"Porque de esta manera será otorgada amplia y generosa entrada en
el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo." 2 Ped. 1: 11.
Necesitamos una imaginación santificada y una lengua también
santificada. Nuestra obra consiste en que nos vistamos con la mansedumbre de
Cristo para ser amables, tiernos y corteses. El Señor no aceptará la obra de
ningún hombre a menos que la realice con ternura, amor y amabilidad. El no nos
ha puesto como soberanos para que dominemos despóticamente su patrimonio. Que
otros sean inspirados por Cristo, del mismo modo como deseamos serlo nosotros.
Noche tras noche se me han presentado escenas de pequeños grupos
suplicando a Dios. El les mostraba algunos ídolos que habían estado acariciando.
Algunos los abandonaban, y otros no. Pero la luz del Cielo resplandecía en los
rostros de los que se apartaban de sus ídolos. Entonces se les mostraba otros
ídolos, y nuevamente algunos renunciaban a ellos. Pero la luz del Cielo brillaba
en los que lo abandonaban todo por Cristo.
Deseamos recibir la plenitud
de lo que el Señor tiene para nosotros en estos días cuando la iniquidad se
acrecienta tan rápidamente. ¿Estamos aprendiendo la lección, a medida que vemos
el aumento de la maldad, de que del mismo modo debemos verdaderamente crecer en
la justicia? ¿Entendemos que debemos crecer en la gracia y en el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador, que ya debemos estar viviendo en el plan de adición?:
"Añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio
propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad,
afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
"Porque si estas cosas
están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto
al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas
tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus
antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra
vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de
esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (2 Ped. 1: 5-11).
Aquí se presenta
cuál es la póliza de seguro de nuestra vida eterna. Haremos bien en asegurarnos
de que estamos viviendo de este plan de adición, y Dios obrará por nosotros el
plan de multiplicación. El multiplicará en nosotros la gracia y la paz. Fijemos
nuestros ojos en la cruz del Calvario, y observemos el sacrificio de Cristo para
asegurarnos esta póliza de seguro de vida, "porque haciendo estas cosas, no
caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada
en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (vers. 10, 11)
(Manuscrito 73, del 10 de septiembre de 1906, "La obra en Mountain View").
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