El Ayuno Bíblico
- Refuerzo al ejercicio de nuestra autoridad espiritual -
El ayuno
bíblico
En diversas ocasiones estamos
llenos de necesidades especiales, ¿a quién acudimos? a nuestro Eternos y
Poderoso Dios. El ayuno nos ayuda a enfocar nuestra mente en el Señor, además
enfoca nuestras energías en buscar al Señor para que entendamos su voluntad.
¿Por qué
ayunar?
El ayuno también le da fuerzas a
nuestras oraciones, en la Biblia encontramos muchas situaciones de necesidad en
las cuales el pueblo de Israel buscaba a Dios mediante el ayuno y oración,
especialmente cuando el pueblo se encontraba en momentos de crisis nacional.
Además de ellos encontraremos en la Biblia personajes que pusieron su fe en el
ayuno, entre ellos: Nehemías, Esdras, el rey Josafat, el profeta Joel.
El mayor ejemplo de ayuno fue el de Jesús, el ayuno practicado por Él tenía tres objetivos fundamentales. Tómelos en cuenta:
El mayor ejemplo de ayuno fue el de Jesús, el ayuno practicado por Él tenía tres objetivos fundamentales. Tómelos en cuenta:
- Primero estaba relacionado con la oración y la comunión con el Padre.
- Segundo, como un medio para vencer los ataques del enemigo.
- Tercero, como modelo espiritual para nosotros.
En nuestros días, el ayuno puede traernos varios beneficios espirituales. Conózcalos, no espere que vengan tiempos difíciles para sentirse en la necesidad de orar y ayunar. Tome la decisión de apartar un día especial para dejar de comer y estar en comunión con Dios a través de la oración y el ayuno, tenga la seguridad que disfrutará del poder de Dios en su vida.
Si no sabe cómo realizar este momento especial de consagración, descargue el siguiente archivo, en el encontrará consejos sobre ¿cómo ayunar? además un estudio adicional qué responde con más énfasis la pregunta ¿por qué ayunar?
El Ayuno Bíblico
- Refuerzo al ejercicio de nuestra autoridad espiritual -
En momentos de especial
necesidad, el ayuno puede ayudarnos a
enfocar toda
nuestra energía
en buscar a Dios para
entender su voluntad, al
mismo tiempo que da más fuerza a nuestras oraciones. La
Escritura describe diferentes situaciones y
ocasiones cuando Israel como nación
buscaba a Dios con
oración y ayuno. Israel ayunaba, por ejemplo, en los momentos de una crisis nacional.
1. La reina Ester, antes de interceder a favor de su pueblo, pidió a todos los judíos que
estaban
con
ella
en Susa que ayunaran.
“Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: Ve y reúne a todos los judíos que
se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche
y día; yo también con mis doncellas ayunaré
igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca” (Ester 4:15-16).
2. Cuando Nehemías
escucha en Babilonia que los
muros de
Jerusalén están
en ruinas, se lamenta, ayuna y ora.
“Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la
provincia, están en gran mal
y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus
puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice
duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos” (Nehemías1:3-4).Estos dos pasajes vinculan el ayuno con el fuerte deseo de ver a Dios intervenir, proteger y restaurar
el bienestar de Israel.
3. De la misma forma Esdras ora y ayuna pidiendo protección al emprender el largo viaje desde Babilonia a Israel.
“Y publiqué ayuno allí junto al Río Ahava, para afligirnos delante de nuestro
Dios, para
solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y
para todos nuestros bienes. Porque tuve vergüenza de pedir
al
rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque
habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre
todos los que
le buscan;
mas su poder y su furor contra todos los que le
abandonan. Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro
Dios sobre esto, y él
nos fue propicio” (Esdras 8:21-23).
4. El rey Josafat llama a Israel
a
ayunar cuando enfrenta un
combate
militar
inminente.
