expiación; pero en favor del hombre caído se entregó una completa y amplia ofrenda a fin de salvar hasta lo sumo a todos los que vayan a Dios por Cristo. No rechazará a un pecador arrepentido. "Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abrahán [de modo que la humanidad pudiera alcanzar a la humanidad y la divinidad se asiera de la divinidad]" (Heb. 2: 16) (Carta 30, del 5 de septiembre de 1892, dirigida a S. N. Haskell). 

martes, 4 de septiembre de 2012

ESCENAS DEL SEGUNDO ADVENIMIENTO


ESCENAS DEL SEGUNDO ADVENIMIENTO
4 de septiembre

"Porque fuego se ha encendido en mi ira, y arderá hasta las profundidades del Seol; devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes." Deut. 32: 22. 

Cada agente satánico está trabajando ahora con un poder que proviene de las profundidades. En la Palabra, el día de la muerte no se pone ante nosotros como la imperiosa y gran motivación que nos compele a estar despiertos y resueltos a utilizar nuestras oportunidades. ¿Cuál es la motivación que Dios presenta en su Palabra a todos sus obreros?. . . "Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo" (Sof. 1:14). Antes que llegue este último gran día hemos de proclamar el último mensaje de misericordia a un mundo caído, para preparar a hombres y mujeres para el segundo advenimiento del Señor. 

Todo lo que el enemigo pueda inventar para ocupar la mente y distraer la atención de este mensaje, lo hará. Pero hemos de seguir adelante en la proclamación de la Palabra de Dios. El fin de todas las cosas está cercano. La venida del Señor en las nubes del cielo, con poder y gran gloria, está próxima. . . 

En el día de su advenimiento se oirá la última gran trompeta, y se producirá un terrible temblor que sacudirá la tierra y el cielo. La tierra entera, desde los montes más encumbrados hasta las minas más profundas, escuchará. El fuego lo penetrará todo. La atmósfera viciada será purificada por el fuego. Habiendo cumplido el fuego su misión, los muertos que han yacido en sus tumbas se levantarán; algunos, para resurrección de vida, serán tomados para encontrarse con el Señor en el aire; y otros, para que observen la venida de Aquel a quien despreciaron y al que ahora reconocen como Juez de toda la tierra. 

Las llamas no tocan a ninguno de los justos. Pueden caminar por el fuego como Sadrac, Mesac y Abednego en medio del horno calentado siete veces más de lo que se acostumbraba hacerlo. Los héroes hebreos no pudieron ser consumidos porque la presencia del cuarto, el Hijo de Dios, estaba con ellos. Por consiguiente, en el día del Señor el humo y las llamas no tendrán poder para dañar a los justos. Los que estén unidos al Señor escaparán ilesos. Terremotos, huracanes, fuego e inundaciones no pueden dañar a quienes están preparados para encontrarse con su Salvador en paz. Pero quienes lo rechazaron, azotaron y crucificaron se hallarán entre los que sean levantados de los muertos para contemplar su venida en las nubes de los cielos, asistido por la hueste celestial, diez mil veces diez mil y miles de miles. . . 

Esta escena me fue presentada tan plenamente como podía soportar contemplarla. Luego se modificó, y pasaron ante mí manifestaciones de cosas que existen actualmente (Manuscrito 159, del 4 de septiembre de 1903, "Mensaje a un dirigente médico"). 

lunes, 3 de septiembre de 2012

EL MINISTERIO DE LA ENCARNACIÓN


EL MINISTERIO DE LA ENCARNACIÓN
3 de septiembre


"E indiscutiblemente, grande es el ministerio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria." 1 Tim. 3: 16. 

