"Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda
obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después
pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin
incertidumbre ni hipocresía." Sant. 3: 16, 17.
Hay algo de lo que estoy
completamente convencida. No es el deber de los hijos de Dios permanecer donde
prevalece una atmósfera objetable, y donde su salud está continuamente
amenazada. Muchos de nuestros hermanos lo han hecho y han perdido la vida.
Cuando en cierto lugar el ambiente está saturado de fricciones, cuando la tarea
del obrero resulta sumamente difícil por causa de los que están continuamente
contrarrestando sus esfuerzos y completando para lograr ventajas, vaya entonces
el obrero a otro lugar donde el clima sea más saludable desde el punto de vista
espiritual, y donde tenga más esperanzas de lograr el éxito. . .
Debemos
recordar que en cada lugar donde trabajamos al lado del Señor, contrarrestamos
los esfuerzos de los instrumentos satánicos. Usted ha pasado por pruebas, y
tendrá que enfrentaras en mayor o menor medida doquiera vaya. Satanás vigilará
cada debilidad de carácter, y luchará para lograr el dominio; pero no podemos
perder la oportunidad de lograr la victoria para el bando del Señor. . .
Las dificultades de la actualidad asumen diversas formas, pero Cristo ya
ha pasado por ese terreno y no necesitamos permanecer en la incertidumbre. Nos
invita con estas palabras: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga" (Mat. 11: 28-30). Su promesa
es: "Con él estaré yo en la angustia" (Sal. 91: 15).
¡Oh, qué fortaleza
y baluarte es él para nosotros! Me he sentido muy apenada porque algunos de los
que. . . tienen evidencias de que el Señor ha usado a este débil instrumento
para revelar grandes eternas verdades, se están apartando de las fuentes de
aguas vivas para cavar pozos y beber de cisternas rotas. Noche tras noche mi
alma pasa en agonía. Sólo puedo dormir unas pocas horas, porque el pensamiento
de los que caminan por sendas equivocadas aflige mi alma ( Carta 80 , del 15 de
febrero de 1906, dirigida a T. M. Wilcox, gerente del Sanatorio de Bowlder,
Colorado, y más .tarde director de la Review and Herald ).
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