“Pasadas estas cosas, aconteció que los
hijos de Moab y de Amón, y
con
ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: contra ti viene una gran multitud del otro lado del
mar, y de Siria; y
he aquí están
en
Hazezon-tamar,
que es En-
gadi. Entonces
él tuvo temor, y Josafat
humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y se reunieron los de Judá para
pedir socorro a Jehová; y también de todas
la ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová” (2 Crónicas 20:1-4).
5. El profeta Joel llama a Israel a ayunar como señal de confesión y arrepentimiento por su gran pecado.
“Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar;
venid, dormid en
cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios la
ofrenda y
la
libación.
Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad
a los ancianos y a
todos los
moradores de la
tierra en la casa de Jehová vuestro
Dios, y clamad a
Jehová” (Joel 1:13-14; ver también Joel 2:12; Jonás 3:5).
En cada uno de estos cinco pasajes del Antiguo Testamento,
reconocemos varios
temas comunes: Israel pide que Dios intervenga, proteja, libere y restaure.
En cada
uno se hace ayuno, al parecer, como señal de la gran importancia de la situación y
el
gran deseo de Israel de ver
a Dios actuar. Esto quiere decir que para ellos no había nada más importante
que la
situación
que enfrentaban
en
ese momento. La
actividad
normal no podía continuar igual. La rutina diaria era interrumpida.
Aun las necesidades básicas de comer y beber se dejaban de lado como señal ante Dios que Israel estaba en un gran peligro y sólo podía ser salvado si Dios actuaba a su
favor. “Señor—decían
las peticiones—tómanos en serio. Sin ti no tenemos
salvación.
Si nos dejas solos, estamos perdidos. Actúa a nuestro favor.
Perdona nuestras iniquidades. Queremos cambiar.”
En el Nuevo Testamento encontramos a personas y grupos ayunando en preparación para periodos intensos de
ministerio y
prueba. En otras ocasiones,
las personas
ayunaban y
oraban para
discernir la voluntad de Dios en una situación
particular.
1. Jesús ayunó por cuarenta días en el desierto antes de su enfrentamiento con el
diablo
(Lucas 4:1-2).
2. Jesús explicó a los discípulos que ciertos actos de ministerio requieren una ardua labor. Habiendo fallado ellos en su intento de echar
fuera el demonio de un muchacho, Jesús les dice que
“este género con nada puede salir, sino con oración y
ayuno” (Marcos 9:29).
3. La profetisa Ana
servía
en el
templo “con
ayunos
y
oraciones
de noche
y
de día”
(Lucas 2:36-38), y una de las pocas personas en reconocer al Mesías cuando apareció fue ella.
4. Fue mientras ayunaban, adoraban y oraban que la iglesia en Antioquía entendió
que
Bernabé y Pablo debían ser apartados para la obra a los gentiles (Hechos 13:2).
En estos diferentes ejemplos,
vemos que el ayuno conlleva renunciar a algo,
normalmente a la comida,
por
el bien de un mayor beneficio o necesidad. Richard Foster escribe:
“La idea central del ayuno es la negación voluntaria de lo
que
de otra manera sería una función normal,
con
el propósito de
realizar una actividad espiritual
intensa. No
hay nada malo
en estas funciones normales
de la vida; simplemente sucede que hay
momentos en que las ponemos a un lado para concentrarnos” (Study Guide for Celebration of Discipline—Guía de
Estudio de
Alabanza a la
Disciplina, Foster, pág 40).
(Este material sobre el ayuno ha sido adaptado del curso titulado: Tiempo y Lugar para Dios: Hacia el Crecimiento Espiritual, Módulo 4, publicado por el Centro por la Excelencia en las Organizaciones de Eastern College, USA.)
EL AYUNO – ESQUEMA GENERAL
1. ¿QUÉ TIPOS
DE AYUNO PODEMOS
HACER?
El ayuno
más común
es
el de
abstenerse
de todo alimento,
pero bebiendo agua.
Según vemos en la Biblia, una persona que se aparta para buscar a Dios puede ayunar hasta 40 días (Lucas 4:1-2). En algunas emergencias se ha ayunado
completamente, sin tan siquiera beber agua; pero la Biblia no hace mención de
nadie que lo haya hecho por más de tres días (Ester 4:16), a no ser por intervención
divina (Moisés, Elías).
