lunes, 1 de diciembre de 2014

EL CONFLICTO INVISIBLE

1 de diciembre 
EL CONFLICTO INVISIBLE

"Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia." Efe. 6: 14.

El enemigo va tras las huellas de cada uno, y si hemos de resistir las tentaciones que nos asaltan desde afuera y desde adentro, necesitamos estar seguros de que estamos del lado del Señor, que su verdad está en nuestros corazones, manteniendo alertas nuestras almas, listas para hacer sonar la alarma y llamar a la acción contra todo enemigo. Sin esta defensa, en medio de enemigos invisibles seremos semejantes al mimbre que se dobla ante el viento, sacudido y agitado por sus ráfagas. Pero si Cristo mora en el alma podemos ser fuertes en el Señor y en el poder de su fortaleza. . .

La mente puede expandirse y ennoblecerse, y debiera concentrarse en las cosas celestiales. Debemos cultivar nuestras facultades hasta lo sumo, o fracasaremos en alcanzar la norma de Dios. A menos que... [la mente] esté orientada hacia el cielo, llegará a ser fácil presa de las tentaciones de Satanás y se ocupará en proyectos y empresas mundanales que no tienen una conexión especial con Dios. . . Todo el cielo, la devoción, la energía inquieta y un deseo febril se volcarán en esta obra, y el diablo que está cerca se reirá al ver el esfuerzo humano tan perseverantemente empeñado detrás de un propósito que nunca se alcanzará...

Ser independientes en algunos aspectos es un deber que nos debemos a nosotros mismos. Pero es aquí donde el enemigo se introduce con sus trampas engañosas. El orgullo toma el lugar de la humildad. Y cuando Ud. o yo confiamos en nuestros propios recursos, en nuestra propia sabiduría, y buscamos el consejo de nuestro propio corazón, nuestra porción final será el chasco, la vergüenza y la confusión. Estamos en el buen camino del triunfo solamente cuando nos mantenemos estrechamente conectados con Dios y nos ceñimos toda la armadura de la justicia. . .

No es suficiente que crea en la verdad; es esencial que sienta el poder de ella. Esta debiera tener una influencia constante y perdurable sobre la mente. Pero se favorecen proyectos de ensueño que obstruyen el camino hacia los principios de origen celestial, profundos y cabales. Las cosas de esta vida tienen preferencia en relación con los intereses que pertenecen a la vida futura e inmortal. Lo común y lo terrenal apagan el sentido de lo eterno.

Hay una salvaguardia contra los engaños y trampas de Satanás: la verdad tal cual es en Jesús. La verdad implantada en el corazón, nutrida por la vigilancia y la oración, alimentada por la gracia de Cristo, nos dará discernimiento. La verdad debe permanecer en el corazón, debe experimentarse su poder a pesar de los atractivos y encantos de Satanás; y tanto su experiencia como la mía deben demostrar que la verdad purifica y bendice el alma (Carta 17, del 10 de diciembre de 1886, dirigida a un destinatario desconocido).

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