¿Fue la naturaleza humana del hijo de María transformada en la naturaleza divina del Hijo de Dios? No, ambas naturalezas fueron misteriosamente fusionadas en una sola persona: el Hombre Cristo Jesús. En El moraba toda la plenitud de la Divinidad corporalmente. Cuando Cristo fue crucificado, fue su naturaleza humana la que murió. La Deidad no se debilitó ni murió; eso habría sido imposible. Cristo, el Inmaculado, salvará a cada hijo e hija de Adán que acepte la salvación ofrecida, y que consiente en ser hijo de Dios. El Salvador compró a la raza caída con su propia sangre. Este es un gran misterio, un misterio que no será total y completamente comprendido en su magnitud hasta que la traslación de los redimidos tenga lugar. Entonces el poder, la grandeza y la eficacia del don de Dios para el hombre serán entendidos. Pero el enemigo está decidido a que este don esté envuelto en el misterio que llegue a ser insignificante. 

Tendremos que enfrentar falsos sentimientos. Nunca, nunca podremos permitimos poner nuestra confianza en la magnificencia humana, como algunos lo han hecho, mirando al hombre como los ángeles en el cielo lo hicieron con el rebelde Lucifer y finalmente perdieron el sentido de la presencia de Cristo y de Dios. ¿Quién, escudriñando, puede descubrir a Dios en su perfección? Los evangelios presentan el carácter de Cristo como infinitamente perfecto. Desearía poder decir esto de modo tal que el mundo entero pudiera oír el propósito de la misión y obra de Cristo. Lean y escudriñen las Escrituras, en las cuales Jesús aparece como el ideal divino de nuestra fe. Cuando el ser finito, bajo la sutil influencia del tentador, comienza a cuestionar las palabras de Aquel a quien se llama "Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz" (Isa. 9: 6), su concepto de sí mismo aumenta y el de Cristo y Dios disminuye. . . 

Los hombres más talentosos de la tierra podrían hallar abundante motivo de placer -desde ahora hasta el juicio- por todas las facultades otorgadas por el Señor, en ensalzar el carácter de Cristo. Pero aun así no lograrían presentarlo como El es. Los misterios de la redención, incluyendo el carácter divino-humano de Cristo, su encarnación, su expiación por el pecado, podrían emplear las plumas y las facultades mentales más agudas de los hombres más sabios a partir de ahora hasta que Jesús sea revelado en las nubes del cielo en poder y gran gloria. Sin embargo, aunque esos hombres pusieran toda su capacidad para tratar de ofrecer una representación de Cristo y su obra, la misma estaría lejos de la realidad. . . 

El tema de la redención ocupará la mente y la lengua de los redimidos a través de las edades eternas. El reflejo de la gloria de Dios brillará siempre y para siempre del rostro del Salvador (Carta 280, del 3 de septiembre de 1904, dirigida a los ministros, médicos y maestros). 

domingo, 2 de septiembre de 2012

LAS VENTAJAS DE LA ADVERSIDAD


LAS VENTAJAS DE LA ADVERSIDAD
2 de septiembre

"A ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya." Isa. 61: 3. 

La aflicción y la adversidad pueden causar muchos inconvenientes y ocasionar profunda depresión, pero es la prosperidad lo que puede hacer peligrar la vida espiritual. A menos que el individuo se someta constantemente a la voluntad de Dios, a menos que haya sido santificado por la verdad y posea la fe que obra por el amor y purifica el alma, la prosperidad seguramente despertará la inclinación natural a la presunción. . . 

En el valle de la humillación, donde los hombres dependen de Dios para que les enseñe y los guíe a cada paso, existe relativa seguridad. Empero, los que tienen una relación viva con Dios oren por quienes se hallan en la encumbrada cima, los que por su posición exaltada, se espera que tengan mucha sabiduría. A menos que los tales sientan su necesidad de un Brazo más fuerte que el brazo humano en el cual apoyarse, a menos que dependan del Señor, su visión de las cosas se distorsionará, y fracasarán. 

El Señor me ha instruido para que inste al hombre a entender que es un ser humano. La iglesia de Cristo necesita mantener una estrecha comunión con el Señor Jesús. Los que más sienten su dependencia de Dios son generalmente los que tienen menos tesoros terrenales de los cuales depender. 