También se pueden hacer ayunos parciales,
cuando uno tiene que
trabajar,
o tiene alguna enfermedad
del
estómago, o está tomando medicamentos
que no puede
dejar
de
usar. Este ayuno
consiste en comer
para
mantener las fuerzas, pero no por el
placer de comer (Daniel 10.2-3). Esto se puede hacer,
por
ejemplo, bebiendo sólo zumos, tomando
sopas de verduras, o comiendo
sólo fruta
y verduras.
Es importante recordar que el PROPÓSITO de un ayuno es buscar a Dios; buscarle
hasta
que hayamos prevalecido con él
y
tengamos la seguridad de
que hemos obtenido la victoria.
No es ningún tipo de penitencia religiosa. Es un arma de guerra
espiritual que hace más concentrada y eficaz la oración. Así que, la
meta debe ser
dedicar todo el tiempo posible
a orar
a Dios.
Aun si hacemos un ayuno parcial y
trabajamos la
mayor parte del día, el propósito sigue siendo el mismo; necesitamos un esfuerzo especial en la oración. Por eso es aconsejable acompañar el ayuno de comida con otro “ayuno”; ayuno de televisión, libros, revistas,
música, conversación prescindible, etc., para poder dedicar cada momento libre a la
oración.
MEDITAMOS:
El ayuno es un arma de guerra espiritual que concentra más la oración,
la hace más eficaz, la respalda con mayor
autoridad, y nos ayuda a conseguir la victoria.
Es muy importante la forma de TERMINAR un ayuno. Cuando una persona pasa más de dos o tres días sin comer, su sistema digestivo se ajusta a este estado, y la vuelta a las
comidas de
costumbre
debe
hacerse
paulatinamente,
para no forzar el
estómago. La mayoría de
los autores que
escriben sobre el tema recomiendan un
tiempo de ajuste de igual duración que el mismo ayuno, para evitar cualquier riesgo
o problema. El periodo de “desayuno” se puede llevar de muchas maneras, pero
aquí
damos un
ejemplo de cómo romper un
ayuno de siete días con agua:
· Día 8: Desayuno –
zumo de naranja, una
fruta
Comida – sopa de verduras
Cena – sopa de verduras
· Día 9: Desayuno – leche o yogur, y un
poco
de pan
Comida – hervido
de
verduras
Cena – ensalada de lechuga
· Día 10: Añadir a lo
anterior: queso, huevos
· Día 11-12:
Añadir
a
lo anterior: pescado,
pollo.
Evitar cosas
fritas,
grasa, especias fuertes, picante, etc.
· Día 13-14: Comidas normales, pero de menos cantidad de lo normal.
Una regla de oro: En cuanto el estómago
se sienta
lleno, por poco que hayas comido,
para enseguida. Sobre todo hay
que
resistir el apetito feroz que
entra al cuerpo
alrededor del tercer día del periodo de “desayuno”, cuando uno tiene ganas de comer grandes cantidades aunque su estómago se haya llenado;
y evitar el picar
entre comidas.
Aun después del periodo de reajuste, es conveniente
dejar unos días antes de “ponerse las botas”, porque esto puede ser muy peligroso para el cuerpo.
El mismo Señor que da determinación y anhelo para hacer el ayuno, dará fuerza de
voluntad para romperlo con prudencia.
2. ¿POR QUÉ
COSAS AYUNAMOS?
1. Como DISCIPLINA guiada por el Espíritu Santo: Mat. 4:2; 1 Cor. 9:25; 2 Cor. 6:5;11:27
2. Para buscar
la VOLUNTAD DE
DIOS en
asuntos específicos:
Jueces
20:26; Hechos 13:3; 14:23.
3. ARREPENTIMIENTO por el pecado: 1 Sam. 7:6; 2 Sam. 12:16, 21-23; 1 Reyes 21:27;
Nehemías 9:1-3; Joel 1:14; 2:12,15; Jonás 3:5-10
(ver
Jeremías 18:7-8).
