"Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad." Juan 17: 17.
El Señor pide que se produzca una decidida reforma. . . Mis hermanos,
manifestemos verdadero arrepentimiento por habernos apartado de Dios. Vean los
ángeles y los hombres que Dios perdona el pecado. El extraordinario poder de
Dios debe apoderarse de las iglesias adventistas. Debe producirse una
reconversión entre los miembros para que como testigos de Dios puedan dar
testimonio del poder lleno de autoridad de la verdad que santifica el alma. . .
Los que han sido santificados por la verdad darán evidencias de que ésta
ha producido una reforma en sus vidas, y que los está preparando para ser
trasladados al mundo celestial. Pero mientras el orgullo, la envidia y las malas
sospechas predominen en la vida, Cristo no controlará el corazón. Su amor no
estará en el alma.
En la vida de los que participan de la naturaleza
divina se manifiesta una crucifixión del altivo espíritu de suficiencia que
conduce a la exaltación propia. En su lugar mora el Espíritu de Cristo y
aparecen los frutos del Espíritu en la vida. Al tener la actitud de Cristo, sus
seguidores revelan las virtudes de su carácter.
Nada menos que esto
requerirá Dios para aceptar a los seres humanos. Nada menos que esto les dará la
pureza y el carácter santo que deben tener los que sean admitidos en el cielo.
Tan pronto como alguien se vista de Cristo, una evidencia del cambio producido
en él se manifestará en el espíritu, las palabras y los hechos. Una atmósfera
celestial envolverá el alma, porque Cristo morará en ella. . .
¡Oh, cuán
pocos revelan en sus vidas los principios de esta vida espiritual! . . . "El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día
postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me
envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él
también vivirá por mí" (Juan 6: 54-57).
¿Creen ustedes en estas
maravillosas declaraciones? ¿Aceptan las palabras de Cristo? Les aseguro que
cuando las reciban en verdad, pondrán en práctica la verdad de acuerdo con las
enseñanzas de Cristo ( Carta 63 , del 19 de abril de 1903, dirigida a "nuestros
hermanos del Consejo Médico Misionero").
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