De todos los árboles, el pino albar es uno de los cuales los cristianos podemos extraer mejores lecciones inspiradoras. Las raíces de éste requieren menos tierra que cualquier otro árbol. En suelo seco y en medio de áridas rocas halla suficiente alimento para mantenerse tan verde en invierno como en verano. Con una mínima cantidad de tierra en sus raíces, se destaca entre todos los otros árboles del bosque al alcanzar la más elevada altura, que apunta al cielo. Sería bueno que plantáramos y cultiváramos el pino albar puesto que éste constituye una demostración práctica que trae a la mente de todos lo que un cristiano debería ser. 

Desearía poder presentar el significado de este símbolo como me lo fue mostrado. Los miembros de la iglesia que permanecen en su puesto y lugar son árboles de justicia, la plantación del Señor. Aunque las circunstancias que los rodeen puedan ser adversas, sin embargo, al igual que el pino con escasa tierra en sus raíces, constantemente se elevan hacia el cielo, tomando su nutrimiento de lo alto. Como las fragantes ramas del árbol, ellos imparten gracia por la gracia recibida. El alimento oculto que proviene de Dios, lo devuelven en el más puro servicio. . . 

El Señor requiere las mejores energías de cada hombre. Nadie puede encontrar en ser humano alguno la fortaleza que lo capacitará para servir a Dios con todas sus fuerzas. Debe participar de la naturaleza divina (Diario, Manuscrito 145, del 2 de septiembre de 1902). 

sábado, 1 de septiembre de 2012

¿QUE HARÍA JESÚS?


¿QUE HARÍA JESÚS?
1 de septiembre


"Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres." 2 Cor. 3: 2. 

¡Oh, cuánto necesitamos cada momento a Jesucristo!... Que cada hombre permanezca en su puesto y lugar, trabajando con ahínco, decisión y poder para adelantar la causa de Dios, manteniendo elevada la norma en la cual están inscriptas las palabras: "Los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". . . Podemos enseñar la Biblia aun muy celosamente, pero si no honramos la verdad haciendo esfuerzos proporcionales a su grandeza, nuestros conceptos acerca de Cristo no glorificarán al abnegado y sacrificado Redentor. Necesitamos a Cristo a cada momento. Es menester que contemplemos y estudiemos su carácter. ¿Qué haría Cristo si estuviera en mi lugar?, ha de ser la medida de nuestro deber. Es posible predicar la Palabra y actuar directamente en el sentido opuesto a sus enseñanzas, mostrando en la vida familiar y laboral una forma de piedad carente de poder. En lo que concierne a Cristo no es suficiente tener vagas suposiciones. Necesitamos un Cristo permanente. Necesitamos comer su Palabra. El es el Pan de Vida. La Palabra revelada es nuestra fotografía de Jesús. El mundo sólo puede ser expulsado del alma llenando a ésta de Cristo. Así como la vida del cuerpo se produce por los alimentos temporales que se ingieren, la vida del alma, por los alimentos espirituales. 

El que quiera tener una vigorosa vida espiritual debe comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios. Cristo asevera: "Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. . . El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que come él también vivirá por mí" (Juan 6: 35, 54-57). 

Oh, que los obreros en cada rama del servicio de Dios coman de las hojas del árbol de la vida, que son para la sanidad de las naciones. 

Pero no puedo escribir más ahora. Pronto trataré de escribir nuevamente. No pude dormir después de la una esta mañana. He tenido muchas cosas en que pensar. Hoy Willie y el Dr. [A. J.] Sanderson irán a San Francisco para asistir a una reunión de la Junta Directiva Médica, donde se resolverán algunos asuntos importantes, esperemos, conforme a la voluntad de Cristo (Carta 125, del 1º de septiembre de 1901, dirigida al pastor S. N. Haskell y Sra., que estaban haciendo obra evangelizadora entre la gente de color en la ciudad de Nueva York).