4. A favor de la OBRA DE DIOS: Neh. 1:4; Joel 2:15
5. LIBERACIÓN Y PROTECCIÓN: 2 Crónicas 20:3; Esdras 8:21-23; Ester 4: 13-16; 9:31;
Marcos 9:29.
6. Para HUMILLARSE delante de Dios: Salmo 69:10-13.
7. Como parte de la ADORACIÓN: Lucas 2:37; Hechos 13:2,3.
8. En tiempos de profunda AFLICCIÓN: 1 Sam. 31:13; 2 Sam. 1:12; 12:16, 21-23; Sal. 35:13; Dan 6:18
9. Para BUSCAR ENTENDIMIENTO y SABIDURÍA de parte de Dios: Dan. 9:2,3,21,22
3. ¿QUIÉNES AYUNABAN?
1. El pueblo de Israel, en el Antiguo
Testamento: Lev. 16:29,31
2. Juan el Bautista: Marcos 2:18; Lucas 5:33
3. Ana, la
profetisa: Lucas 2:37
4. Jesús: Mt. 4:2; Marcos 1:13
5. Jesús esperaba que sus
discípulos
ayunaran después de su partida: Mt. 9:14,15; Mr. 2:18-20; Luc. 5:33-35
6. Los discípulos: Hechos 13:2,3; 27:9
7. El ayuno era una práctica de la Iglesia del segundo siglo: Didajé, II Clemente, Hermas.
8. Grandes hombres de Dios conocieron el poder
y la
disciplina del ayuno:Martín Lutero, Carlos y Juan
Wesley, Carlos Finney, Juan Calvino, Jonatan Edwards, Pastor Hsi, Juan Knox, David Brainerd, Hudson Taylor.
AYUNO en 7 Pasos Prácticos
La manera en que usted comienza y desarrolla su ayuno determinará
en gran parte su
buen éxito. Al seguir estos "Siete pasos básicos para el ayuno, su tiempo
con el Señor tendrá mayor significado y recibirá muchos beneficios espirituales.
PASO 1
Establezca su objetivo
¿Por qué está usted ayunando?
¿Será para tener una renovación espiritual, para obtener guía o dirección, por sanidad, para
que se resuelvan problemas, por gracia especial para tratar con alguna situación difícil? Pida
al Espíritu Santo que le aclare Su dirección
y Sus
objetivos para el ayuno de oración. Esto le ayudará a usted a orar más
específicamente y
con una mejor estrategia.
A través del ayuno y la oración, nos humillamos
delante de Dios para que el Espíritu
Santo mueva nuestra alma, despierte nuestras iglesias y sane nuestra tierra. De acuerdo a 2
Crónicas 7:14. Haga de esto una prioridad en su ayuno.
PASO 2
Haga su compromiso
Haga oración acerca de la clase de ayuno que usted debe tener. Jesús enfatizó que
todos sus
seguidores debían ayunar (San Mateo 6:16-.18;9:14,15). Para El
esto era un asunto de CUANDO debían ayunar los creyentes,
no
SI los creyentes lo harían. Antes de
ayunar, desde el principio, decida lo siguiente:
• Qué tanto tiempo va usted a ayunar —una comida, un día, una semana, varias semanas, cuarenta días (los principiantes deben empezar despacio, y poco a poco hacer ayunos más largos).
• El tipo de ayuno que Dios quiere que usted haga (tal
como sólo tomar agua, o
agua y jugos; qué clase de jugos tomará y qué tan seguido).
• Qué actividades físicas o sociales dejará usted de hacer.
• Qué tanto tiempo pasará usted cada día en oración y en la Palabra de
Dios.
•
El hacer estos planes con anterioridad,
le ayudará a mantener su ayuno cuando sienta
tentación de abandonarlo, ya sea por incomodidad física o por las presiones de la vida.
Paso 3
Prepárese espiritualmente
La base del ayuno y la oración es el arrepentimiento. Sus oraciones serán obstaculizadas por pecados sin confesar. En seguida hay varias cosas que usted puede hacer para
preparar su corazón:
� Pida a Dios que le
ayude
a hacer una
lista completa
de sus pecados.
