¿Esta su Vida Vacía? Es eso puede cambiar.
Vivimos en un mundo llena de dolor y de pérdidas. A pesar de
su prosperidad material, el mundo occidental tampoco se halla exento de estos
males. Todos buscamos paz y prosperidad. Desafortunadamente, muchas de las cosas
que imaginamos pueden darnos felicidad sólo ofrecen una liberación pasajera del
sufrimiento que a menudo nos embarga. ¿Nos queda acaso alguna esperanza?
Desde siempre, los problemas han sido parte de la
experiencia humana. Una buena parte de la literatura mundial hablan de las
dificultades por las que todos debemos pasar. No es mera coincidencia que la
Biblia esté llena en gran parte de historias que hoy día nos resultan tan
relevantes como cuando sucedieron, siglos atrás. Es una lástima que a menudo descuidemos
que esta rica fuente de soluciones divinas para nuestra condición humana.
Repasemos algunas de esas historias.
¿Cómo llenar el vacío?
Una mujer del antiguo testamento era pobre en extremo. Su
marido había muerto y había dejado grandes deudas. Lo único que tenía era una
vasija de aceite y dos hijos que, para colmo de males, estaban a punto de ser
llevados como esclavos para saldar la deuda. En su desesperación, fue a ver al
profeta Eliseo, quien le digo que tomara prestadas de sus vecinos tantas vasijas
como fuera posible. Por medio de Eliseo, Dios se disponía hacer un milagro en
su vida.
La mujer recibió la orden de echar aceite en todas las
vasijas. Mientras lo hacía, el aceite no dejó de fluir y llenó todas las
vasijas prestadas. Entonces, vendió el aceite y pagó la deuda (ver 2 reyes
4:1-7).
Al igual que esas vasijas, nuestra vida a menudo parece
vacía. Aunque cada vez que gozamos de mayor prosperidad material, los índices
de divorcio y suicidio muestran que muchas vidas están ruinas. A menudo, la
risa solamente enmascara el vacío interior.
La solución a nuestras dificultades no está en luchar solos,
sino permitir que Jesús tome el control de nuestras vidas.
Para compensar, la gente trata de llenar sus “vasijas” con
toda clase de cosas: drogas, alcohol, fiestas, trabajo o dinero. La lista
podría ser más extensa. Desafortunadamente, estas alternativas son pasajeras.
Hay alguien, sin embargo, que es capaz de llenar que esas vasijas
vacías. Ese alguien es Jesús. El apóstol Pablo lo digo de esta manera “tenemos
este tesoro en vasos de barro” (2 corintios 4:7). La solución a nuestras
dificultades no significa que tenemos que luchar solos, sino permitir que
Jesús, tome el control de nuestras vidas. No todas las dificultades
desaparecerán, pero recibiremos fuerzas del cielo para enfrentarlas.
¿Beber para volver a tener sed?
En la Biblia, a menudo se habla de que Dios desea llenar
nuestras vidas con su paz y consuelo. Cierta vez, Jesús viajaba de Judea a
galilea a través de samaria, cuando se detuvo a descansar en el pozo de Jacob.
Una mujer del lugar vino al pozo a llenar sus vasijas de agua. Jesús le pidió
de beber.
Jesús solía compartir su mensaje de esperanza y amor
mediante lecciones objetivas, cosa que hizo en esta ocasión junto al pozo: “cualquiera
que bebiere de esta agua, volverá a tener ser; más el que bebiere del agua que
yo le daré, no tendrá ser jamás; sino que el alma que yo le daré será en él una
fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:13,14).
El agua de vida nos llenará hasta que rebosemos y satisfará
todas nuestras necesidades. Como dice David: “abres tu mano, y colmadas de
bendición A todo ser viviente” (salmos145:16).
Por medio del poder que nos da Cristo, estaremos capacitados
para enfrentar los problemas de la vida, los confortará en momentos de duelo y,
lo que es más importante, nos dará la esperanza que fortalece.
El verdadero tesoro.
El rey salomón supo lo que es vivir apartado de Dios. En la
primera parte de su reinado, reconoció a Dios como el creador y la fuente de
todo poder y sabiduría. Una noche, Dios le hablo en un sueño y le dijo que
pidiera lo que quisiese. En lugar de pedir riquezas, fama, una larga vida, u
otros favores temporales, salomón pidió sabiduría y discernimiento. Dios se
sintió tan complacido que le otorgó lo que pidió.
Durante ese periodo de su vida, salomón fue respetado por su
misericordia y justicia. Anduvo de los caminos de Dios y fue bendecido por su
honradez. Pero poco a poco, el orgullo y la autosuficiencia, además de la
influencia de sus esposas paganas, llegaron a ser su perdición. Con el tiempo
le dio la espalda a Dios y comenzó a llenar su vida con tesoros perecederos. No
le faltaba mujeres, fama, músicos, oro, plata, piedras preciosas, tierras y
navíos. Aun así, no era feliz.
Al buscar a los tesoros mundanales, Salomó olvidó la
verdadera fuente de la felicidad. En lugar de ser honrado por sus actos de
misericordia y benevolencia, se volvió tirano; aumentó los impuestos para
financiar sus proyectos. Y lo peor de todo, perdió el favor de Dios.
Después de malgastar tanto tiempo en busca de la fama, salomón
reconoció su error y regresó a Dios. Después de satisfacer todas sus
ambiciones, declaró que todo era válida (ver eclesiastés1:1,2).
Como puede ayudarle este relato? Cristo vino este mundo para
que usted tenga vida, y la tenga en abundancia (Juan10:10). Dios lo creó con un
fin especial y en su propósito hacer que su copa rebose para que pueda
experimentar la vida plena. Cristo ofrece paz y descanso a todos los que
aceptan su regalo.
Aunque no somos más que una pequeña e insignificante
partícula de polvo en comparación con el universo, Dios se interesa por
nosotros. El que ve caer al gorrión de seguro se interesa también en nuestro
bienestar. Puede que la vida le parezca tan vacía como las vasijas de aceite de
la historia, pero Dios quiere obrar un milagro en su vida. Quiere que nuestras
vidas rebosen de incontables bendiciones. Él es nuestra única esperanza
duradera en medio de tantas dificultades.
Stephanie Fox es una talentosa joven de apenas 16 años.
Además de sus estudios regulares, recibe clases de violín en el conservatorio
de música de la universidad de Tasmania. Reside en Hobart, Capital de Tasmania,
Australia.
Prioridades para hoy, páginas 4 y 5.
Gracias
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