� Confiese cada pecado que el Espíritu Santo traiga
a su memoria y acepte el perdón de Dios. (I Juan 1:9)
� Busque
ser perdonado por todos aquéllos
a quien usted ha ofendido, y perdone a aquellos que lo han herido (San Marcos 11:25; San Lucas 11:4; 17:3,4).
� Restituya, devuelva y repare según
el
Espíritu Santo le dirija.
� Pídale a Dios que
le llene
con
Su Espíritu Santo de
acuerdo a
Su orden en Efesios 5:18 y a
Su promesa en I Juan
5:14,15.
� Entregue su vida
completamente
a Jesucristo como su Señor y Maestro; niéguese a obedecer su naturaleza
mundana. (Romanos
12:1,2).
� Medite en los atributos de
Dios, Su amor, soberanía, poder, sabiduría, fidelidad, gracia, compasión, y otros más
(Salmos 48:9,10; 103:1-8, 11-13).
� Empiece su tiempo de
ayuno y oración con un corazón
dispuesto
(Hebreos 11:6).
� No subestime la
oposición espiritual. Satanás
a veces intensifica la batalla natural entre
el
cuerpo y el espíritu (Gálatas 5:16,17).
PASO 4
Prepárese físicamente
El ayunar conlleva ciertas precauciones.
Consulte a su médico primero, especialmente si usted está tomando medicamentos con receta o
si
usted tiene alguna enfermedad crónica. Algunas personas nunca deben ayunar sin supervisión profesional.
La preparación física permite que el cambio drástico en su rutina alimenticia sea más
llevadero y para que usted pueda poner toda su atención en el Señor en
oración.
� No se apresure a entrar en ayuno.
� Prepare su cuerpo. Coma menos alimentos antes de comenzar un ayuno. Evite tomar alimentos que tengan un alto contenido de grasas o de azúcar.
� Coma frutas y verduras crudas por dos días antes de entrar en el ayuno.
MIENTRAS USTED AYUNA
Ya ha llegado el momento
de comenzar su ayuno. Usted ha dejado de comer comida
sólida y ha empezado a buscar al Señor. A continuación aparecen algunas sugerencias
que le pueden ayudar.
� Evite tomar drogas y medicinas, aun los
medicamentos naturales de hierbas y remedios homeopáticos. Recuerde, si va a dejar de tomar medicinas, deberá ser bajo la supervisión de su médico.
� Limite su actividad física y mental.
� Haga
sólo
ejercicio moderado.
Camine de uno a tres
kilómetros
al día, si es conveniente y lo siente apropiado.
� Descanse tanto como lo permita su horario.
� Prepárese para
enfrentar problemas temporales
del
carácter, tales como impaciencia, ansiedad y
enojo.
� Usted sentirá algunas molestias físicas especialmente el segundo día. Tal vez sienta dolores pasajeros de hambre, mareos o tristeza.
� El
dejar de tomar
café
y
azúcar le
puede
provocar
dolor
de
cabeza. Otros problemas físicos pueden ser debilidad, cansancio o falta de sueño.
Los primeros dos o
tres
días generalmente son los más difíciles.
Al seguir en
el ayuno, sentirá
una
sensación de bienestar
tanto
físico
como espiritual. Sin embargo, si usted sigue sintiendo dolores de hambre en el estómago, tome más líquidos.
PASO 5
Establezca su propio horario
Para poder
obtener el máximo beneficio espiritual separe suficiente tiempo para estar a solas
con
el Señor. Siga Su guía. Mientras
más
tiempo pase con El, su ayuno
tendrá más significado.
Por las mañanas
� Empiece su día en alabanza y adoración.
� Lea y medite la Palabra de Dios, de preferencia de rodillas.
� Invite al Espíritu Santo que obre en usted para que desee hacer Su voluntad
de acuerdo a Filipenses 2:13.
� Pídale a Dios que lo use. Pídale que le muestre cómo poder influenciar su mundo, su
familia, su iglesia, su comunidad, su país y el mundo.
� Haga oración porque Dios le dé Su visión para su vida y le dé poder para hacer Su voluntad.
Al mediodía
� Regrese a la oración y
a la
Palabra de Dios.
� Vaya a dar una caminata, mientras conversa con Dios.
� Pase tiempo en oración intercesora por su comunidad y por los
líderes de las
naciones, por los millones de personas que no han sido alcanzados, por su familia y
por necesidades especiales.
Por la noche
Separe tiempo sin prisa para "buscar el rostro del Señor".
� Si otros están en ayuno con usted, reúnanse a orar juntos.
� Evite
ver televisión o
cualquier otra
distracción que pueda desviar su enfoque
espiritual o apagar su comunión con Dios.
Si es posible, empiece y termine cada día de rodillas con su esposo (a) por un breve
tiempo de alabanza y gratitud a
Dios.
Es mejor pasar los tiempos largos de
oración y estudio de la Biblia a
solas con el Señor.
Es vital mantener una rutina
en
su
dieta.
El Dr. Julio
C. Ruibal,
nutriólogo,
pastor y especialista en ayuno y oración, sugiere un horario y una lista de jugos que le pueden ayudar y nutrir.
Modifique
este horario y los
líquidos que debe
tomar según
sus circunstancias y preferencias.
5 a.m. -
8 a.m.
Jugos de fruta, de preferencia recién hechos o licuados. Si la fruta es ácida deberá diluirlos con 50% de agua destilada. Generalmente se prefieren jugos de manzana, de pera, de toronja, de papaya, de sandía, etc. Si usted no puede preparar sus propios jugos, cómprelos sin azúcar y sin agregados químicos.
10:30 a.m. mediodía
Jugo de verduras recién hecho, de lechuga, apio y zanahoria en partes iguales.
2:30 p. m. -
4 p. m.
Té de hierbas con un poco de miel de abeja. Evite el té negro o cualquier té con cafeína.
6 p.m. -
8:30
p.m.
Jugo de verduras cocidas, tales como papa, apio
y zanahoria sin sal. Después de hervirlas
como media hora, sirva el agua en un recipiente y tómesela.
Consejos para el ayuno con jugos
� Al tomar jugos de fruta, disminuirán sus dolores de hambre y el azúcar natural le dará renovada energía. El sabor y el aumento de
energía le motivarán y le darán fuerzas para continuar.
� Los mejores jugos se hacen de verduras frescas, limones, uvas, manzanas, repollo, remolacha, zanahorias, apio o vegetales de hoja Verde. Durante el tiempo de frío
puede disfrutar del jugo caliente de las verduras cocidas.
� Mezcle los jugos ácidos (como la naranja y el tomate)
con agua para beneficio de su
estómago.
� Evite bebidas con cafeína. Evite masticar chicle o mentas, aun si su aliento es fétido.
Estos estimulan la acción digestiva en su estómago.
ROMPIENDO EL AYUNO
Cuando ha terminado el tiempo que usted ha separado para
ayunar, comience a comer
de nuevo. Sin embargo, es muy importante
para su salud y para su bienestar espiritual la
forma en cómo usted rompe el ayuno.
Termine su ayuno en forma gradual Empiece a comer gradualmente. No coma alimentos sólidos inmediatamente después de su ayuno. Si usted de pronto vuelve a introducir
alimentos sólidos a su estómago y sistema digestivo, es posible que tenga consecuencias negativas y aun peligrosas. Empiece tomando pequeñas porciones de comida cada día. Si usted termina su ayuno gradualmente,
los efectos benéficos físicos y espirituales
resultarán en una mejor salud.
He aquí algunas sugerencias para ayudarle a
terminar adecuadamente su ayuno.
� Rompa un prolongado ayuno de agua, con fruta tal como sandía.
� Mientras continúa tomando jugos de frutas o verduras añada lo siguiente:
Primer día: Añada una ensalada cruda.
Segundo día: Añada una papa horneada o cocida, sin mantequilla ni especies.
Tercer día: Agregue una verdura
cocida al vapor.
De allí en adelante: Empiece a
introducir su dieta normal.
� Regrese gradualmente a su forma habitual de comer, mediante el consumo de
pequeñas meriendas, o sea, porciones pequeñas de alimento en cada tiempo de
comida, durante los primeros días. Empiece con un poco de sopa y frutas frescas
tales
como
sandía
y
melón. Proceda
a
tomar unas cuantas
cucharadas de comida sólida tal como fruta cruda y verduras
o una ensalada cruda y papa horneada.
PASO 7
Espere resultados
Si usted
sinceramente se humilla delante del Señor, se
arrepiente, hace oración y busca el rostro de Dios; si usted constantemente medita
en Su Palabra, podrá
experimentar Su presencia
claramente
(San Juan
14:21).
El Señor le dará discernimiento
espiritual. Su confianza y fe en Dios serán fortalecidas. Sentirá un
refrescamiento mental, espiritual
y
físico.
Usted
recibirá respuesta
a
sus oraciones.
Sin embargo, un
solo
ayuno no
es
un "curalotodo" espiritual. Así
como
diariamente necesitamos
ser llenos del Espíritu Santo, también necesitamos tiempos de ayuno delante
del Señor. Por ejemplo, un ayuno de 24 horas cada semana ha sido de gran beneficio para muchos cristianos.
Toma tiempo fortalecer sus músculos de ayuno espiritual. Si usted falla en lograr su primer
ayuno, no
se
desanime. Posiblemente trató
de
hacer un
ayuno demasiado largo
la primera vez, o tal vez necesita fortalecer su comprensión y su determinación. Tan pronto
como sea posible, empiece otro ayuno, hasta que tenga éxito. Dios honrará su fidelidad. Le
animo a unirse a mí en ayuno
y
oración una y otra vez hasta que de verdad
experimentemos avivamiento en nuestros hogares, nuestras iglesias, nuestro país y a través del
mundo.
Cómo experimentar y mantener un avivamiento personal
1. Pida al Espíritu Santo que le revele cualquier pecado inconfeso en su vida.
2. Busque ser perdonado de todos aquéllos a quienes ha ofendido y perdone a todos los
que le han herido. Haga restitución según Dios le dirija.
3. Examine sus motivos en toda palabra
y obra. Pida al Señor que examine y limpie su
corazón cada día.
4. Pida al Espíritu Santo que guarde su caminar para evitar la complacencia y la
mediocridad.
5. Alabe y dé gracias a Dios continuamente en todo, todos los días sin importar sus circunstancias.
6. Niéguese a obedecer su naturaleza carnal (mundana). (Gálatas 5:16,17)
7. Entregue su vida a
Cristo Jesús como Señor y Salvador. Desarrolle una total
dependencia en El, con completa sumisión y humildad.
8. Estudie los atributos de Dios.
9. Tenga hambre y sed de justicia (San Mateo 5:6).
10. Ame a Dios con todo su corazón, alma y mente (San Mateo 22:37).
11. Aprópiese de la plenitud y el control del Espíritu Santo continuamente y por fe en base a la orden
de Dios (Efesios 5:18) y
Su
promesa (I Juan 5:14,15).
12. Lea, estudie, medite y memorice diaria-mente la Palabra de Dios, que es santa, inspirada y sin error (Colosenses 3:16).
13. Ore sin cesar (I Tesalonicenses 5:17).
14. Ayune y haga oración por un período de 24 horas cada semana. En oración,
considere ser uno de los
dos millones de cristianos que estarán en ayuno y
oración por
cuarenta días, antes del final del año 2,000.
15. Trate de testificar de Cristo diariamente, como un hábito permanente en su vida.
16. Decídase a vivir una vida santa, de obediencia y fe.
17. Empiece o
únase a un estudio bíblico de hogar o en su iglesia que enfatice una vida santa de avivamiento.
Fuente:http://www.recurso-adventista.com/2014/08/el-ayuno-como-y-por-que-ayunar.html
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